Algunas orientaciones a la investigación científica sobre mujeres en el entorno rural sirio

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ALGUNAS ORIENTACIONES DE PRUDENCIA A LA INVESTIGACI?N CIENT?FICA SOBRE MUJERES EN EL ENTORNO RURAL SIRIO

 

En relaci?n a desde d?nde tratar procesos de transformaci?n generales que repercuten sobre la existencia del ?campesinado? sirio femenino (campesinado propietario trabajador sea o no arrendador, campesinado peque?o-propietario, semi-proletariado temporero y proletariado rural), creo que ser?a bueno introducir un conjunto de orientaciones de prudencia, a fin de imprimir cierta cautela frente a presunciones y falsas atribuciones. Las formulo desde una pretensi?n de dar car?cter cient?fico a partir de la dial?ctica materialista, el materialismo hist?rico y la cr?tica de la Econom?a Pol?tica. Esas alertas de prudencia epistemol?gica son las que siguen:

1. En lo que se relaciona con estudiar los status y discrecionalidades adscritas a las tareas de naturaleza administrativa estatal desempe?adas por mujeres:

Lo cierto es que el sistema pol?tico sirio reserva un m?nimo de esca?os a mujeres (NO un m?ximo). Tambi?n reserva la mayor?a de esca?os (en cifra algo superior al 50% del Parlamento) a Diputados y Diputadas de extracto obrero y campesino (lo que as? mismo guarda relaci?n con el caso que nos ocupa). Por tanto, no hay que presumir reduccionista ubicaci?n de las mujeres en tareas administrativas y de gesti?n no pol?tico-decisoria.

Creo que m?s importante a?n ser?a estudiar la posici?n de los sindicatos agrarios y de las cooperativas en la Politeia siria, prestando especial atenci?n a la correlaci?n de fuerzas entre estos aparatos y fuerzas clasistas terceras que son contradictorias al campesinado peque?o-propietario o arrendatario (y por extensi?n al campesinado femenino).

En efecto, la Politeia siria es una ?arena conflictiva? poli-clasista de antagonismos y de tensiones por hacerse con la Hegemon?a pol?tica, donde confluyen, concuerdan y sim?tricamente disputan entre s? clases en contradicci?n/alianzas, b?sicamente la burgues?a burocr?tica, la burgues?a nacional productiva, la peque?a burgues?a, el (de por s? poli-clasista) ?campesinado?, y el proletariado.

De ello se desprende que a las mujeres campesinas, en tanto que son sujeto de clase, les afecta radicalmente el modo en que sus organismos de clase se manejan en esa arena. Esto es as? con mucha mayor profundidad a conceptos postmodernos como el de ?empoderamiento? o el de ?corporeizaci?n femenina del poder?; puesto que, precisamente en tanto que mujeres y en el ?mbito de las relaciones de g?nero, aquello que con diferencia m?s marca sus concreciones funcionales de contexto y de modo de existencia, es el hecho de c?mo ?va? su clase en las relaciones de poder interclasistas. Y en tal sentido es much?simo m?s clarificador analizar c?mo marcha la estructura pol?tica de clase misma, que analizar las posiciones en el organigrama estructural ocupadas distintamente con arreglo a g?nero.

En un sentido de continuidad estrecha con respecto de esta ?ltima cuesti?n, me parece importante ver en qu? maneras y en qu? medida las contradicciones inter-clase tanto principales como secundarias afectan a las mujeres ?campesinas? sirias (proletarias rurales, semi-proletarias, peque?o-propietarias, arrendatarias-arrendadoras…, ya que el concepto mismo de ?campesino? es un caj?n de sastre interclasista).

Entiendo, en lo que se refiere a este mismo discurrir, que hay que priorizar el estudio de la contradicci?n principal, que no es otra que el antagonismo por la cuesti?n de la tierra entre el campesinado sirio y el Imperialismo (principalmente franc?s y anglo-estadounidense) en su proyecto agro-industrial, tur?stico, constructor, especulativo sobre terrenos y expropiador-hipotecario sobre t?tulos de propiedad jur?dica.

Obvio que el imperialismo (factor externo) se abre paso ancl?ndose en clases terceras (factor interno) con las que ?ste congenia y hasta cierto punto se inter-penetra en lo que se refiere a los intereses materiales respectivos (fundamentalmente la burgues?a burocr?tica rentista e inversionista, y la burgues?a comercial distribuidora).

