La ONU celebra una Asamblea de solidaridad con Palestina

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Coincidiendo con la celebración mundial cada 29 de Noviembre del ”Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino” —aprobado en 1977 por Naciones Unidas— la Asamblea General dedica principalmente estos días de su 61 periodo de sesiones a recordar el problema que causó el 29 de Noviembre de 1947 mucho mayor que el que, de manera arbitraria y sin contar con los propios palestinos, pretendía subsanar.

Así pues, consciente «su responsabilidad permanente» con la causa palestina hasta su solución satisfactoria conforme a las leyes internacionales vulneradas a diario por el estado de Israel, la Asamblea ha dictado una nueva batería de Resoluciones poco después de una condena de las masacres cometidas por las tropas israelíes en la franja de Gaza.

Las resoluciones, seis en total y aprobadas por un amplísimo margen, se refieren fundamentalmente a Jerusalén, declarando ilegales a las acciones de Israel para revertir la situación de partición de la ciudad a través de la construcción de asentamientos ilegales y la imposición de leyes, jurisdicción y administración en la ciudad. Igualmente el texto felicita la la decisión de abandonar Jerusalén de aquellos países que tenían sus misiones diplomáticas en la ciudad

También toca el asunto del Golán sirio, La resolución ilegaliza igualmente cualquier intento de anexión como los que el estado hebreo lleva implementando en los últimos años, pide por enésima vez la retirada a las fronteras internacionales de 1967 y condena el incumplimiento por el gobierno de Tel Aviv de las resoluciones del Consejo de Seguridad relacionadas con el tema.

Otros temas de las resoluciones se refieren al apoyo a un proceso de paz negociado y justo que ponga fin a la ocupación y en la petición de ayuda internacional para la asistencia al pueblo Palestino. Una vez más los grandísimos apoyos recibidos por Israel han sido bien significativos: Australia, Israel, Islas Marshall, Micronesia, Nauru, Palau y Estados Unidos. El resto hasta 170, salvo una pocas abstenciones, apoyó unánimemente la condena de Israel y el cumplimiento de la legalidad internacional.

32 Comentarios

  1. Mientras el bueno de Olmert, amenazando a diestro y siniestro:

    Olmert dice que si la UE enviara fuerza a Gaza lo lamentaría

    30/11/2006 – 17:17(GMT)

    Jerusalén, 30 nov (EFE)- El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha reiterado su oposición al despliegue de una fuerza de paz en Gaza y ha advertido a la UE de que si lo hiciera lo lamentaría, según fuentes diplomáticas que refirieron el contenido de una reciente reunión de embajadores con el jefe de gobierno.

    La Unión Europea acabaría «maldiciendo» a Israel si este país permitiera el despliegue en la franja de Gaza, pues la situación allí es muy complicada y difícil de controlar, dijo Olmert, según confirmaron a Efe participantes en la reunión.

    La idea de desplegar una fuerza de paz para garantizar que se observa el alto el fuego en la franja de Gaza forma parte del plan que presentó a mediados de mes el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y que debe ser sometido al próximo Consejo Europeo.

  2. Juanlu en el mapa pone 1920 Palestina Arabe, a lo mejor es que estoy yo confundido, pero no se le denominaba por aquella epoca mandato britanico???

  3. en el mapa pone 1920 Palestina Arabe, a lo mejor es que estoy yo confundido, pero no se le denominaba por aquella epoca mandato britanico???
    Pero la población era en su gran mayoría árabe
    ¿Así que la ONU dedica un día a recordar la tragedia que ella misma provocó regalálandoles un territorio conquistado en el que ya vivía a un pueblo a unos inmigranes europeos elegidos en virtud de su religión? ¿Por qué en vez de celebrar días no revierte la cagada que hizo al crear el único estado de la historia salido de la probeta de la ONU? ¿Qué tal si revierte la infame partición y declara un sólo estado laico y multicultural en todo el territorio palestino? ¿No puede? Entonces ¿Por qué, por lo menos, no declara un bloqueo de armas y fondos a Israel hasta que le permita garantizar la efectiva partición en dos estados como ella decidió? ¿Tampoco puede? Entonces que se autodisuelva y deje de de hacer daño, que los palestinos ya han tenido suficiente.

  4. «regalálandoles un territorio conquistado en el que ya vivía a un pueblo a unos inmigranes europeos elegidos en virtud de su religión»

    Elias te gusta manipular y mentir. Decir que la poblacion israeli es proveniente solamente de Europa y encima religiosa es una gran falacia. O es que ahora vas a decir que no hubo judios mizrahi expulsados de todos los paises árabes, tu que sabes tanto de esos paises me puedes decir que paso con la poblacion judia en Siria, en Irak… despues de esa guerra donde los árabes iban a expulsar a los judios al mar.
    Recuerdas quien no acepto la resolucion de particion de la ONU???

    «Por qué en vez de celebrar días no revierte la cagada que hizo al crear el único estado de la historia salido de la probeta de la ONU»

    Pakistan fue un pais inventado por aquella epoca tambien y por razones muy parecidas, nos lo cargamos???
    Me das la lista de paises que merecen ser eliminados por no concordar con tus gustos???

  5. Kfar, en 1920 Palestina era árabe, es como si decimos que Irak ahora es anglosajón porque lo invaden los gringos y la ONU ha dicho que mejor que no se vayan…

    Recuerdas quien no acepto la resolucion de particion de la ONU???
    Lo flipas? Obviamente los habitantes de Palestina no podían permitir que unos extranjeros les regalasen la mitad de su estado a una población extranjera para montar una teocracia. Es como si ahora le «regalan» Extremadura y Andalucía a andalusíes del norte de África porque no los tratan bien en sus países a pesar de que llevan en ellos más de 500 años… ¿se opondrían los que reciben el regalo? ¿se opondrían los atracados? Un poco de raciocinio, por favor.

    Pakistán no mantiene invadido a todos sus vecinos ni a medio mundo desequilibrado, si Israel no puede acatar las resoluciones de la misma ONU que los creó artificiosamente, debería desaparecer.

  6. Hombre Juanlu, tu que no eres imperialista ni intervencionista propones que desde fuera un pais desaparezca.
    Los unicos que estan legitimados para decidir si un pais desaparece, continua o se separa son los ciudadanos de ese pais.

    Una pregunta Israel es una teocracia?
    Yo crei que las leyes de Israel salian de la knesset, pero ahora resulta que nuestro corresponsal en la zona
    dice que no, espero que me diga que organo del rabinato de Israel legisla y gobierna. Alomojo esta al lado del edificio desde donde los viejos y sabios de Sion conspiran contra el mundo verdad??

  7. Me lo pones a huevo, Kfar. Con la propuesta de la ONU de dos estados fallida, habrá que preguntarles a todos los habitantes de la antigua Palestina (refugiados incluidos), también a los israelíes qué tipo de estado desean. Eso es democracia real. Después de las invasiones y los asentamientos ilegales no existe la posibilidad de un estado palestino viable, por lo que la única salida es un solo estado democrático. Te apoyo pues en tus reflexiones.

    En cuanto al siguiente tema, el estado de Israel puede estar basado en tres cosas:

    · Una religión, ergo es una teocracia (la minoría árabe vive discriminada, empobrecida y con buena parte de la población deseando «transferirla»)

    · Una raza, con lo cual la cagamos de nuevo, una pureza a lo ario… ¿a qué nos recuerda?

    · O como opina mucha más gente más recientemente, un ejército al que se adhiere un estado, algo tan peligroso como podemos comprobar a diario.

    Escoge la que quieras… tú mismo

  8. Entre Kfar, por favor, aclarame algo que necesito saber: ¿Cual es tu opinión de la creación del estado de Israel? Yo no tengo muchas idea, lo reconozco, pero lo poco que se me gusta contrastarlo con distintas opiniones de todos los colores y así poder ampliar.
    Alguna pregunta concreta ¿te parece justo que se permitiera a un grupo de personas (judios del tipo que sean, europeos o africanos o de donde sean) ubicarse por la fuerza en el territorio donde viven otros seres humanos y echarlos por la fuerza? ¿O no fue así? Ya me contaste alguna vez que era un conflicto, y te dije que todo esto nos lleva al punto de inicio de quién empezó. Ahora podemos debatirlo. ¿No empezó cuando un grupo de personas ajenas a ese territorio se instalaron allí por la fuerza?

    ¿el proceso seguido desde entonces no ha sido que Israel ha ido robando teritorio a los arabes por la fuerza? ¿Qué derecho crees que tiene a ello? ¿Tiene derecho los palestinos a defenderse de este ataque? ¿O las cosas no son así y yo estoy influenciado y manipulado por diversos Juanlus?

