9,8 millones de barriles, ¿a cambio de qué?
Los defensores de la Paz mundial, los exportadores de democracia, se nos perfilan ahora como importadores de petróleo gracias a las amistades y a ciertos compromisos secretos adquiridos con el dictador más peligroso del planeta. ¿Paradójico verdad?. Los lobbys peperos se encuentran allí donde se mueve el dinero y, ya se sabe, éste no tiene ideología ni más color que el de los billetes que manejan. Javier Rupérez, embajador español en los EEUU, ex responsable de Relaciones Exteriores del PP, aparece en un listado publicado en Irak de empresarios con trato preferente por parte de Saddam. Bueno, todo hay que decirlo, en principio, su nombre no aparecía, una manipulación informativa descarada lo cambió por otro parecido pero irreconocible, Javier Robert. En algunos medios de prensa ya se han hecho eco de estas amistades peligrosas, pero hasta la fecha no ha sido un tema de campaña, algo que sin duda temerán en el PP, como decimos por aquí abajo, como una vara verde. La Fundación del PP, Humanismo y Democracia, ha sido el organismo interpuesto que han utilizado en las relaciones de los lobbys de este partido con Saddam. Es curioso ver cómo ellos sí se podían reunir con terroristas, aunque si se hace para comerciar con ellos, no se incurre en problema alguno, este sólo llega cuando uno se sienta con terroristas para pedirles que desaparezcan.