De esta contradicci?n principal se derivan cuatro contradicciones secundarias que hay que estudiar tambi?n:

 

A. Contradicci?n con la burgues?a comercial: por la competencia entre itinerarios de distribuci?n y por la distribuci?n del Valor total mercantil entre ganancia del productor y beneficio comercial. Mucho m?s a?n en relaci?n a los intereses de la burgues?a comercial por cosechar los frutos inherentes al acto de fuerza imperialista encaminado a ?abrir? el pa?s a importaciones alimentarias.

B. Contradicci?n con la burgues?a burocr?tica: por la cuesti?n tributaria; tambi?n por la cuesti?n de la propiedad real sobre gesti?n de tierras, elecci?n de cultivos, proyectos agro-industriales, hegemon?a sobre los sindicatos agrarios y otros organismos rurales…; por la cuesti?n de la re-calificaci?n de suelos, edificabilidad, concesiones, cr?ditos al suministro de Factores de Producci?n como maquinaria y tecnolog?a de irrigaci?n, control y distribuci?n de combustibles, condiciones a suministro de licencias de trabajo, etc.

C. Contradicci?n con la peque?a burgues?a: por la cuesti?n de la diferencia entre Valor y precio, por la cuesti?n de la parte del Valor total repartida entre ganancia y beneficio comercial, y en fin por la propia mercantilizaci?n de la relaci?n que el campesinado mantiene con el producto social, en tanto que es sujeto consumidor y sujeto que compra factores de producci?n invertidos en la actividad productiva orientada a la venta (Mercanc?a-Dinero-Mercanc?a).

D. Contradicci?n con la estructura crediticia, de concesiones materiales (Factores de Producci?n), de regulaci?n sobre precios y de subvenci?n de producto: por la cuesti?n de la irrupci?n del Capital financiero imperialista (anglosaj?n y franco-saud? sobre todo) cubierto por la presi?n y el asedio imperialistas por desmantelar esas estructuras nacionales.

Huelga decir que el reverso dial?ctico al interior de este campo de contradicciones, es el entendimiento traducido como juego de alianzas y frentes en el plano de la Pol?tica, por el hecho mismo de que cada contradicci?n no tiene sentido en abstracto (y de hecho no es real; no sucede metaf?sicamente), sino que cada contradicci?n es relativa a las dem?s y es esa Totalidad de contradicciones la que califica a cada una.

Dial?ctica, pues, tambi?n entre campesinado como conjunto de clases relativamente afines, y campesinado inserto en la l?gica com?n del Pueblo.

En lo relativo a este segundo polo, el campesinado est? presente en el Poder Pol?tico nacional contra la burgues?a comercial e inversionista siria (ubicada en el interior o en el ?exilio?) y aliada del Imperialismo anglo-franc?s (clase carente de poder pol?tico en Siria). Pero a la vez el campesinado est? en confrontaci?n objetiva a un segmento de ese mismo Poder Pol?tico que ?l comparte: la burgues?a burocr?tica.

Otra dimensi?n pertinente de estudio versar?a de componer los datos alusivos a las mujeres sirias que desempe?an funciones profesionales relacionadas con la marcha del ?mbito rural, y reflejar qu? proyectos e intereses subjetivos las inspiran. Mujeres arquitectos en el entorno rural, ingenieras civiles, ingenieras energ?ticas, ingenieras agrarias, m?dicos rurales, maestras, profesoras, ingenieras viarias, urbanistas, economistas, pedagogas, soci?logas rurales, antrop?logas agrarias, etc.

Para culminar este primer punto, ser?a aportativo pensar el porcentaje de mujeres con estudios ?superiores? (o curs?ndolos), y hacer un an?lisis comparativo con los hombres, estratificando los datos en funci?n de tres Variables (por separado y con an?lisis combinatorio):

A. Clase de pertenencia.

?B. Habitat.

?C. N?mero de hijos en su familia y lugar del caso dado en la secuencia consecutiva de hijos.

 

Mediante este procedimiento se podr? ?despejar? que papel real tiene la cuesti?n del g?nero (y valores asociados, tratos, ?pautaciones familiares de destino?, etc.) en lo que gira entorno a este diferencial formativo, as? como la magnitud real del supuesto diferencial, su visionado en proceso, etc.

