Nuestros líderes, cuando se trata de declarar sobre el conflicto de Palestina e Israel, siempre hablan y hablan en términos grandilocuentes cuando les preguntan por la necesidad de la creación del estado palestino pero no se atreven a concretar nada práctico sobre el terreno porque, en realidad, están claramente en contra del mismo. De lo contrario, no se pondrían de uñas con los intentos de la ANP de llevar el caso a la escena multilateral por excelencia, Naciones Unidas. Es así de simple, EEUU e Israel no desean un estado palestino, desean prorrogar indefinidamente el status quo actual para evitar comprometerse con la paz y someter sus políticas coloniales al arbitrio de la legalidad internacional.
Unas conversaciones congeladas desde Oslo y vigiladas de cerca por EEUU, pretenden que sea la alternativa que Palestina escoja a elevar el caso al Consejo de Seguridad para retratar a EEUU o a la Asamblea de Naciones Unidas donde ya tiene mayoría suficiente para convertirse en estado observador ante la ONU. Obviamente, con un ofrecimiento así, siempre tendrán la negativa por respuesta. Se podría esperar que el sionismo abriera la mano ante el envite palestino, de manera que explicitara hasta dónde podían llegar en unas negociaciones de verdad, pero ni si quiera han sido capaces de eso, ya que sería el fin de Netanyahu y su coalición de ultras, racistas e integristas religiosos. El ultimo intento antes de que en noviembre se vote en el CS la propuesta de Abbás será una petición del Cuarteto a las partes justamente en ese sentido, la presentación de las bases de negociación para que antes del fin del año que viene se alcance un acuerdo definitivo (¿alguien se acuerda cuantos plazos definitivos se han vulnerado para nada?) sobre la situación de los dos estados. Algunos estamos deseando leer la oferta israelí…
Pero mientras tanto se van alcanzando progresos irrefutables. Al reconocimiento de Palestina en las fronteras previas a 1967 por una inmensa mayoría de países, hay que unir la victoria diplomática que supuso el que la UNESCO admitiera a Palestina como estado de pleno derecho. El enfado de Israel ha sido monumental —nunca mejor dicho—, está estudiando la retirada de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura y ha exigido represalias a Estados Unidos y a su servil lacayo Obama, quien no ha dudado en obedecer inmediatamente la orden de sus jefes al anunciar que retiraría de inmediato la financiación del 22% del presupuesto del organismo. Como dijo Gadafi en aquel discurso que bien pudo haberle costado la vida, es hora de plantearse seriamente la retirada de las instituciones de la ONU de EEUU.
¿Qué temen EEUU e Israel si dicen querer ambos un estado palestino que conviva en paz? Pues precisamente el tipo de estado que están dispuestos a permitir: un estado ocupado por 20 o 30 años más, sin fronteras, sin ejércitos, sin continuidad territorial, sin espacio aéreo, sin aguas territoriales, lleno de alambradas, de colonias, de carreteras sólo para blancos… en suma, un estado que no merecería jamás ese nombre. Si la ONU reconoce un estado con las fronteras anteriores al 67 y con plenas facultades soberanas como el resto de los países, a Israel y a EEUU se les acaba el juego de la colonización, del expolio de los recursos, de la dominación y la humillación total de un pueblo a su antojo.
Por eso la admisión en la UNESCO de Palestina es tan relevante. Desde el punto de vista simbólico anuncia el preludio de nuevas incorporaciones a otras agencias de la ONU donde impera la democracia y no el control dictatorial de los miembros permanentes del CS. Supone también el aislamiento total de EEUU e Israel en el panorama mundial, ya que a pesar de las presiones y los chantajes sólo han conseguido arrastrar a su bando al gobierno derechista de Panamá, Canadá, a la acomplejada Alemania y a países tan importantes en la escena mundial como Palau, Islas Salomón, Samoa o Vanuato. A nivel práctico, la pertenencia a la UNESCO sí que servirá para detener el expolio de las riquezas arqueológicas de Palestina por parte del estado invasor hebreo y para declarar como protegido y lograr la puesta en valor de lugares históricos como los de Jerusalén Este, Belén, Jericó, así como el sitio de Tell Balata en Naplusa o el parque arqueológico de Qasr Hisham, que finalmente podrán ser conservados y convertidos en atractivos para el turismo con las ayudas internacionales oportunas.
Otra interpretación de lo sucedido ayer engrandece aún más el desenlace: en un acto de valentía política la UNESCO ha preferido mantener a salvaguarda su independencia a pesar de los problemas que le supondrá perder más del 20% de su financiación para los próximos años. Eso es algo que los honra y pone a EEUU e Israel en una difícil situación al perder la base de su capacidad de influencia: el control del dinero y de los mercados. Ojalá sea el preludio de lo que se le puede venir encima antes de fin de año, ya que si este posicionamiento se mantuviese en las votaciones en el Consejo de Seguridad significaría que, de los miembros permanentes sólo Estados Unidos se opondrá, lo que lo obligaría a Obama a usar su veto y aislarse aún más en ala escena internacional para obedecer las órdenes de un pequeño país que juega a su antojo con la superpotencia a pesar de dañarla una y otra vez en sus intereses internacionales.
