Esto está cada vez más divertido. Todavía no se ha terminado el recuento, pero determinados «sondeos» afirman que el favorito para la victoria es Hamid Kharzai. ¡Qué derroche de inteligencia! ¡Qué capacidad de prospectiva! Creo que de mayor quiero ser periodista. Recuerdo que hace años cuando trabajaba en la edición de una revista, traté por todos los medios de ser el redactor del horóscopo. Pensaba que era lo más divertido, eso de inventarme cosas que algunas personas creían después a pies juntillas, sería como poco flipante. Sin embargo, ejercer la devaluada profesión de periodista no le dista mucho a mis aspiraciones de juventud.
¿Que si ganará Kharzai? Creo que sólo ha habido un mitin en toda la campaña al que asistieron unos pocos cientos de personas, en su mayoría miembros de los cuerpos de seguridad y la guardia pretoriana del cuerpo de mercenarios extranjeros que velan por la seguridad del ex-empleado de la petrolera Unocal, que de los de allí no se fía ni de su sombra. Teniendo en cuenta de que muy poquita gente sabe leer en el país, ya me diréis quién ha podido leer un programa electoral. Y considerando que la televisión tampoco llega a multitud de hogares, sobre todo fuera de las ciudades, está claro que la mayoría de la población habrá votado sólo por indicación de su líder tribal, quien habrá usado todos los medios a su alcance para convencerlos del sentido de su acción. Así que fuera de Kabul, lugar de donde vienen casi todas las imágenes que nos han repetido por televisión, poco se puede asegurar, sobre todo porque ni siquiera los observadores internacionales se han asomado para constatar nada.
Pero claro, las elecciones son válidas porque a los invasores de la comunidad internacional les interesa que así sea. Los USA tienen que justificar su intervencionismo en aras de exportar su modelo de democracia al mundo infiel ¿les habrá explicado Bush a los afganos cómo se roban unas elecciones delante de las narices de la opinión publicada?