    Tengo enorme interés en conocer tus opiniones y las de cualquier otro sobre este tema, así me voy formando una opinión documentada por gente que ha profundizado en estos temas.
    Gracias Juanlu por poner el mapa. Me resulta muy aclaratorio.

  9. De nada Luis, creo que el mapa lo dice todo, me faltaría poner los porcentajes de tierra en cada momento, ya lo cambiaré.

    1920: 100% árabe
    Plan partición: 55% Israel, 45 Palestina
    1948: 78% Israel, 22% Palestina
    1967 hasta hoy: 100% Israel

    Para colmo los sionistas ahora dicen que, en todo caso, se retirarán de algunas zonas a escoger por ellos mismos del 22% restante y en ningún caso de Jerusalén. Y además los palestinos deberán estar contentos con ello renunciando además a no volver los expulsados de sus tierras considerados por la ONU como refugiados temporales. Eso es ecuanimidad y justicia!

    La solución, como decía anteriormente es un único estado democrático en Palestina con el retorno de los refugiados a sus legítimas tierras.

  10. «En cuanto al siguiente tema, el estado de Israel puede estar basado en tres cosas:

    · Una religión, ergo es una teocracia (la minoría árabe vive discriminada, empobrecida y con buena parte de la población deseando “transferirla”)

    · Una raza, con lo cual la cagamos de nuevo, una pureza a lo ario… ¿a qué nos recuerda?

    · O como opina mucha más gente más recientemente, un ejército al que se adhiere un estado, algo tan peligroso como podemos comprobar a diario»

    Solo en esas tres?

    Para mi ninguna de esas tres cosas que tu propugnas estan en el sionismo de Herzl.
    1 Herzl no era religioso ni practicante judio, ni la mayoria de los primeros sionistas eran religiosos. Es a partir de 1967 cuando una parte del sionismo revisionista y su union con la religion toman cuerpo, pero bueno eso lo sabras de tus estancias en la zona.
    2 Herzl nunca hablo de raza si no de pueblo, lo de raza le gusta mas a la gente que defiende a Iran y coinciden en ciertos puntos con el NPD aleman.
    3 Cuando Herzl dio forma a la ideologia sionista no habia ejercito judio en ningun lugar del mundo.
    Me remonto a las bases del sionismo para demostrar tus falacias.

    La necesidad del estado de Israel nace de la persecucion, odio y deseos de exterminio (que todavia permanecen) en la mayoria de lugares del mundo contra los judios, Herzl ve la verdadera necesidad de un estado judio tras el caso Dreyfuss y los pogroms en Europa Oriental. No hay que olvidar tampoco la situacion de sumision y los diversos pogroms que se producian tambien en el mundo arabe y musulman contra los judios.

    «Con la propuesta de la ONU de dos estados fallida»
    Si pero por culpa arabe que primero se negaron a acatar la resolucion de los dos estados y posteriormente Jordania y Egipto tras la guerra de 1948 se repartieron Gaza y Cisjordania (Por que estos paises no les dieron la independencia a los palestinos???)

    «habrá que preguntarles a todos los habitantes de la antigua Palestina (refugiados incluidos), también a los israelíes qué tipo de estado desean».

    Un momento Juanlu aqui patinas, desbarras y no diferencias realidad de tus deseos, yo hablo de porque un estado reconocido por la ONU tiene que desaparecer por algo externo a ese pais, eso lo deciden los ciudadanos israelies, no los palestinos, no los jordanos,no los sirios,no los que defienden la causa arabe o los que creen que Arafat esta vivo … Que Palestina quiere existir como estado es simple que tome el camino de Eslovenia y se independice y que exista al lado de Israel, no tiene porque ser Israel o Palestina, puede y debe ser Palestina e Israel.

    «me faltaría poner los porcentajes de tierra en cada momento, ya lo cambiaré.

    1920: 100% árabe
    Plan partición: 55% Israel, 45 Palestina
    1948: 78% Israel, 22% Palestina
    1967 hasta hoy: 100% Israel»

    1920: 100% arabe???
    Tiberias, Tzfad, Jerusalem, Hebron… Cuando se fundo Tel Aviv, Rishon Letzion y demas ciudades judias, Degania y demas Kibbutz. Montefiore y Rothschild no compraron nunca grandes cantidades de tierra a los terratenientes sirios???

    1948: 22% Palestina: Me puedes decir como era ese fantastico (fantastico porque solo existe en la fantasia de algunos) estado palestino, quien era su maximo mandatario, donde estaba su capital (porque la de Jordania ha sido siempre Amman y la de Egipto es El Cairo), que moneda utlizaban…

    1967 hasta hoy: 100% Israel, A diferencia del Golan y Jerusalem Este creo que Gaza y Cisjordania no estan anexionados, es mas de Gaza se retiraron en el 2005, es mas si fuera todo Israel los habitantes de dichas zonas tendrian la nacionalidad israeli como la tienen tanto un habitante de Nazareth como de Tel Aviv y como bien sabes no la tienen, asi que no es 100% Israel actualmente.

    Luis:

    «Entre Kfar, por favor, aclarame algo que necesito saber: ¿Cual es tu opinión de la creación del estado de Israel? Yo no tengo muchas idea, lo reconozco, pero lo poco que se me gusta contrastarlo con distintas opiniones de todos los colores y así poder ampliar.
    Alguna pregunta concreta ¿te parece justo que se permitiera a un grupo de personas (judios del tipo que sean, europeos o africanos o de donde sean) ubicarse por la fuerza en el territorio donde viven otros seres humanos y echarlos por la fuerza? ¿O no fue así?»

    Luis para mi la creacion del estado de Israel es algo bueno y necesario tanto en 1947 como en la actualidad.

    Luis esa pregunta que me haces es erronea, no se ubicaron por la fuerza, hubo compra de tierra, hubo inmigracion tanto legal como ilegal de judios a Israel (o acaso los inmigrantes que vienen ahora a España se quedan aqui por la fuerza) Que hubo violencia pues si, pero en las dos partes como en todo conflicto. Te recuerdo que la presencia judia en esa tierra ha estado
    Estudia un poco los precesos migratorios de judios a Israel y veras que no empieza despues de la II Guerra Mundial (hay varios libros que lo explican muy bien, como los de Ben Ami o Culla)

    «¿No empezó cuando un grupo de personas ajenas a ese territorio se instalaron allí por la fuerza?»

    No creo que los judios sean ajenas a esa tierra su presencia en esa zona ha estado presente siempre, como muestra un boton, el filosofo de origen cordobes Maimonides, esta enterrado en Tiberias. Has leido a Yehuda Halevi???. No es cierto esa teoria de que los judios no habitaban esa tierra hasta la creacion del estado de Israel.

    «¿el proceso seguido desde entonces no ha sido que Israel ha ido robando teritorio a los arabes por la fuerza? ¿Qué derecho crees que tiene a ello? ¿Tiene derecho los palestinos a defenderse de este ataque? ¿O las cosas no son así y yo estoy influenciado y manipulado por diversos Juanlus?»

    Que ha habido guerras entre Israel y los paises arabes es evidente y que en esas guerras los israelies han conquistado territorio a los arabes pues tambien es cierto, pero olvidas tambien que se han devuelto grandes partes de ese territorio conquistado (Gaza y el Sinai).
    Si los palestinos tienen derecho a defenderse, pues si, pero que la forma (terrorismo) que utilizan es el metodo mas util y el que mas favorece al pueblo palestino pues no. Simplemente ve estadisticas de los niveles economicos, sanitarios, culturales… de la poblacion palestina antes y despues de esta ultima intifada para darte cuenta de cuan erronea es esta tactica de defensa.

    P.D: Juamlu todavia no me has respondido a la pregunta que te hice de la teocracia israeli?

  11. No juegues con palabras vacías que no llegan a ninguna parte.

    Si me defines que es un pueblo… te pregunté qué tienen que ver los judíos rusos emigrados a miles y los argentinos para ser considerados como de un mismo pueblo ¿la etnia o la religión? o teocracia o racismo o ambas es el origen del estado de Israel.

    Si quieres te pongo la frase de un estadista hebreo que dijo que era lógico que no aceptaran la partición porque era como un robo a mano armada.

