Catalunya, nuevo Estado de Europa

3
336

La manifestación independentista celebrada hoy en Barcelona demuestra que el estado español aún está sin cuajar. Como tantos otros temas, la manifiesta plurinacionalidad del estado español fue cerrado en falso en nuestra Carta Magna, redactada bajo las amenazas de involución franquista y con las fuerzas armadas y económicas ojo avizor para impedir que se atravesaran lo que consideraban líneas rojas infranqueables. Y de aquellos polvos vienes lodos como el de hoy. Es innegable que una buena parte de la población de varias zonas del país no se siente cómoda con el actual estado de las cosas y, hasta que no se trate  abiertamente el problema en aras de buscar una franca solución de consenso, no existirá la estabilidad que facilite la deseada convivencia.

Los centenares de miles de personas —quizá más de un millón y medio, según la guardia urbana— que han colapsado el centro de Barcelona en una de las mayores manifestaciones que se recuerdan en la ciudad no pueden ser ignoradas. Con la que está cayendo desde el lado de la economía, cuando la pérdida de democracia y soberanía se hace más patente cada día a manos de los mercados, una reivindicación nacionalista con este seguimiento entre la población es todo un éxito de convocatoria, un clamor contra las tentaciones centralistas de los herederos del franquismo aún en el poder que están usando la crisis económica como excusa para reforzar el centralismo y debilitar el estado autonómico.

Dentro de muy poco tiempo veremos cómo en Euskadi las fuerzas independentistas arrasarán en las elecciones. La desaparición del terrorismo independentista ha acabado con otra de las excusas favoritas de los jacobinos para no profundizar en el estado de las autonomías. Sin violencia —decían— se puede hablar de cualquier cosa. Terra Lliure hace tiempo que desapareció, ETA prácticamente lo ha hecho igualmente. Llega el tiempo de hablar de la configuración del estado y de la existencia o no de la corona real. Sin límites. Posiblemente una república confederal ibérica podría ser la mejor solución para solventar la cuestión soberanista, pero sólo es una preferencia o una apreciación personal, habría que oír en referéndum una por una a las diferentes naciones del estado antes de tomar ninguna decisión que afecte a la refundación del estado.

Si se sigue hurtando el debate, si se hace oídos sordos a manifestaciones como la de hoy en la Diada de Catalunya no nos extrañe que los habitantes de algunas áreas del país radicalicen progresivamente sus discursos hacia posiciones independentistas irreconciliables al sentirse excluidos en un estado que no los quiere acoger en su seno respetando sus derechos, su historia, su lengua, sus especificidades y su libertad de autodeterminación.

3 Comentarios

  1. Buenas tardes, antes de decir lo que quiero decir, (lastimosamente) he de identificarme antes como antifascista, y he de identificarme asi, porque en España, hablar de historia y nación Española es directamente proporcional a que seas acusado de fascista sin más. Leo mucho sobre la historia de España y creo que tenemos protituido nuestro presente. Por culpa del fascista «castellanicista» de Franco y algún que otro rey Borbón, hoy en día hablar de que Cataluña, Pais Vasco y Galicia forman parte de España es intolerable por un cierto ámbito cultural y politico progresista y nacionalista. Pero asi lo considero, y creo que la conmemoración del 11 de Septiembre hoy en día no tiene nada que ver con lo que ocurrió en 1714, resumiré diciendo que los Catalanes del 11 de septiembre de 1714 estaban a favor de ser Españoles, solo que no querian un Borbón como rey (Felipe V), en la declaración que redactaron la Generalitat de aquel entonces, hablan de la patria española y del archiduque Carlos de austria como legítimo sucesor de Carlos II y ellos fieles subditos del rey.

    Tu dices esto en tu artículo: «si se hace oídos sordos a manifestaciones como la de hoy en la Diada de Catalunya», pero es que hay gente no nacionalista catalana que ni si quiera puede vivir en Cataluña, ¿a ellos no se les hace oidos sordos? y no son cuatro mequetrefes, me refiero a Abert Bohadella, Ferrer Dalmau, Félix de Azúa y hasta Loquillo ha tenido que exiliarse de Cataluña y muchos mas. Si no tragas con los dictados nacionalistas te hacen la vida imposible. Hasta el punto de que te exilias. Pero eso no sale en los telediarios, solo salen independentistas. En cataluña no puedes ir al Camp Nou con una bandera de España y el escudo del Barcelona F.C.

    ¿Donde está la libertad de expresión? la libertad de movimiento, de pensamiento politico. Ellos no son fascistas, y no pueden expresarse libremente por su propia región.

  2. Pues sí Antonio, el estado español no deja de ser un invento fascista y los principios históricos en los que se basa inventos y manipulaciones del s XIX usados por el franquismo durante el XX para acallar cualquier aspiración identitaria. El machaque de los nacionalistas españoles, la chapuza de constitución, los vetos a los estatutos y los parones y marcha atrás en el estado autonómico están haciendo renacer los sentimientos nacionalistas periféricos. Si no encuentran encaje en un estado que cada día es más centrípeto, no va a quedar otra solución que el secesionismo. La reforma de la educación presentada hoy es sólo un mínimo ejemplo de lo que te digo.

    De lo que dices de Catalunya, parece que habrá elecciones dentro de poco… ya no será una mani, la gente podrá votar y este punto va a ser central en la campaña.

    Aunque, por otro lado, CiU ha conseguido desviar la atención de la crisis y su nefasta gestión de la misma para que se hable sólo de modelo de relaciones con el estado. Ahora hasta la crisis es problema de Madrid…

    Un independentista andalú

  3. Totalmente de acuerdo con Antonio Serrano. Somos muchas las personas de izquierda que no queremos saber nada más de nacionalismos ni regionalismos. Si algo hemos tenido que aprender y madurar a base de palos en este país es lo mucho que nos engañaron con la «España de las Autonomías» cuando acabábamos de salir del franquismo y a todos nos parecía que eso era lo más «progre». Ahora cuando la clase política se ha convertido en un monstruo imposible de alimentar y las administraciones triplicadas nos atrapan con su insaciable deuda… no entiendo como todavía les quedan ganas de hablar de sentimientos nacionalistas. Dejé de votar a algunos partidos por ese motivo y creo que ya no votaré más a nadie que no se preocupe de las cosas estrictamente importantes. Da igual en qué pueblo nací, tampoco importa mucho el color de mi piel o mi sexo. Es una verdadera pérdida de energía tener que decir «compañeros y compañeras», tanto como acabar haciendo banderas e himnos para cada comunidad de vecinos. Me identifico sentimentalmente con muchas culturas mediterráneas y me gustaría formar parte de un gran estado que administrase correctamente los bienes comunes. Creo que cuanto más grande y más socializado esté el estado, mejor será para sus integrantes. Y que cada pueblo y cada aldea siga celebrando sus fiestas populares y que cada cual disfrute de la cultura con la que se sienta identificado.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.