2. En torno a la cuesti?n del proceso de des-inserci?n/re-inserci?n funcional experimentado por las mujeres, que creo debe ser ligado al re-ordenamiento tambi?n de naturaleza funcional que atraviesa la Unidad dom?stica en el campo. Ello en una triple dimensi?n:

A. Erosi?n de la Unidad dom?stica como estructura productiva, a medida que la producci?n agr?cola va quedando cada vez m?s absorbida por la l?gica mercantil particular capitalista y correlativamente el producto sobrante deja de ser sobre-producci?n re-enviada a actividades productivas secundarias dom?sticas de conserva, envasado, tratamiento para el (super)consumo colectivo ligado a socialidad, etc. Se trata de una p?rdida paulatina de la unidad dom?stica como dualidad productiva-reproductiva, para ubicarse reductivamente en la segunda esfera.

La Variable Explicativa para este proceso es CAMBIO DE RACIONALIDAD PRODUCTIVA (desde la producci?n-consumo y desde el Ciclo mercantil M-D-M, hacia el cambio mercantil forzado a concurrir en el mercado capitalista).

B. Erosi?n de la Unidad dom?stica como espacio de socialidad femenina y de producci?n de mantenimientos (comida, enseres, tratamiento de alimentos, etc.), ello a medida que avanza la proletarizaci?n empujada por procesos de re-calificaci?n de tierras, insuficiencias reproductivas a trav?s de la peque?a propiedad agraria o agropecuaria.

La Variable Explicativa para este proceso es CAMBIO DE CLASE DE ADSCRIPCI?N.

C. Erosi?n de la Unidad dom?stica como Sistema de Unidades residenciales (solidaridad mec?nica por v?nculo, identificaci?n y pertenencia com?n + solidaridad org?nica por interdependencia y divisi?n del trabajo). Ello a medida que el parentesco va re-coloc?ndose en el espacio geogr?fico y va disgreg?ndose, fractur?ndose en calidad de dispositivo de solidaridad objetiva, como efecto de la nuclearizaci?n familiar de la acci?n adaptativa de subsistencia.

LaVariable Explicativa para este tercer proceso es R?GIMEN DE TRABAJO.

 

3. En lo que versa de abordar c?mo afecta a las mujeres campesinas el desarrollo del capitalismo en Siria, ligar la estructura a la historia, pues la historia -las luchas de clases en ?juego?- ha hecho que Siria no sea, por ejemplo, Colombia o, sin ir m?s lejos, Espa?a, en lo que se refiere a la cuesti?n de la dependencia.

En el citado ejemplo de Colombia, la incorporaci?n de capitales fue un acto pasivo relativo a la actividad anglosajona, alemana, holandesa, francesa…, de dar entrada a inversiones, cr?ditos, ingenier?a, t?cnicos, maquinaria de extracci?n, infraestructuras, redes de transporte, etc.

Este panorama dependentista es un epifen?meno de la cuesti?n hist?rica de la lucha de clases y del desarrollo de las clases, pues en el caso colombiano prim? la alianza entre la oligarqu?a terrateniente, el ej?rcito y la burgues?a importadora/exportadora (a lo que cabr?a a?adir tanto la burgues?a financiera como la aristocracia inversionista-especulativa burs?til si nos referimos a Espa?a).

Por el contrario, la lucha de clases sintetizada en el caso sirio hacia la pol?tica como Proyecto Nacional-Popular Soberanista, con sus obras de revoluci?n agraria (caso abortado en Espa?a) y de creaci?n de entidades financieras bajo una ?ptica desarrollista (caso abortado en Espa?a de creaci?n republicana de un Banco de Espa?a independiente), cre? en Siria una secuencia de Acumulaci?n ampliada del Capital diametralmente distinta.

 

 

4. En lo que tiene que ver con el mistificado/mistificante concepto de ?inserci?n siria como sociedad occidental de bienes y servicios?, decir que no tiene sentido alguno postular en abstracto ?la integraci?n capitalista? como Variable influyente sobre las condiciones de existencia de las mujeres campesinas, ya que, no en vano, lo determinante es la realidad concreta; qu? dial?ctica de clases, qu? clases priman en este proceso hist?rico y qu? estructuras abren o no abren esas clases y c?mo esto afecta al conjunto del pa?s y a su sociedad.

Sirva esta orientaci?n de prudencia para prevenir respecto de falsas dicotom?as tradicionalistas/culturalistas entre una supuesta Siria ?fuera de ?rbita? versus una Siria cuya ?occidentalizaci?n? ser?a supuestamente portada por SU particular desarrollo capitalista productivo y mercantil.

