Manifestantes egipcios asaltan la embajada israelí de El Cairo

Las gentes de la plaza Tahrir, los del 25E, están hartas. Casi mil muertos a manos de la policía y de los militares egipcios no han servido para cambiar nada en el país de las pirámides. El pueblo egipcio está harto de promesas que no van mas allá de simples declaraciones. La democracia no llega, los asesinos siguen impunes, los responsables del robo de millones y millones de dólares del escaso dinero del país siguen impunes y hasta aferrados al poder, el Estado de Emergencia va a seguir vigente por más tiempo.

El colaboracionismo con Israel para el castigo colectivo a los palestinos de Gaza, a pesar de lo anunciado, se mantiene plenamente en activo y apenas si se ha relajado levemente. Israel, con la prepotencia que lo caracteriza ni si quiera ha pedido perdón por los 5 militares egipcios asesinados por el Tsahal, como tampoco ha hecho por los asesinados turcos de la Flotilla de la Libertad. La única medida adoptada por el estado sionista fue el refuerzo de los alrededores de su legación diplomática en El Cairo mediante el levantamiento de un muro de hormigón, quizá previendo algún estallido de violencia incontrolada como el sucedido ayer, cuando miles de egipcios volvieron a llenar la plaza de la libertad para pedir democracia. Al acabar la manifestación, una multitud se trasladó a la embajada, derribó parte del muro de seguridad y consiguió penetrar en su interior donde acabó destruyendo la documentación encontrada a su paso y destrozando el mobiliario. El personal consiguió refugiarse tras una puerta que no pudo ser traspasada, por lo que no hubo que lamentar desgracias personales entre las gentes de la embajada. El embajador y su personal acabaron huyendo a Israel, Obama ha llamado a Egipto a respetar sus compromisos internacionales tras la petición de ayuda lanzada por Netanyahu a EEUU y todo esto se solapa en el tiempo con el grave deterioro que están sufriendo las relaciones diplomáticas de Israel con Turquía por lo que al estado judío se le complica bastante el panorama internacional justo cuando se las prometían felices por el derrocamiento de Gadafi.

Dentro de unos días la Autoridad Palestina presentará ante la ONU la propuesta de reconocimiento de su estado ante el colapso del proceso de paz acaecido desde la llegada al poder de Netanyahu. Mientras, la OTAN seguirá masacrando civiles indefensos en Libia obviando la resolución de la ONU para una zona de exclusión aérea. Los que pretenden erigirse en jueces o árbitros son parte del problema que dicen querer resolver y eso es algo que no pasará desapercibido para las masas de la población árabe por mucho que sus corruptos gobernantes traten de ocultarlo o de contemporizar con ello como si nada. A nadie debe extrañarle lo que ayer sucedió en las calles de El Cairo. Lo verdaderamente extraño es que no suceda en muchos otros lugares del mundo.