    Hay muchos países sin estado viviendo una situación de opresión, ese era el caso de la Palestina ocupada por los ingleses, el hecho de que estuviera ocupada no significa que no existiese, como te decía de la Irak ocupada por los gringos

  12. Elias te gusta manipular y mentir. Decir que la poblacion israeli es proveniente solamente de Europa
    Mayoritariamente. En todo caso, era extranjera
    y encima religiosa es una gran falacia.
    ¿Dije yo que era «religiosa»? Dije «Seleccionados en virtud de su religión» (Formal, agregaría para que te quedara más claro) ¿O me vas a decir que el Estado de Israel asegura la judeidad de los inmigrantes («Oleim», como les dicen) en virtud de otro criterio?
    O es que ahora vas a decir que no hubo judios mizrahi expulsados de todos los paises árabes,
    En virtud de la guerra que el Movimiento SSioista empezó. En todo caso, declaro que me opongo a la expulsión de judíos (O la etnía que fuera) de los países árabes (O los países que fueran)
    despues de esa guerra donde los árabes iban a expulsar a los judios al mar.
    Los invadidos suelen tener esos gritos de guerra hacia los invasores. También se escucharon cosas similares del bando invasor, como que los palestinos «no existen»
    Recuerdas quien no acepto la resolucion de particion de la ONU???
    Los palestinos, porque era injusta
    Pakistan fue un pais inventado por aquella epoca tambien y por razones muy parecidas,
    Y la India también en idénticas condiciones. Por supuesto, la división de la India histórica en dos estados ha sido una gran cagada de los ingleses
    De todos modos, no veo que Pakistán posea leyes etnocéntricas que destinadas a mantener el caracter étnico del estado ni que expulsen a los hindúes
    nos lo cargamos???
    A largo plazo, me gustaría una solucción similar a la que espero para Palestina: Un solo estado sin definición religiosa
    Me das la lista de paises que merecen ser eliminados por no concordar con tus gustos???
    Es que tengo unos gustos tan raros… Por la misma razón que Israel, el Vaticano y el reino Saudí. Pero la cosa es más compleja: Desconosco las fronteras en el seno de la Nación Árabe resultantes de la descolonización así que desconosco la razón de ser de, por ejemplo; Jordania Siria, Irak, Kuwait. Pero su desmembramiento en la actualidad implicaría, en la práctica, el crecimiento del poder extranjero en la región
    Pero de lo que estoy seguro, es de que un estado étnico religioso es, en la actualidad, un insulto a la inteligencia humana

  13. Yo crei que las leyes de Israel salian de la knesset, pero ahora resulta que nuestro corresponsal en la zona
    dice que no, espero que me diga que organo del rabinato de Israel legisla y gobierna.

    El rabinato no gobierna pero tiene la voz última en determinar la judeidad (Condición religiosa, por si no se han enterao) de los aspirantes a ser ciudadanos. Eso solo ya lo hace un país religioso. Los partidos aspirantes a representación del Knesset tiene prohibido presentar plataformas contrarias a la judeidad de estado ¿eso no es un estado religioso?
    El «Entre Kfar…» ese está cauterizado contra todo razonamiento que haga tambalear las razones de es constructo al que llaman país, pero apelo al sentido común del lector:
    Si para entrar a España me pidieran presentar certificado de bautismo ante un tribunal compuesto por meimbros del Octopus dei ¿Podríamos decir que no estamos ante un estado teocrático?
    Si yo aprovecho no condición de bautizado en la infancia (Aunque no ejerza de católico) para obtener esos beneficios ¿Podría decir en otros foros que soy un laicista militante?
    Si en toda esta situación se proscribieran los partidos que propucieran cambiar el estado de cosas ¿Podríamos decir que estamos ante una democracia?

  14. Vamos a responder a los expertos y corresponsales en la zona:

    «te pregunté qué tienen que ver los judíos rusos emigrados a miles y los argentinos para ser considerados como de un mismo pueblo»

    Juanlu, tu desconocimiento del tema es asombroso, sabes como se les denomina de modo despectivo a muchos judios (los de origen ashkenazi, también hay de origen sefardi) en Argentina, se les llama RUSOS. la razon de ese nombre que los judios rusos tuvieron que huir de ese pais por los pogroms y emigraron a muchos lugares entre ellos Argentina, USA o Israel.

    «¿la etnia o la religión? o teocracia o racismo o ambas es el origen del estado de Israel».

    Joder que mania con las razas, cientificamente se ha demostrado que no hay razas en el ser humano, pero que tu todavia quieres seguir creyendo en eso pues es tu problema, como hay judios de todas las caracteristicas fenotipicas no se que parametros usas para denominarlos raza.
    Lo de la religion tres cuartos de lo mismo, hay judios que profesan el judaismo y otros que son ateos, asi que ya me diras si la religion vale para definir quien es judio.

    Lo siento Juanlu pero tus premisas para definir a un judio no son validas.

    «Si quieres te pongo la frase de un estadista hebreo que dijo que era lógico que no aceptaran la partición porque era como un robo a mano armada.»

    Si quieres te pongo una frase de un antiguo presidente de Siria diciendo que Palestina no era mas que la parte meridional de Siria.

    Elias:

    «En virtud de la guerra que el Movimiento SSioista empezó. En todo caso, declaro que me opongo a la expulsión de judíos (O la etnía que fuera) de los países árabes (O los países que fueran»

    Israel declaro su independencia el 14 de mayo de 1948, creo que eso no es un casus belli.
    Hombre que te opongas a la expulsion de judios de paises arabes ahora es inutil y absurdo ya fueron expulsados y no hay vuelta atras en eso, es lo que tiene vivir en una ucronia y en una utopia y creer que es la verdad unica. Yo me opongo a la invasion de Polonia por los nazis en la II guerra mundial pero mi oposicion no va a cambiar nada.

    «Los invadidos suelen tener esos gritos de guerra hacia los invasores. También se escucharon cosas similares del bando invasor, como que los palestinos “no existen”»

    Lo de los palestinos no existen y que Palestina no es un pais tambien lo he escuchado tambien de sus hermanos arabes, no es exclusivo de ciertos dirigentes israelies. Leyendo tus palabras espero que no consideres a todos los inmigrantes como invasores.

    «De todos modos, no veo que Pakistán posea leyes etnocéntricas que destinadas a mantener el caracter étnico del estado ni que expulsen a los hindúes»

    Hubo transfer de poblacion tras la creacion de los dos estados, que tu lo desconozcas no quiere decir que no existiese.

    «Pero de lo que estoy seguro, es de que un estado étnico religioso es, en la actualidad, un insulto a la inteligencia humana»

    Que Israel sea el Estado para el pueblo judio no quiere decir que no vivan otros pueblos ni otras religiones. Es decir que todos los que apoyamos la existencia del estado de Israel somos estupidos???

    «El rabinato no gobierna pero tiene la voz última en determinar la judeidad (Condición religiosa, por si no se han enterao) de los aspirantes a ser ciudadanos. Eso solo ya lo hace un país religioso. Los partidos aspirantes a representación del Knesset tiene prohibido presentar plataformas contrarias a la judeidad de estado ¿eso no es un estado religioso?»

    Otro demostracion de ignorancia o mala fe, si en Israel esta prohibido estar contra la religion como Tommy Lapid llego a ministro del gobierno israeli cuando su partido aboga por la laicidad y por quitarle las subvenciones a los colectivos religiosos.
    Que un rabino diga si una persona pertenece a la religion judia me parece normal (como si un iman dice quien es musulman o el Obispo de Roma dice quien es cristiano) que eso implique que si solo profesas la religion judia eres ciudadano de Israel hay un gran trecho. Hay muchos israelies que no son judios y son ciudadanos y fueron olim (especialmente tras la desaparicion de la URSS).

    «Si para entrar a España me pidieran presentar certificado de bautismo ante un tribunal compuesto por meimbros del Octopus dei ¿Podríamos decir que no estamos ante un estado teocrático?»

    Para entrar en Israel necesitas ser judio??? yo creo que no, a ti te han preguntado tu religion cuando has estado en Israel o te han pedido el pasaporte? porque a mi me han pedido el pasaporte, como en cualquier pais normal.
    Si tu razonamiento fuera cierto como hay tanto peregrino que visita las iglesias de Nazareth, Jerusalem… No podrian entrar en Israel puesto que no son judios, pero otra vez la realidad jode tu bonita historia que tu crees como cierta.

    «Si en toda esta situación se proscribieran los partidos que propucieran cambiar el estado de cosas ¿Podríamos decir que estamos ante una democracia?»

    Yo no se cuantos partidos politicos se han prohibido en Israel, creo que solo uno y era el Kach, el del rabino Meir Kahane y con toda razon.
    En España se han prohibido partidos politicos, estas insinuando que por prohibir esos partidos España no es una democracia?

  15. Mirá pibe. No le des más vueltas a lo que no lo tiene. ¿Cómo diablos se define judío para las leyes israelitas? ¿A qué otro país del mundo se le toleraría semejante conducta?
    Lo demás es marear la perdiz

  16. Elias:
    Para empezar sera para las leyes israelies (no es lo mismo israeli que israelita)
    En la legislacion israeli, judio es todo descendiente de una madre judia, asi de simple o asi de complejo.

    Si te refieres en terminos de inmigracion y nacionalidad todos los paises tienen sus propias leyes, asi que en eso Israel no es diferente al resto de paises.

    Te recomendaria que te liberaras de prejuicios racistas y religiosos, a nada que se discute contigo salen esos prejuicios y tus odios.