Todo lo contrario: antes de la Revoluci?n nacional (burguesa-popular), Siria era tambi?n ?occidental?. No cab?a m?s ?occidentalidad?, pues bajo el contexto colonial las fuerzas productivas sociales hab?an sido dispuestas a funcional como un Factor de Produci?n de Capital Circulante, que era centralizado en la Metr?polis. Es decir, Siria era una pieza dentro de una matriz ?occidental?. Eso significa que durante el colonialismo hay inserci?n plena en el capitalismo: la sociedad no desarrolla el capitalismo para s? (para la naci?n), pero ella es la desarrollada concretamente como Factor de Producci?n en el seno del capitalismo (el de terceros).

Ello significa, secundariamente, que Siria estaba as? mismo muy ?mercantilizada?, ya que el mercado mundial colonial atravesaba Siria y las clases locales lugar-tenientes pose?an funci?n distributiva y capacidad de compra, algo que ciertamente no les ven?a de nuevo, trat?ndose del antiqu?simo binomio Siria-capitalismo mercantil (muy anterior a su ?aparici?n? en los burgos italianos del siglo XIII, pero realidad omitida por la historia euro-centrista).

En definitiva, el REAL subdesarrollo capitalista es, sim?tricamente, pleno desarrollo capitalista concreto por parte de la sociedad oprimida, ?pero como qu??: como Capital de un tipo preciso especializado; Capital Circulante que se centraliza continuamente a fin de dar a la Metr?polis mayor obtenci?n de Tasa de Ganancia, as? como de aumentar el volumen de producci?n hacia el mercado mundial colonial y hacer esta producci?n m?s competitiva frente a los rivales metropolitanos.

Debemos analizar, por tanto, en qu? medida y con qu? implicaciones el supuesto proceso de ?occidentalizaci?n? no habr? sido en realidad consecuci?n de cuotas enteras de independencia frente a ?occidente? y la Divisi?n del Trabajo Social que el imperialismo pauta sobre el Mundo.

 

 

5. Adem?s de abordar el recurrente tema de c?mo fue afectando la industrializaci?n a las mujeres campesinas, preguntarse tambi?n c?mo las ha estado afectando y a?n las afecta la des-industrializaci?n que ha venido sufriendo Siria a lo largo de los ?ltimos diez a?os por lo menos (primero a causa de la anterior L?nea de pol?tica econ?mica, y despu?s debido a la brutal agresi?n exterior a que una rectificaci?n gubernamental de esa L?nea precedente ha dado lugar desde hace casi dos a?os).

En tanto que sujeto de clase, las mujeres campesinas peque?o-propietarias, semi-proletarias y proletarias rurales son determinadas por la desindustrializaci?n, en lo que se refiere a sus condiciones de existencia, a sus perspectivas de descendencia y planificaci?n, a su desempleo, a su re-colocaci?n jer?rquica en las relaciones entre g?neros, a su ubicaci?n en un punto del imaginario donde chocan el ideal normativo del trabajo remunerado con la posici?n estructural realmente ocupada ahora y que no posee perspectivas de abandono en breve lapso, etc.

 

 

6. Tomarse la prudencia de preguntarse si, hasta cierto punto, problematizar -como se ve en tanto material etnol?gico- ?el desarrollo? (tout court, en abstracto) en tanto que sistema de afectaciones sobre las mujeres campesinas sirias, no ser? una auto-proyecci?n del propio bucolismo del antrop?logo. Proyecci?n, por lo dem?s nada casual, sino por entero funcional a la ideolog?a/pr?ctica imperialista de delimitaci?n, fragmentarizaci?n y restricci?n de producciones con arreglo a espacios nacionales (idoneidad del concepto foucaultiano de ?pr?ctica discursiva?).

Para empezar, el a priori no-desarrollista, pseudo-comunitarista…, condicionando el curso de las investigaciones, pasa por alto que, siendo la jerarquizaci?n mundial capitalista una realidad de facto con sus implicaciones al nivel de la concentraci?n en la propiedad real sobre procesos y productos, eso significa que no hay lugar al vac?o, y que probablemente las mujeres -en tanto que sujeto directamente afectado- lo saben mejor que el investigador -o tienen de ello un conocimiento m?s sensible.