Y ahora que alguien explique por qué hechos como este socavan la paz en Oriente Medio como sostiene USrael…
La venganza de Israel contra la UNESCO
¿Qué terrible es, por amor de Dios, que hayan aceptado a Palestina en la UNESCO? ¿Por qué debe considerarse como una decisión «antiisraelí”? Y, a título general, ¿qué tiene de malo que los palestinos hayan abandonado el terror y actúen en la arena internacional?
2011-11-05 14:49:50 / Fuente: Gideon Levy, Haaretz / Rebelión (Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.)
El precio impuesto por los líderes del fórum de los ocho no es muy diferente al precio de los colonos. Es violento, descontrolado y vengativo.
¿Qué tan terrible es, por amor de Dios, que hayan aceptado a Palestina en la UNESCO? ¿Por qué debe considerarse como una decisión «antiisraelí”? Y, a título general, ¿qué tiene de malo que los palestinos hayan abandonado el terror y actúen en la arena internacional? Si Israel fuese capaz de comportarse de manera inteligente, votaría a favor de aceptar a los palestinos en cualquier organización internacional respetable.
Y si Israel tuviera una conducta íntegra, el discurso hueco sobre dos estados se traduciría en un apoyo a los movimientos de la diplomacia palestina para conseguirlo. El reconocimiento internacional de un Estado palestino es la última oportunidad de frustrar la solución de un Estado único. También es la última oportunidad de preservar el poder de la Autoridad Palestina y evitar que Hamás la reemplace. Israel debería apoyar esto con entusiasmo.
Si la comunidad internacional que apoya a Israel, encabezada por Estados Unidos, actuara con integridad y sabiduría, también daría la bienvenida a los movimientos de los palestinos. Estamos hablando nada menos que de un paso amistoso, la mejor manera de asegurar el futuro de Israel como el Estado-nación del pueblo judío. Pero, en cambio, los estadounidenses y los israelíes están imponiendo castigos a los palestinos. Es dudoso que hayan recibido mayores castigos, incluso durante los peores días de terrorismo. Dos potencias mundiales, Estados Unidos e Israel, están golpeando sus bolsillos y parte de Europa se ha apresurado a seguirlos de un modo aterrador.
Este parece uno de los pocos ejemplos en la historia donde se castiga al país ocupado por su lucha justificada y no violenta para ganar su libertad, mientras que el ocupante violento que continúa con su empresa de los asentamientos y el control por la fuerza, gana el apoyo de Occidente. Este es el plato que los Estados Unidos de Barack Obama están sirviendo y esta es la situación caótica que Israel está conduciendo: detener la financiación a una organización cultural y científica que ha aceptado en sus filas a una nación que lucha por su independencia.
Es interesante ver que Obama, que hasta hace poco estaba a favor de la libertad, llega a un acuerdo en este asunto antes de acostarse por la noche. Es interesante ver que los líderes de Europa, algunos de los cuales votaron en contra de aceptar a los palestinos, explican su actuación a sus votantes. A Muamar Gadafi le bombardearon en nombre de la libertad mientras apoyan que continúe la ocupación por parte de Israel, el enemigo de la libertad que frustra las gestiones diplomáticas y democráticas destinadas a la liberación de una nación.
¿Qué le queda por hacer a Mahmud Abbas? ¿Qué puede pensar cualquier palestino que vive bajo la ocupación? Durante años trataron de sentarse en silencio, esperando a Godot, pero Godot no llegó. Trataron de luchar contra la ocupación con piedras y cuchillos, pero no pasó nada. Intentaron las negociaciones, pero se prolongaron inútilmente durante años y no se avanzó ni un paso. Se intentaron crueles atentados suicidas, pero nada cambió. No hay nadie con quien se pueda hablar en Jerusalén, y nada de qué hablar.
Ahora están tratando de unirse al mundo, ¿y qué obtienen a cambio? Un castigo que todavía puede convertirse en una sentencia de muerte para la Autoridad Palestina y su líder más moderado de toda la historia. Fue suficiente escuchar a Abbas prometiendo acabar con el conflicto durante una entrevista en el canal 2 la noche del viernes para entender eso. Esta entrevista debería haber reverberado en cada hogar israelí. Pero en cambio fue recibida con amargura por los analistas que lo saben todo.
Una banda de matones, el foro de los ocho ministros, decidió las medidas para castigar al hombre que se atrevió a actuar en contra de los deseos de la Familia. Están construyendo otras 2.000 viviendas en los asentamientos que, por primera vez, se caracterizan como un castigo. Y están robando el dinero de los impuestos que pertenece a los palestinos y también cancelando algunos pases de dirigentes palestinos. Por lo menos ahora sabemos que todos los apartamentos de los asentamientos son castigos y que todos los colonos que viven en ellos lo están haciendo como una venganza.
Los dirigentes palestinos también sabrán que su relativa y privilegiada libertad de movimientos no era más que un hueso miserable e insultante que les tiraba la potencia ocupante a cambio de su colaboración. Si colaboran van a tener, si no, no. Si secuestran a un soldado van a tener, si van a las Naciones Unidas, los castigaremos.
Este precio impuesto por el foro de ocho años no es muy diferente al precio que imponen los colonos. Es la violencia descontrolada y la búsqueda de venganza. Entonces, colonos, ustedes pueden continuar con su exigencia de cobro debido a que su país está haciendo lo mismo, y a plena luz del día.