  17. Gracias, Entre kfar, por tus aclaraciones, pero hay cosas que sigo sin ver claras.
    Justamente he empezado a leer el libro de Ben Ami (Cicatrices de guerra, heridas de paz, si es al que te refieres) y habla (en sus primeras 100 páginas que es lo que he leido hasta ahora) de que si, los judios comrparon tierras, ero también cometiero muchas atrocidades y que suprincipal interés era ampliar sus fronteras lo más posible. Lleva comentadas varias veces, el tremendo miedo que tenían los judios, un tal Ben Gurion, máximo dirigente por aquel entonces a que los arabes les devolvieran el golpe por las distinas salvajadas cometidas hacia ellos.
    De forma concreta, respecto a la partición propuesta por la ONU, el propio Ben Ami reconoce de forma explícita que fue una jugada que le salió muy bien a la diplomacia israeli porque se presentaron como dialogantes pero sabían que los arabes no podían aceptar esa partición clarmente injusta para ellos.

    De cualquier forma, creo que tienes razón en que los porcentajes que presenta Juanlu no encajan muy bien con la realidad, pero si que la progresión es exagerada en el territorio que ha ido conquistando Israel a sus socios.
    Estoy seguro de que los judios no serían totalmente ajenos a ese territorio, como tampoco lo son los arabes en la peninsula ibérica, pero si de repente empiezan a extender Marruecos por andalucía y luego valencia y así continuamente a nadie a quí nos gustaría (por decirlo suavemente).

    Seguiré leyendo a Ben Ami para ver si consigo entender como se llegó a las guerras y como te decía en el anterior mensaje, con que derecho ha ido usurpando tierra a los palestinos. Si que es verdad que mucha la compró y lo que tú quieras, pero no creo que se pueda negar que muchas más la conquistó por la más bruta de las fuerzas y expulsó a sus habitantes tradicionales para instalar allí judios venidos de otras partes del mundo.

    Me parece bien que defiendas la creación del estado de Isarael, pero creo que no es defendible (por lo que ahora voy sabiendo) la forma en que se hizo.

    De cualquier forma gracias por dedicar tanto tiempo a exponer tus ideas, y a los demás también. Yo a veces no dispongo de ese tiempo.

  18. Luis:
    El libro de Ben Ami al que me refiero es este:
    BEN AMI, Shlomo; MEDIN, Zvi, 1981, Historia del Estado de Israel. Del que tu hablas no lo he leido todavia.

    «el tremendo miedo que tenían los judios, un tal Ben Gurion, máximo dirigente por aquel entonces a que los arabes les devolvieran el golpe por las distinas salvajadas cometidas hacia ellos.»

    Luis, a lo mejor el recuerdo de la matanza de Hebron y otras mas, tambien influian en ese miedo. Como he dicho anteriormente esto es y era un conflicto, ninguno de los dos bandos es perfecto, los dos han cometido matanzas, pero no por esto creo que sea imposible la paz.

    «De forma concreta, respecto a la partición propuesta por la ONU, el propio Ben Ami reconoce de forma explícita que fue una jugada que le salió muy bien a la diplomacia israeli porque se presentaron como dialogantes pero sabían que los arabes no podían aceptar esa partición clarmente injusta para ellos.»

    Espero que algun dia los dirigentes palestinos y los supuesto apoyadores oficiales del pueblo palestino se den cuenta de que se consigue mas con la diplomacia y la negociacion que con los kamikazes y los Qassam.

    «De cualquier forma, creo que tienes razón en que los porcentajes que presenta Juanlu no encajan muy bien con la realidad, pero si que la progresión es exagerada en el territorio que ha ido conquistando Israel a sus socios.»

    Ten cuidado que con ese comentario te llaman sionista 🙂
    Tambien ha devuelto territorios mucho mas grandes que Israel, Gaza y Cisjordania juntos cuando se llegaron a acuerdos de paz (Sinai devuelto a Egipto tras los acuerdos de paz)

    «Estoy seguro de que los judios no serían totalmente ajenos a ese territorio, como tampoco lo son los arabes en la peninsula ibérica, pero si de repente empiezan a extender Marruecos por andalucía y luego valencia y así continuamente a nadie a quí nos gustaría (por decirlo suavemente).»

    Es distinto que se extienda Marruecos como pais que los marroquies vengan a España. Pero que vamos no estoy en contra de la inmigración y porque venga gente a España no me voy a disgustar, al contrario me alegraria porque es una muestra de que el pais mejora.
    Recuerdo que en Marruecos no toda la poblacion es arabe, tambien hay parte bereber que esta siendo discriminada (aunque a muy pocos solidarios y apoyadores de las causas justas le interesa el pueblo bereber)

    «Me parece bien que defiendas la creación del estado de Isarael, pero creo que no es defendible (por lo que ahora voy sabiendo) la forma en que se hizo».

    Pues nada si no te gusta la forma en que se hizo critica también a Australia, Nueva Zelanda, Canada, USA… creados de un modo muy parecido, aunque en estos paises la poblacion aborigen fue casi exterminada a diferencia de lo que ocurre en Israel.

    De nada Luis es interesante comentar y discutir, siempre que no existan insultos de por medio.

  19. ¿Aún es posible un estado palestino?

    Danilo Zolo
    Il Manifesto

    Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Gorka Larrabeiti

    A principios de los años sesenta tuve la suerte de conocer y entrevistar en Florencia a Martin Buber, uno de los filósofos europeos más importantes del siglo pasado. Judío, de orientación existencialista y socialista, estaba considerado el padre espiritual del nuevo Estado judío. Su figura hierática y su porte austero infundían el respeto que se le debe a un gran pensador, cargado de sabiduría y edad.

    Buber disentía de la ideología sionista, pues sostenía que el retorno del pueblo judío a la “Tierra prometida” no debía conducir a la construcción de un estado étnico-religioso reservado a los judíos. La patria judía debía ser un espacio abierto también al pueblo palestino. La convivencia pacífica entre judíos y árabes no se obtendría jamás creando un estado confesional que obligara a los nativos a abandonar sus tierras. La paz tampoco quedaría garantizada, según Buber, mediante la formación de dos estados, uno judío y el otro islámico, tal y como habían recomendado las Naciones Unidas desafortunadamente en 1947. La vía de la paz pasaba por una relación de cooperación federal entre los dos pueblos, sobre bases paritarias, en el seno de una estructura política unitaria. Para alcanzar esta meta hacía falta que los judíos emigrados a la tierra palestina se sintiesen semitas entre semitas y no representantes de una cultura distinta y superior, según los esquemas del colonialismo europeo.

    Martin Buber, pese a su autoridad, no fue escuchado por los líderes sionistas. Menahem Beguin, Chaim Weizman y Ben Gurion sostenían que la tarea de los judíos era reconstruir desde los cimientos y modernizar un territorio semidesierto y retrasado. El Estado judío debería excluir toda relación, salvo las de carácter subordinado y servil, con la población autóctona. Y fue en nombre de esta lógica colonial como en 1948 comenzó el éxodo forzado de grandes masas de palestinos –no menos de 700.000- por culpa del terrorismo de organizaciones sionistas como la Banda Stern y el Irgun Zwai Leumi, célebre por haber arrasado el pueblo de Deir Yassin y exterminado a sus 300 habitantes. Se dio inicio así a la que hoy un prestigioso estudioso israelí –el historiador Ilan Pappe- llama “la limpieza étnica de 1948”.

    Según Pappe, la limpieza étnica, emprendida en marzo de 1948 con el Plan Dalet, no se ha detenido nunca más. Hoy todo ell pueblo palestino está oprimido, humillado, sumido en la pobreza y sometido de una violencia despiadada. En Israel la limpieza étnica se ha convertido en una ideología de estado, pues es el credo sionista el que lo impone. Si ya a finales de 1948 Israel ocupaba gran parte de la Palestina bajo mandato, hoy la ocupa al 100% tras haber invadido militarmente y haber colonizado aquel exiguo 22% que había quedado a los palestinos.

    La depuración étnica se ha ido acompañando con demoliciones de miles de casas, con la intrusión de imponentes estructuras urbanas en el área de la Jerusalén árabe, con la tala de cientos de miles de olivos y frutales. Paralelamente ha continuado la expansión de los asentamientos judíos en Cisjordania –los colonos son ya más de 400.000-, la construcción de decenas de carreteras reservadas a los colonos, la depredación de las reservas hídricas, la instalación de cientos de puestos de control (más de 700) y el encarcelamiento o el asesinato “selectivo” de líderes políticos.

