Finalmente se hizo público el dictamen del Consejo de Europa sobre el espinoso asunto de de los vuelos de la CIA por media Europa. Y, como era de esperar, implica en mayor o menor medida a los gobiernos de la Unión en los casos de vulneración de los derechos humanos durante las operaciones de lucha contra el terrorismo emprendida por EEUU en todo el mundo.
A algunos el informe los condena en grado de colaboración necesaria en la creación de centros de detención y tortura ilegal, como en los casos de Rumanía o Polonia, con diferencia los más graves de todos y que debería incluso tener repercusiones en el proceso de integración de la Unión Europea.
Pero otras naciones también se ven implicadas en operaciones de detención ilegal de sus propios ciudadanos a través de los servicios secretos o de permisos para que los aviones camuflados de la CIA operaran sin problemas en los aeropuertos europeos. Este, aunque el gobierno español no lo reconozca, parece ser el caso de nuestro país aunque , como el paraíso turístico que somos, después de cada operación encubierta se venían a descansar a Mallorca, convertida a la postre en el centro de planificación de la guerra sucia emprendida por el gendarme del mundo.
Se ha comprobado que los vuelos comenzaron con el gobierno del PP, pero es indudable que se mantuvieron también después de la llegada del PSOE al poder. Se impone pues una explicación más convincente ante el contundente informe del Consejo de Europa. Los vuelos se han producido, se pongan como se pongan, con consentimiento oficial o sin él. Cabe también la opción de la existencia de complicidades de dentro del CNI; en tal caso, además de las explicaciones, serían necesarias algunas dimisiones. De momento, todo parece apuntar a un pago de Bono para restituir la brecha diplomática abierta con EEUU por la retirada de las tropas de Irak. Seguiremos esperando explicaciones más convincentes.
El País de hoy:
La Asamblea del Consejo de Europa ha aprobado hoy por amplia mayoría el informe que implica a 14 países, entre ellos España, en los vuelos secretos de la CIA. En su intervención ante la Cámara, el ponente del documento, Dick Marty, ha asegurado que «está probado» que «agentes de servicios nacionales colaboraron en las entregas y transporte de personas sospechosas de terrorismo». Este organismo propone la creación un nuevo orden jurídico internacional para impedir que estos hechos se repitan.
[…] Como comentamos aquí en su día la mayoría de los gobiernos europeos mintieron deliberadamente a sus ciudadanías cuando afirmaron que no tenían conocimiento o constancia de que su suelo estaba siendo usado por los Estados Unidos para secuestrar a sospechosos de terrorismo y trasladarlos a paraísos de la tortura en general y a Guantánamo en particular para ser sometidos a toda clase de vejaciones ilegales y contrarias a los derechos humanos. Dispersar la culpabilidad entre la ignorancia, los servicios secretos «autónomos» o a elementos descontrolados de las fuerzas de seguridad no les ha valido de nada. La verdad tiene las patas muy cortas y, según anuncian, sólo es el principio, la punta del iceberg. […]