10 razones para una guerra

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(O una interpretación libre del cuento de Caperucita)

«TENEMOS ALREDEDOR DEL 50% DE LA RIQUEZA MUNDIAL PERO SÓLO UN 6,3% DE LA POBLACIÓN… LA TAREA REALMENTE IMPORTANTE PARA EL PRÓXIMO PERIODO ES ELABORAR UN MODELO DE RELACIONES QUE NOS PERMITA MANTENER ESTA POSICIÓN DE DESIGUALDAD… PARA CONSEGUIRLO TENEMOS QUE PRESCINDIR DE TODO TIPO DE SENTIMENTALISMOS Y UTOPÍAS; NUESTRA ATENCIÓN TIENE QUE CENTRARSE EN NUESTROS INTERESES NACIONALES MÁS INMEDIATOS. DEBEMOS DEJAR DE HABLAR DE OBJETIVOS VAGOS E IRREALES COMO LOS DERECHOS HUMANOS, EL AUMENTO DE LA CALIDAD DE VIDA Y LA DEMOCRATIZACIÓN. NO ESTÁ LEJOS EL DÍA EN QUE TENGAMOS QUE BATIRNOS POR CONCEPTOS REALMENTE IMPORTANTES.»

GEORGE KENNAN. ARTÍFICE DE LA POLÍTICA EXTERIOR AMERICANA, EN UN INFORME INTERNO DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO NORTEAMERICANO.

Ha pasado ya largo tiempo desde este informe interno ahora desclasificado, pero un interminable rastro de hechos avala su actualidad y vigencia política. Pinochet, Duvalier, Somoza, Suharto, D`Abuisson y Noriega y Saddam Hussein hasta que fueron útiles son algunos de los demócratas y defensores de los derechos humanos apoyados por los Estados Unidos en los últimos tiempos. Entrenamiento de escuadrones de la muerte, apoyo a grupos terroristas, intervenciones veladas, bloqueos económicos contrarios al derecho internacional y guerras abiertas están en el curriculum de la política exterior americana. ¿Quién se puede imaginar ahora que la llamada guerra de Kosovo es una intervención puramente humanitaria?

 
Grandilocuentes palabras éticamente correctas y asumibles por tod@s, puestas en boca de los responsables de exteriores del Imperio, son solamente armas propagandísticas que esconden oscuras intenciones. Paz es intercambiable por guerra; democracia lo es por control económico multinacional o por aturdimiento de masas; libre empresa es que, el estado, a través de subvenciones, exenciones y aranceles, garantizan la competitividad y los beneficios de unos pocos; salvaguardar derechos humanos, casi siempre equivale a la salvaguarda de intereses económicos o geoestratégicos. Aderézense éstos y otros términos y tendremos excusas para todo y un montón de discursos liberales, socialdemócratas y demás fuerzas de la reacción.

 
Pero técnicamente ¿ha habido guerra en Kosovo? Al igual que lo que ocurrió en Irak ¿puede considerarse guerra a la matanza y destrucción desde el aire de un pueblo y ejército infinitamente inferior?

 
Tras la mascarada norteamericana, con el apoyo de la entregada socialdemocracia europea, los medios de comunicación y multitud de intelectualoides enchufados a las mieles imperiales, pueden comenzar a entreverse muchas de las verdaderas razones —no las meramente propagandísticas— que han impulsado los ataques de la «Comunidad Internacional». Sin duda, podrán ser muchas más, pero sirvan estas como aperitivo indigesto en azaroso orden:

 
I. La ilógica armamentista obliga a cambiar cada cierto tiempo el material obsoleto. Como su transformación en abono o en juguetes resulta más bien difícil, han tenido que emplearse para lo que realmente valen. Este particular plan renove nos ha salido, de momento, por dos o tres billones de dólares.

 
2. Una situación de inestabilidad obliga a rearmes estratégicos de todos los paises de la zona. Hay que poner las fábricas a trabajar a todo gas. El complejo militar-industrial norteamericano es quien realmente dicta las directrices de la política exterior del gobierno para abrirle el paso a las transnacionales «civiles».

 
3. Europa estaba estrenando su flamante euro que podía mirar de igual a igual al dólar. Y este es sólo el primer paso para unos lejanos Estados Unidos de Europa. Tras la «guerra», ha quedado claro que el ejército europeo es la OTAN y que nuestra política exterior nunca va a ser independiente. El PIB europeo ya sobrepasa al de los USA, nuestras exportaciones superan con mucho a las yankees. Eso no puede ser admitido (¿recordáis el texto inicial del artículo?). El euro ha bajado peligrosamente desde el inicio de la crisis de Kosovo, otras consecuencias geoestratégicas se asocian al final de la contienda.

 
4. El efecto 2000 estropeará muchas armas cuyos microchips «inteligentes» no estaban preparados para la llegada del milenio. Parece que Microsoft , una de las empresas que ha financiado el 50 Aniversario de la OTAN, extiende su halo de negligencia más allá de los ordenadores domésticos.

 
5. El Imperio ha conseguido colocar a un converso bendecido por la guerra como responsable de la política de defensa y exterior europeas, que es tanto como nada. Animémosle a que aprenda inglés de una vez por todas.
 
6. La estructura de la ONU y su Consejo de Seguridad, diseñada durante la conformación de los bloques militares, se ha convertido en un estorbo que había que romper de una vez por todas. Buen precedente, consagrado tras las Bodas de Sangre de la OTAN.

7. Al Ejército de Liberación de Kosovo le interesaba una intervención que consagrara un papel que, hasta la fecha, nadie había reconocido. Su colaboración (una vez conseguidas armas, municiones y uniformes de occidente) como fuerzas de intervención terrestres parece que les supondrá ser el ejército oficial (o policía o…quién sabe) de Kosovo en un futuro no muy lejano.

8. En los primeros momentos, la intoxicación informativa funcionó de maravilla y hubo unanimidad en los apoyos o, cuando menos, desconcierto cuando se planteó la intervención «humanitaria».

 
9. Arrinconar aún más a Rusia y su papel en la esfera internacional era otro objetivo colateral, y bien conseguido, por cierto.
10. Como todas las guerras fundamentalmente, esta ha sido económica. La tarta de la reconstrucción está en juego, al igual que las rutas de los oleoductos… y de la heroína, dos de los motores (junto con la industria armamentista) que mueven el mundo.

Copyleft Juanlu González

 

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