    Y a todo esto, por voluntad de Sharon, se ha añadido la “barrera de seguridad”, que ha encerrado las comunidades palestinas de Cisjordania en prisiones al aire libre. Hoy el gobierno racista Olmert-Lieberman se exhibe con matanzas de mujeres y niños, sobre todo en Gaza, donde las condiciones de vida de un millón y medio de personas son actualmente desesperadas, como ha demostrado recientemente, mediante un análisis escalofriante, Sara Roy.

    La idea de que hoy sea aún posible la formación de un Estado palestino –sostiene Ilan Pappe- es una ilusión patética o una cruel impostura. Los efectos de la limpieza étnica son irreversibles: jamás un Estado palestino nacerá sobre las ruinas de Gaza y Cisjordania. La única perspectiva, altamente problemática pero sin alternativas, es la de un Estado palestino-israelí, laico e igualitario. Se ha de pensar en una formación política pluralista en la que todas las comunidades palestinas, incluidos los “árabes israelíes” de Galilea y los prófugos hoy dispersos por Líbano, Siria y Jordania, gocen de plena soberanía estatal.

    Esta idea “buberiana” se está consolidando entre los intelectuales judíos ilustrados, no sólo en Israel. La comparten estudiosos de prestigio como Jeff Halper, Virginia Tille o Sara Roy y parece que tiene eco entre la población palestina. A pesar de todas las objeciones justas y posibles, nadie debería dejar de lado expeditivamente la perspectiva federal, volviendo a repetir sin descanso el sonsonete de los “dos pueblos, dos estados”.

    Sea como sea, lo que parece cierto, tras el fracaso de todo tipo de acuerdo, es que la paz no será posible mientras dure la ocupación . Sólo una retirada incondicional israelí de las áreas ocupadas en 1967 puede abrir paso a negociaciones que den algún fruto. El final de la limpieza étnica es la primera condición para el inicio de un recorrido de paz. Es asimismo la condición para que los judíos que viven hoy en Israel tengan el derecho de pedir a los palestinos y al mundo árabe-islámico que se les acepte como parte integrante del Oriente Medio.

    Pero para obligar a los líderes sionistas a dar este paso decisivo sería necesaria una fuerte movilización internacional. Haría falta aplicar a Israel las mismas medidas que se adoptaron contra la Sudáfrica del apartheid. Habría que empezar con el envío de equipos consistentes de observadores internacionales tanto a Gaza como a Cisjordania y continuar con medidas severas como el embargo de armamento, las sanciones económicas y el boicot de toda forma de colaboración, incluida la académica y científica. La iniciativa debería partir conjuntamente de los países árabes mediterráneos, de Europa y debería involucrar a las grandes potencias regionales emergentes, comenzando por China, India, Sudáfrica y Brasil. Tampoco las potencias geográficamente más lejanas del epicentro palestino pueden hacer como que no entienden -ha escrito Pappe- que todos estamos a bordo del mismo avión, sin piloto.

    Fuente:

    http://www.ilmanifesto.it/Quotidiano-archivio/07-Dicembre-2006/art16.html

  20. Juanlu, lo siento pero no soy rabino hazle esa pregunta a un rabino y si puedes demostrar que eres uno de los anusim pues mejor para ti y para los deseos de tu madre de convertirse al judaismo.
    Yo solo respondi lo que el estado y la legislacion de Israel considera como judio.
    Pero seamos serios a estas alturas tu madre se va a convertir a otra religion? crees que convertirse al judaismo es tan facil como hacerse socio de la piscina municipal?

  21. Una miembro de mi familia estuvo en un tris de ponerse el velo…. y su futuro marido quería irse a Palestina, igual se convertía en una colona ilegal

  22. Palestina en lucha
    18-12-2006

    De regreso a la escena del crimen

    Uri Avnery
    amin.org

    Traducido del Inglés para Tlaxcala y Rebelión por Carlos Sanchís

    Cuando el gobierno israelí decidió, en el espacio de unas pocas horas, empezar la segunda guerra de Líbano, no tenía ningún plan.

    Cuando el Jefe del Estado Mayor instó al gabinete a empezar la guerra, no presentó ningún plan. Esto lo reveló esta semana un comité de investigación militar. Y da miedo.

    Un plan no es un extra optativo, sin un plan no se puede hacer nada bueno. Una guerra sin un plan es como un cuerpo humano sin columna vertebral. ¿Puede alguien imaginarse la construcción de un edificio sin planos? ¿De un puente? ¿De un automóvil? ¿La celebración de una conferencia?

    Después de todo, a diferencia de una casa, un puente, un automóvil o una conferencia está el hecho de que una guerra mata personas. Su propia esencia es matar y destruir.

    Casi en todos los casos comenzar una guerra es un crimen. Empezar semejante guerra sin un plan ni la preparación apropiada es totalmente irresponsable, acumulando crimen sobre crimen.

    Cuando un estado inicia una guerra, la secuencia es, simplificando, como sigue:

    1. El gobierno adopta un objetivo político claro.

    2. El gobierno reflexiona sobre si este objetivo sólo se puede lograr mediante la guerra después de llegar a la conclusión que no se puede conseguir por otros medios.

    A partir de este punto, el énfasis se mueve del liderazgo político al militar. Su deber es:

    3. Preparar un plan estratégico por lograr el objetivo elegido por el gobierno.

    4. Convertir el plan estratégico en un plan táctico. Entre otras cosas para: decidir qué fuerzas se necesitan, cuáles serán empleadas, cuál es el objetivo de cada fuerza y en cuánto tiempo debe lograrlo, así como prever los posibles movimientos del otro bando.

    5. Preparar a las fuerzas para sus tareas de acuerdo con su adiestramiento y equipo.

    Una voluntad gubernamental sabia también piensa sobre la situación que le gustaría tener después de la guerra e instruirá al ejército para tener esto en cuenta mientras planea sus operaciones.

    Ahora se desvela que no sucedió nada de esto. No había ningún objetivo de guerra claramente definido, no había ningún plan político o militar, no había ningún objetivo claro para las tropas y éstas no se prepararon para las tareas que les fueron encomendadas. Sin un plan central ningún objetivo era posible.

    Una guerra sin un plan no es en absoluto una guerra, sino una aventura. Un gobierno que empieza una guerra sin un plan no es en absoluto un gobierno, sino un manojo de políticos. Un Estado Mayor que va a combatir sin un plan no es en absoluto ningún Estado Mayor, sino un grupo de generales.

    La forma en que se desarrollaron los hechos, según los comités de investigación, fue así:

    El gobierno decidió emprender la guerra con prisa, en unas horas, sin definir ningún objetivo.

    En los días siguientes, algunos objetivos fueron lanzados por aquí y por allá. Se siguieron unos a otros en sucesión rápida y contradiciéndose de muchas maneras, lo que por sí mismo es una receta para el desastre: cada objetivo exigía sus propios métodos y medios que podían ser bastante diferentes de los que exigían otros.

    Entre los objetivos que se anunciaron estaban: la liberación de los dos soldados capturados, la destrucción de Hezbolá, la eliminación del arsenal de misiles en el sur de Líbano, empujar a Hezbolá lejos de la frontera, etcétera. Más allá de eso había un deseo general de tener un gobierno libanés que estuviera completamente subordinado a los intereses estadounidenses e israelíes.

    Si se hubieran dado instrucciones a los oficiales competentes del ejército para que prepararan un plan para cada uno de estos objetivos, habrían llegado pronto a la conclusión de que todos ellos eran inalcanzables por medios militares dadas las circunstancias.

    La idea de que los dos prisioneros podrían ser liberados mediante la guerra es manifiestamente ridícula. Como perseguir un mosquito con una almádana. El medio apropiado es la diplomacia. Quizás alguien habría pensado en capturar a algunos comandantes de Hezbolá para facilitar un intercambio de prisioneros. Algo que no fuese una guerra.

    La destrucción de Hezbolá por una guerra necesariamente limitada era imposible, como debió de haber estado claro desde el principio. Hezbolá es una fuerza guerrillera que es parte de un movimiento político profundamente arraigado en la realidad libanesa (como se puede comprobar estos días en cualquier pantalla de televisión). Ningún movimiento guerrillero puede ser destruido por un ejército regular y, desde luego, no de un solo golpe y en días o semanas.

    ¿La eliminación del arsenal de misiles? Si los mandos del ejército se hubieran sentado para elaborar un plan militar, habrían comprendido que el bombardeo aéreo sólo puede lograr esto en parte. Una destrucción completa habría exigido la ocupación de todo el sur de Líbano, mucho más allá del río Litani. Durante ese tiempo una gran parte de Israel se habría expuesto a los misiles, sin que la población estuviera preparada para ello. Si esa conclusión se hubiera presentado al gobierno, ¿habría tomado la decisión que tomó?

    Empujar a Hezbolá a unos pocos kilómetros al norte de la frontera no es un objetivo de guerra apropiado. Empezar una guerra para ese propósito, provocar una matanza y destruir barrios y pueblos enteros, habría significado una frivolidad inadmisible para lograr ese objetivo.

