Ejército europeo
Espinoso tema. Ayer en Italia se aprobó la propuesta de comenzar la creación de un ejército europeo a propuesta de los díscolos antiatlantistas: Francia, Bélgica, Alemania y Luxemburgo. La aprobación fue unánime, aunque Blair y un representante del gobierno polaco se ocuparon rápidamente de calmar al Pentágono. Curiosamente, en los EEUU se dice que los europeos no se implican en conflictos internacionales —léase conquista del mundo— porque viven tranquilos al amparo del paraguas americano, no entiendo pues los miedos ni los parche de Blair. Claro que, por otro lado, con un euro fuerte y un ejército fuerte, la hegemonía del imperio empezaría a resquebrajarse peligrosamente. Al menos viraríamos a un equilibrio bastante deseable. Sin embargo, ¿a qué estamos dispuestos a sacrificarnos para conseguirlo? ¿a más parcelas del estado de bienestar?. A mi modo de ver, sería un grave problema imitar al gigante americano, tiene los pies de barro, se sustenta en el racismo, la quiebra social y en la posesión de la máquina para imprimir los billetes verdes con los que se paga la deuda internacional. Aunque lo ideal es que no existan ejércitos, en el contexto actual, creo que deberíamos montar la defensa europea como complemento a políticas monetarias y políticas ya implementadas, pero una defensa que contemple esa palabra en su sentido etimológico, sin que quepan interpretaciones en clave preventiva como las que argumentan últimamente Bush y sus secuaces.
El gringo ha huido… a gringolandia, claro
El vasallo boliviano de Bush ha huido tras ser responsable de la muerte de alrededor de cien compatriotas. Tras culpar a Gadaffi y a Chávez de su suerte y previendo alguna petición de extradición, como no podía ser de otra manera, se ha refugiado en los Estados Unidos, el país al que pretendía beneficiar mientras que condenaba a los suyos a la miseria. ¿Alguna duda de a quién servía? Difícil lo va a tener su vicepresidente y ahora nº 1 de Bolivia para gobernar si no da un cambio drástico a las políticas que hasta ayer mismo apoyaba.
Hasta los mismísimos de los cruzados
El general estadounidense Boykin, subsecretario adjunto del Pentágono, responsable de la búsqueda y captura de Bin Laden, en algún arrebato de quemazón tras sus muchos éxitos laborales, comparó la guerra contra el terrorismo con la lucha del cristianismo contra el Islam. Tras publicarse su declaraciones, lógicamente, ha tenido que retractarse. Sin embargo de todos es conocido que es lo que piensan en la intimidad muchos de los dirigentes de aquel país y, si me apuráis, hasta del nuestro. Para este orador asiduo de las homilías evangelistas, Bush fue elegido por dios. Imagino que fue Él quien falsificó las papeletas, quien admitió votos emitidos el día después de las elecciones en las bases militares del extranjero, quien impidió el voto a decenas de miles de negros e hispanos en Florida y quien impidió que se procediera al recuento manual de las papeletas. Flipo, God Bless America