¿Nadie les va a parar los pies?

Los agitadores ultras que predican el odio protegidos bajos los palios episcopales están atravesando todas las líneas rojas posibles. Henchidos por haber logrado hacer entrar por el aro a Marianito y pedidas las excusas pertinentes al PP por los excesos verbales de la semana pasada tras el previo paso de su débil líder por el confesionario matinal, se han lanzado ahora con toda la bilis que son capaces de secretar (más bien excretar) a derrumbar el esperanzador proceso de paz iniciado bajo la hégira sociata.

Por lo visto, según he podido oír en la tertulia de esta mañana, los españoles viven atenazados por el miedo. Pero no por el miedo a ETA, que ese —dicen— ya lo tienen asumido, sino por el miedo a los cuerpos de seguridad del estado manejados por el PSOE. «La gente ven que van a por ella». Por eso «se agarran a la COPE como un clavo ardiendo» «en busca de consuelo espiritual», casa común de los españoles de bien, esos que se preocupan «por la familia, España, la propiedad, la ley… las cosas básicas» para vivir.

Pero ¿en qué mundo viven? A estos cristofrikis los mandaba yo a El Salvador de los escuadrones de la muerte, cuando los fascistas entrenados por los gringos en la Escuela de las Américas mataban a los curas y monjas que ayudaban a los pobres. Eso sí que era una situación de terror provocada por sus amiguitos del norte y no la balsa de aceite en la que vivimos en el estado español por mucho que se empeñen en hacernos creer lo contrario o intenten provocar una situación involucionaria o golpista que es lo que, en el fondo muchos de estos fascistas, anhelan con todas sus fuerzas.

Fijaos en lo que ha dicho hoy la Cristi, imagino que para hacer méritos y le den la plaza del Fede cuando deje la COPE o lo echen de la emisora episcopal. ¿No es motivo de querella? Directamente están acusando a un gobierno legítimo de terrorista. Juzgad por vosotros mismos picando en el logo de la izquierda, como siempre, tenéis los comentarios para dejar vuestra opinión.