    Pero el gobierno no tenía que entrar en tales deliberaciones. Puesto que no definió ningún objetivo claro, no exigió ni recibió plan militar alguno.

    Si el atolondramiento del liderazgo político fue escandaloso, la imprudencia de la dirección militar lo fue doblemente.

    Claramente, el mando del ejército fue a combatir sin ningún objetivo definido y sin plan alguno. Había algunos planes que se habían preparado y se habían ejercido a priori, sin ningún objetivo político específico en mente, pero se ignoraron y se abandonaron al comenzar la guerra. Después de todo, ¿quién necesita un plan? ¿Desde cuándo planean los israelíes? Los israelíes improvisan y están orgullosos de ello.

    Así que improvisaron. El Jefe de estado Mayor, un general de la fuerza aérea, decidió que era suficiente con bombardear: si mataban a bastantes civiles y destruían bastantes casas, carreteras y puentes, la población libanesa se pondría de rodillas y haría lo que el gobierno israelí ordenara.

    Cuando esto falló (como se debería de haber previsto) y la mayoría libanesa de todas las comunidades se agrupó tras Hezbolá, el mando comprendió que las operaciones terrestres eran inevitables. Puesto que no había ningún plan, las hizo sin él. Se enviaron tropas a Líbano de una manera casual, sin objetivos claros, sin calendario. Las mismas localidades se ocupaban una y otra vez. El resultado final: las fuerzas arrancaron pedazos pequeños de terreno en los límites del territorio de Hezbolá, sin logro real alguno, pero con fuertes pérdidas.

    No puede decirse que los objetivos de guerra no se lograran. Simplemente no había ningún objetivo de guerra.

    La peor parte no fue la falta de un plan. La peor parte fue que los generales ni siquiera notaron su ausencia.

    Los investigadores del Interventor Estatal descubrieron la semana pasada un hecho sorprendente de suma importancia: la mayoría de los miembros del Estado Mayor General nunca ha asistido a cualquiera de los cursos del alto mando que son el equivalente israelí de una academia militar.

    Esto significa que nunca aprendieron la historia militar y los principios de la estrategia. Son técnicos militares asimilables a ingenieros técnicos o contables. Asumo que están bien versados en el aspecto técnico de la profesión: cómo mover fuerzas, cómo activar sistemas armamentísticos y cosas semejantes. Pero no han leído libros sobre teoría militar y el arte de la guerra, no han estudiado cómo los líderes de los ejércitos dirigieron sus guerras a lo largo de los siglos, no se han enterado de las reflexiones de los grandes pensadores militares.

    Un líder militar necesita intuición. Ciertamente. Pero la intuición crece a través de la experiencia; su propia experiencia, la experiencia de su ejército y la experiencia acumulada de siglos de guerra.

    Por ejemplo si hubieran leído los libros de Basil Liddell Hart, quizás el comentarista militar más autorizado del último siglo, habrían aprendido que la batalla de David y Goliat no fue una confrontación entre un muchacho con una honda primitiva y un gigante fuertemente armado y protegido, como normalmente se presenta sino, muy al contrario, una batalla entre un sofisticado luchador con una arma moderna que podía matar a distancia y un combatiente engorroso equipado con armas obsoletas.

    En la guerra de Líbano, el papel de David lo jugó Hezbolá, una fuerza móvil e ingeniosa, mientras que el ejército israelí fue Goliat, fuerte, limitado por la rutina y con armas inapropiadas.

    Cualquiera que lea esta columna regularmente sabe que nosotros le dimos bien al silbato antes de la guerra. Pero nuestra crítica fue entonces sospechosa debido a nuestra oposición a la propia guerra, qué consideramos inmoral, superflua e insensata.

    Ahora tenemos varios comités de investigación militar nombrados por el propio Jefe del Estado Mayor (¡aproximadamente 40!) y éstos, uno tras otro, confirman nuestra crítica casi palabra por palabra. No sólo la confirman, sino que agregan una riqueza de detalles que pintan un cuadro aun más oscuro.

    Es un cuadro de confusión absoluta: operaciones improvisadas, una estructura de mando anárquica, mal entendimiento de las órdenes, órdenes emitidas, canceladas y emitidas de nuevo, oficiales del Estado Mayor que dan órdenes directamente para subordinar a comandantes que se desvían de la cadena de mando.

    Un ejército que una vez fue uno de los mejores del mundo, un objeto de estudio para oficiales de muchos países, se ha vuelto un cuerpo ineficaz e incompetente.

    Los comités no contestan una pregunta básica: ¿cómo sucedió esto?

    Salvo unos pocos indicios aquí y allí, los comités no dicen cómo hemos llegado hasta aquí ¿Qué le ha pasado al ejército israelí?

    Esto también lo hemos dicho muchas veces: el ejército es la víctima de la ocupación.

    El próximo junio, la ocupación de los territorios Palestinos «celebrará» su 40 aniversario. No hay ningún precedente para semejante y largo régimen de ocupación militar. Una ocupación militar es por su propia naturaleza un instrumento a corto plazo. En el curso de una guerra, el ejército conquista territorio enemigo y lo administra hasta el final de la guerra, cuando se decide su destino por un acuerdo de paz.

    Ningún ejército está contento con el papel de fuerza ocupante y sabe que esto lo destruye, lo corrompe desde dentro, lo daña física y mentalmente, lo desvía de su función más importante e impone en él métodos que no tienen nada que ver con su misión real: defender al estado en guerra.

    Con nosotros, la ocupación se convirtió, casi desde el principio, en un instrumento político para el logro de objetivos que son extraños a la función de las «Fuerzas de Defensa». En teoría es un régimen militar, pero en la práctica es una subyugación colonial en la que el ejército israelí cumple, principalmente, la vergonzosa tarea de fuerza policiaca opresiva.

    En el ejército de hoy no hay ningún oficial en servicio activo que recuerde las Fuerzas Israelíes de Defensa de antes de la ocupación, el ejército en el que creció el «pequeño» Israel dentro de la Línea Verde, que derrotó cinco ejércitos árabes en seis días al mando del brillante Jefe de Estado Mayor Isaac Rabin. Todos los comandantes de la segunda guerra de Líbano empezaron su carrera cuando ya era un ejército de ocupación. El último éxito militar del ejército israelí se logró a principios de la ocupación, hace una generación, en la guerra del Yom Kippur.

    Un ejército cuyo trabajo es mantener la ocupación, los «asesinatos selectivos» (aceptados esta semana por el Tribunal Supremo en una decisión vergonzosa), la demolición de casas, el maltrato a civiles indefensos, la caza de niños que les arrojan piedras, la humillación a la población en los innumerables bloqueos de carreteras y los incontables actos típicos de un ejército de ocupación, ha demostrado que no se ajusta a la guerra real, ni siquiera contra una pequeña fuerza de guerrilla.

    La corrupción del ejército israelí y la putrefacción a la que ha llegado, expuesta en toda su fealdad por las investigaciones de la guerra, son un peligro para el Estado de Israel.

    No es bastante con destituir al Jefe de Estado Mayor (quien aferrándose a su cargo añade un escándalo mas a los escándalos de la guerra), ni es suficiente relevar a todo el Estado Mayor. Hay una necesidad de reforma desde la cima hasta el fondo, un cambio del ejército en todos los sectores y en todas las calidades. Pero mientras dure la ocupación, no hay ni siquiera un punto por el que empezar.

    Nosotros siempre lo hemos dicho: la ocupación corrompe. Ahora hay que decir alto y claro: la ocupación está poniendo en peligro la seguridad de Israel.

    Original en inglés:

    http://www.amin.org/look/amin/en.tpl?IdLanguage=1&IdPublication=7&NrArticle=38448&NrIssue=1&NrSection=3

    Carlos Sanchís pertenece a los colectivos de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, el traductor y la fuente.

  23. Index | Palestina 2006
    Análisis / Opinión
    PALESTINA

    * Victor de Currea-Lugo es doctor en Medicina y experto en Derecho Internacional. Autor del libro Palestina, entre la trampa del muro y el fracaso del derecho (Icaria, Barcelona, 2005).

    Enlace relacionado:

    Victor de Currea-Lugo: ‘La aplicacion inmediata del derecho internacional en Palestina: Un compromiso de Europa hacia la paz en el Medio Oriente’

    Lo que Sharón no pudo ver

    Víctor de Currea Lugo*
    Semana.com (revista colombiana) / CSCAweb: 18-12-06

    «(…) la política de bloqueo no dió sus frutos y la Unión Europea, mediante un mecanismo (Temporary International Mechanism) reabrió la ayuda a los palestinos. La Unión Europea trata así de mantener cierta legitimidad frente a los palestinos y un pie en el conflicto, pero como teme poner el pie de una política exterior clara, entonces prioriza el de la ayuda humanitaria reducida al arroz y desconectada de los derechos humanos. Palestina es el único caso donde la comunidad internacional decide castigar a los ocupados, para beneficio de los ocupantes, por haber realizado un proceso democrático en vez de optar por el terror. La ayuda humanitaria que se necesita en Palestina no es el resultado de un tsunami, sino de una ocupación a la que la comunidad internacional contribuye con un bloqueo económico.»