Quiz?s habr? que preguntarse, por consiguiente, hasta qu? punto las mujeres afectadas tienen consciencia respecto de la contradicci?n real -y no la que fluye en la nube ideol?gica de la tradici?n ?conservacionista? acad?mica del imperialismo. Pues puede que las mujeres se comporten como sujeto de clase y sujeto popular que tambi?n son, ideando y practicando participaci?n en los dispositivos pol?ticos populares donde su clase tiene cabida, y en fin actuando en consonancia a su condici?n de parte objetiva en uno de los polos de la contradicci?n verdadera en curso, que es la siguiente:

 

A. Desarrollo dependiente (de vocaci?n dependentista):

?Selectivo y de tramos de producci?n fragmentarios, desconectados en s? respecto de la l?gica del valor de uso y de la proyecci?n consumible hacia el mercado interno, y tambi?n basado en la producci?n de monocultivos de exportaci?n, sum?ndose a ello compra e importaci?n forzosa selectiva de Fuerzas Productivas siempre bajo la condici?n de favorecer a inversiones exteriores y de efectuar cesiones de propiedad real sobre las extracciones. Ejemplos a cientos: REPSOL en Argentina, Red El?ctrica Espa?ola en Bolivia, etc.

El desarrollo de vocaci?n dependentista significa despliegue primordialmente del lado ?negativo?, o pasivo, del desarrollo capitalista: cobros, tramos fragmentarios e inconextos de diversos productos ensamblables, extracci?n y prospecciones, producci?n no auto-sostenida respecto de las finanzas exteriores, etc.).

B. Desarrollo nacional (no est? exento de partir de unas condiciones f?cticas de dependencia):

?Este tambi?n es un desarrollo selectivo, igual que el anterior, pero esta vez seg?n la pauta impresa por el mercado interno y seg?n el c?rculo virtuoso -a la vez medio y fin- que va de la producci?n a la acumulaci?n financiera de una fracci?n de la Tasa de Acumulaci?n, y de ah? vuelve a la producci?n, componiendo ambos polos una ?dial?ctica positiva? (Hegel) cuyo polo dominante es el productivo.

7. Necesidad de conceptualizar la proletarizaci?n (y pensarla en relaci?n a las mujeres del campo sirio en este caso). Tal orientaci?n a la prudencia nos librar? del automatismo de identificar proletarizaci?n fundamentalmente con enrolamiento de las mujeres en el trabajo asalariado industrial o tallerista, reduciendo el concepto al proceso vaporoso y gris del encierro fabril. Dejando Siria a parte, la t?nica para los pa?ses oprimidos es que la proletarizaci?n no tenga absolutamente nada que ver con una racionalidad -muchas veces inexistente- de inserci?n industrial o ni tan siquiera laboral urbana, puesto que en ese contexto general la proletarizaci?n es una consecuencia de la expropiaci?n de Medios de Producci?n y de medios de vida a cargo de la pol?tica imperialista sobre tierras (v?a crediticia, legislativa, terrorista, pol?tica ?liberal? sobre importaciones o dictamen de cuotas m?ximas a la producci?n y a la comercializaci?n).

Cuando en Centroam?rica la United Fruit Company y sus ejecutores pol?ticos aut?ctonos ponen a millones de personas en tr?nsito de hacinarse en villas-miseria, tugurios, extrarradios…, eso es tambi?n proletarizaci?n y no tiene nada que ver -ni en su desenlace ni en su racionalidad- con trabajo asalariado.

Es imprescindible tomar esto ?ltimo en consideraci?n, dado que se acostumbra a narrar ?los males de la proletarizaci?n? del campesinado en t?rminos productivos, pero en Siria los intervalos pol?ticos de apag?n en el desarrollo y de entreguismo, son los lapsos que m?s proletarizaci?n han tra?do. Ello en la medida en que muchas familias campesinas son llevadas a la ruina por la ?liberalizaci?n? de condiciones crediticias a la banca privada, por la entrada de la especulaci?n comercial en los terrenos, y por el dependentismo en relaci?n a los Capitales Circulantes agrarios (que eleva los costes de producci?n), combinado esto ?ltimo a la ?liberalizaci?n? de importaciones de alimentos y de productos alimenticios manufacturados.

 

As? que es el frenazo al desarrollo del capitalismo nacional aquello que en mayor ?ndole proletariza, y adem?s de un modo mucho m?s tortuoso y da?ino para las mujeres del campo sirio, que la tantas veces lamentada ?proletarizaci?n? t?pica (en t?rminos industriales).

 

Tamer Sarkis Fern?ndez,

DIARIO UNIDAD

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