    Desde la muerte política de Ariel Sharón han sucedido varios hechos novedosos en Palestina y una dinámica que permanece. Lo más relevante: el triunfo electoral de Hamas, el triunfo de Kadima en Israel, las medidas de la comunidad internacional contra Hamas, la guerra contra Hezbollah, la confrontación entre palestinos y la «reocupación» de Gaza.

    El triunfo de Hamas

    Lo más importante del triunfo electoral de Hamas (enero de 2006) es la transparencia del proceso electoral, con un 78% de participación, a pesar de las medidas de restricción impuestas por Israel para votar. Este triunfo no niega el debate sobre la construcción de un Estado laico palestino (que no está en la agenda de Hamas), ni el debate sobre terrorismo, para algunos «única causa del conflicto» y tema del cual ya otros han escrito.

    La pregunta es: ¿cómo es posible que una mayoría abrumadora vote a un grupo presentado en la prensa como terrorista y calificado como tal por la Unión Europea? ¿por qué Al Fatah pierde? ¿Por qué los palestinos votaron a Hamas a pesar de las amenazas de Israel, Estados Unidos y Europa? Porque Hamas incluye en su agenda lo que los palestinos claman: un Estado social y la lucha contra la ocupación. Y esos puntos son centrales en la agenda palestina y no otros. Porque tales amenazas no asustan a los palestinos acostumbrados a la violencia israelí.

    Los palestinos escogen a Hamas porque, esencialmente, la ocupación israelí no sería menos si hubieran votado a Fatah. Al Fatah pierde en parte por sus prácticas corruptas, además por la desaparición de Arafat, figura que generaba consenso. Incluso el líder de la nueva guardia de Fatah en prisión, Marwan Barguti, pidió perdón por los errores de Fatah. Quien realmente perdió fue la vieja guardia de Fatah encabezada por el actual presidente Abu Mazen. Los palestinos votaron a Hamas porque no eran Fatah, por tanto es erróneo esperar, por parte de la Unión Europea, que un partido elegido entre otras cosas por no ser Fatah se porte como éste una vez se ha hecho con el gobierno.
    Hamas gana por su constante proceso de construcción de bienestar en Palestina y por su postura mantenida frente a la ocupación. No hubo engaño por parte de Hamas a nadie. Esto no quiere decir que todo el que luche contra la ocupación es siempre justo (basta mirar la situación de las mujeres en las poblaciones bajo el control de Hamas) pero sí es justo luchar contra la ocupación.

    La paz no se afectó con el triunfo de Hamas porque no había ningún proceso en curso, salvo la tregua unilateral del mismo Hamas y la Hoja de Ruta que solo algunos de manera perversa o ingenua mencionan con esperanza.

    Pero el triunfo electoral de Hamas trajo consigo una vergonzosa confrontación entre Fatah y Hamas, mostrando los problemas internos de la sociedad palestina para contar con mecanismos de negociación no violentos. Tal confrontación se selló, provisionalmente, con un acuerdo conocido como el «plan de los prisioneros» (27 de junio de 2006). Sharón no hubiera visto el triunfo de Hamas en su real dimensión porque, como muchos israelíes, cree firmemente que la mejor manera de doblegar a los palestinos es la violencia.

    Kadima al poder

    El triunfo de Kadima en las elecciones israelíes (marzo de 2006) es la última victoria de Sharón, pues más que por el poco carisma de Ehud Olmert, la gente votó a la memoria de quien fuera su líder tanto militar como político, de lo que Olmert no puede presumir.

    El debate sobre las diferentes opciones políticas en Israel es relevante para los israelíes pero no para los palestinos y, por tanto, quien ganara en tales elecciones poco o nada cambiaría la ocupación que no es una política de gobierno sino de Estado y frente a la cual hay unanimidad entre los políticos israelíes. Por ejemplo, no hay un solo partido israelí que disienta del muro o que haya disentido de la guerra contra Hezbollah. El debate interno que afecta a la población israelí es sobre el incremento de la pobreza y el desmantelamiento del estado social.

    El ganador Olmert anunció que iba a definir de manera unilateral las fronteras entre Israel y lo que sería Palestina, acelerando la construcción del muro, ratificando la no renuncia a los territorios hoy ocupados por los ilegales asentamientos, prescindiendo del derecho internacional, proponiendo un retiro parcial de algunos asentamientos no significativos para entonces consolidar el resto, manteniendo un régimen de control en Gaza. La sociedad israelí en vez de ver el triunfo de Hamas como un rechazo a la ocupación y establecer una mirada crítica, confirmó en las urnas su apoyo a la ocupación.

    El bloqueo a Hamas

    La Unión Europea juega en el mejor de los casos al juego de «dos partes iguales»: definir el conflicto como un enfrentamiento entre dos partes que la verdad no son ni social, económica, política ni militarmente comparables, cuando se trata de un conflicto basado en una ocupación militar con el apoyo de los Estados Unidos, y una población ocupada desde 1967.

    En el peor de los casos, la Unión Europea considera a Israel como un Estado democrático y amenazado, y a Hamas como un grupo terrorista, ecuación compartida obviamente por Israel y por los Estados Unidos, cuando lo ideal sería solo una solución basada en el derecho internacional.

    Hamas ganó, pero una cosa es ganar y otra es gobernar. En su intento por gobernar, no gozó de un tiempo de prueba sino que rápidamente recibió tres condiciones por parte de los integrantes del Cuarteto: a) la aplicación del derecho internacional, incluyendo incorrectamente en éste a los Acuerdos de Oslo que precisamente no tuvieron en cuenta los derechos de los palestinos; b) el reconocimiento de Israel, sin que este reconozca a su vez a Palestina y c) el cese de la violencia.

    El problema es que, ciñéndonos al derecho internacional, la violencia de la resistencia (no así el terrorismo) es legal mientras que la violencia del ocupante, que la Unión Europea no pide que se detenga de la misma manera, es ilegal. Incluso la elección de Hamas puede leerse como un voto de castigo al proceso de Oslo. Es difícil demandar el respeto al derecho internacional cuando no se garantiza la protección debida a los derechos de los civiles palestinos.

    La Unión Europea y demás donantes suspendieron la ayuda financiera para quebrar el gobierno de Hamas, empresa a la que Israel se sumó desde antes bloqueando la transferencia de impuestos de los palestinos debidos a sus exportaciones y que pertenecen a la Autoridad Palestina. Incluso, Israel retuvo el dinero para las ONG humanitarias. Donantes que antes contribuían con casi el 50% del presupuesto del Ministerio de Salud repentinamente retiraron sus ayudas. La falta de capacidad de pago del nuevo gobierno ha mellado su prestigio y ha generado caos dentro de los trabajadores estatales.

    Pero la política de bloqueo no dió sus frutos y la Unión Europea, mediante un mecanismo (Temporary International Mechanism) reabrió la ayuda a los palestinos. La Unión Europea trata así de mantener cierta legitimidad frente a los palestinos y un pie en el conflicto, pero como teme poner el pie de una política exterior clara, entonces prioriza el de la ayuda humanitaria reducida al arroz y desconectada de los derechos humanos. Palestina es el único caso donde la comunidad internacional decide castigar a los ocupados, para beneficio de los ocupantes, por haber realizado un proceso democrático en vez de optar por el terror. La ayuda humanitaria que se necesita en Palestina no es el resultado de un tsunami, sino de una ocupación a la que la comunidad internacional contribuye con un bloqueo económico.

    La guerra contra Hezbollah: la mirada palestina

    Hace tres años, en Ramallah, un líder palestino me dijo «nuestra única esperanza es Hezbollah». Decenas de resoluciones de las Naciones Unidas que exigen la retirada israelí de los territorios ocupados duermen en los escritorios, pero bastó una sola resolución y dos semanas para garantizar el retiro de las tropas sirias del Líbano.

    En los últimos meses, Israel detuvo ilegalmente a la dirigencia de Hamas (28 parlamentarios y 8 ministros en junio de 2006), atacó Gaza por aire, tierra y mar, matando una familia entera en las playas de Gaza (9 de junio) ante el silencio del mundo que veía en vivo y en directo tal masacre. Un legítimo acto de guerra de la resistencia palestina a una base militar israelí, y la detención de un prisionero, generó una respuesta desproporcionada y un castigo colectivo a Gaza. Desde finales de junio hasta hoy, cientos de palestinos han sido asesinados o heridos.

    En este marco, Hezbollah, cruza la frontera y ataca al ejército israelí, capturando dos prisioneros y exigiendo la liberación de los casi diez mil prisioneros árabes, muchos de ellos sin cargos y sin garantías judiciales. Pero esta es la causa inmediata de la guerra, la causa última es la ocupación de los Altos del Golán: como dice el escritor israelí Gideon Levy «si Israel hubiera devuelto los Altos del Golán y firmado un tratado de paz con Siria oportunamente, esta guerra no hubiera sucedido».

    Israel perdió: no recuperó sus soldados, perdió más de 140 en combate, mostró su incapacidad para detener los cohetes de Hezbollah, aceptó la negociación como camino para la liberación de sus soldados, fracasó en su capacidad de brindar adecuada protección y ayuda humanitaria a su propia población y, lo más doloroso para el sionismo, acabó el mito del ejército invencible.

    Es innegable el asesinato de civiles en forma indiscriminada, así como el sembrado masivo con «bombas racimo» en zonas urbanas libanesas. Según la ONU, Israel arrojó más de 100.000 bombas de este tipo en las últimas 72 horas de la guerra cuando ya se sabía que habría un acuerdo de paz. En total, se calcula que Israel arrojó en el sur del Líbano 1 millón 300 mil bombas de fragmentación, contrarias al derecho internacional humanitario. Como dijo el jefe de una unidad militar israelí «lo que hicimos fue demente y monstruoso: cubrimos ciudades enteras con bombas racimo».

    Más allá de lo dogmáticamente religioso, políticamente desacertado y militarmente irresponsable de las acciones de Hezbollah, lo cierto es que Hezbollah ha sido prácticamente la única organización no palestina que ha peleado por los palestinos. Los palestinos no son una real prioridad ni para las Naciones Unidas, ni para la Unión Europea. Los países árabes tampoco han mostrado un fuerte compromiso por la causa palestina, no más allá del de querer ser los «dueños» de tal causa. Los dirigentes del mundo árabe, no sólo no han confrontado debidamente la ocupación sino que han terminado por aceptar la situación, como es el triste papel de Egipto.

    Es cierto que, en el caso del Líbano, las condiciones de vida de los palestinos en los campos de refugiados distan de un trato digno, viviendo graves limitaciones de libertad de movimiento y restricciones en el acceso a un trabajo, pero eso no restó apoyo a Hezbollah. Hezbollah tiene su propia agenda, que no es una organización exclusivamente pro palestina, y que ha cometido actos de terror, pero ninguna de estas consideraciones modifica el hecho de que muchos palestinos perciben en ellos la esperanza.

    La confrontación entre palestinos

    Palestina volvió a ser noticia por los choques armados entre Hamas y Fatah, que se han enfrascado en una confrontación que desvía la atención sobre la terrible ocupación israelí. En un fin de semana de septiembre, hubo una docena de muertos y medio centenar de heridos en la confrontación interna, en la que sin duda habría un ganador: Israel.

    La actual crisis en Gaza tiene un origen inmediato indiscutible: las elecciones palestinas de enero. Esa es la principal causa de la situación, más que el muro, la demolición de casas y los asesinatos de palestinos, los escándalos de corrupción, más que la infiltración de los servicios israelíes en los grupos palestinos. La novedad es el uso de los mecanismos democráticos por parte de Hamas. Los demás hechos ya existían sin que hubieran precipitado la situación actual. La unidad palestina no es solo un problema de cómo gobernar sino, aún más importante, cómo enfrentar la ocupación

    La «reocupación» de Gaza

    Escribo «reocupación» porque Gaza no ha dejado de estar ocupada. El Plan de Desconexión no significó un retroceso de la política de asentamientos sino su ratificación. Una ocupación termina cuando el poder ocupante no ejerce más control sobre el territorio ocupado. La ocupación en Palestina no es sólo la colonización ilegal de territorios mediante el sistema de asentamientos, por tanto el fin de tal sistema no es el fin de la ocupación, pero el fin de la ocupación necesariamente pasa por el desmantelamiento de tal sistema.

    Durante el 2006 Gaza ha estado sometida al control de sus fronteras y a las restricciones a las vidas de los civiles. Israel bombardeó la única planta eléctrica, realizó numerosas incursiones militares, conjugó los asesinatos selectivos y las invasiones militares masivas, destruyó casas, asesinó en los últimos cinco meses más de 300 civiles, atacó puentes y sedes civiles del gobierno palestino, destruyó cultivos e impidió el tránsito de personas y de mercancía y de dinero, de y hacia Gaza. Un dato ilustra las condiciones: de una lista de 473 medicamentos esenciales, 116 estaban prácticamente agotadas en Cisjordania y 80 en Gaza. La pobreza en Gaza pasó de 39% en 2000 a 79% en abril de 2006.

    Hoy día, hay 1,3 millones de personas encerradas en una gran prisión llamada Gaza, los donantes se retiran; las ONG humanitarias no pueden trabajar adecuadamente; la Unión Europea y demás donantes no defienden los derechos de los palestinos; Israel mantiene la ocupación y las Naciones Unidas miran para otro lado.

    Nuevo escenario

    Esas son pues las cosas que Sharón no pudo ver. Amos Oz recordaba el credo de Sharón: «lo que no se puede hacer con la fuerza se puede hacer con más fuerza» y eso es la consigna de sus seguidores. El nuevo escenario no es del todo nuevo: la ocupación se mantiene, la violencia contra los palestinos se mantiene, la doble moral de la comunidad internacional se mantiene. Las diferencias son que ya no está en el escenario político ni Sharón, ni Arafat, Hamas está en el gobierno y Hezbollah rompió el mito del ejército israelí. No es mucho pero tampoco es poco.

    Lo que se ve venir es más de lo mismo: el control israelí de los territorios ocupados, los rituales de las conferencias internacionales, más palestinos asesinados, casas demolidas y el avance imparable del muro a pesar de la Corte Internacional de Justicia. Los asentamientos siguen su crecimiento a pesar del derecho internacional, ocupando no sólo más territorio en Cisjordania sino consolidando la anexión de facto de Jerusalén. Hamas, por su parte, se mantiene en su posición de respuesta ante las agresiones israelíes: «Si Israel no permite a los palestinos vivir en paz, dignidad e integridad nacional, Israel tampoco podrá disfrutar de estos mismos derechos».

    La dinámica no puede explicarse solo por nombres como Arafat o Sharón. El discurso anti-árabe es profundo en la sociedad israelí: el 68% de judíos rechazarían vivir en el mismo edificio que un árabe y la mitad de los judíos israelíes expresan miedo o incomodidad cuando oyen gente hablando árabe.

    El fracaso de la democracia, como el del derecho, empuja la situación a tres posibles escenarios: a) una negociación directa Hamas-Israel, improbable, menos aún después de la herida en el orgullo israelí propinada por Hezbollah, b) una tercera Intifada, deseada por algunos de Hamas pero difícil dado el cansancio del mismo pueblo palestino, c) la perpetuación del Status Quo. De estas tres puede surgir una combinación de pasos adelante y atrás que, sin llevar a ningún puerto, finalmente perpetúan la ocupación. Una cuarta opción sería el avance del proyecto de España, Francia e Italia por lanzar un nuevo plan, pero tal anuncio parece más un titular sin contenido que una propuesta innovadora.

    La comunidad internacional continúa en la misma lógica de auto-reducirse a un papel de ONG humanitaria antes que a un sujeto de derecho internacional con derecho y deber de exigir el respeto a los derechos humanos de los palestinos.

    No bastó la desaparición política de Sharón para que se diera el fin de la ocupación. Han desaparecido Ben Gurion, Moshé Dayan y Golda Meir, sin que la situación palestina haya cambiado porque el problema no es de las personas en el poder sino de la naturaleza sionista de Israel: un eje político y religioso para el pueblo judío, naturaleza que, por definición, es incompatible con la democracia y con un lugar para el pueblo palestino, dígase lo que se diga.

    Se sigue confundiendo, pues, la acción política con la ayuda humanitaria, la crisis de aplicación del derecho internacional con la crisis humanitaria, las prioridades de los beneficiarios con las necesidades de los donantes, la neutralidad con la cobardía, la resistencia con el terrorismo, el derecho internacional con los Acuerdos de Oslo, y el antisionismo con el antisemitismo.

    PD: Sí, ya sé, el tema del terrorismo, no lo desconozco, sólo que preciso dos cosas que sobrepasan el alcance de este artículo: uno, resistencia es diferente de terrorismo, diferencia que puede y debe hacerse basándose en el derecho internacional aceptado por todas las naciones y, dos, quien no acepte hablar de ocupación en Palestina no tiene derecho de hablar de terrorismo.

  24. «Una miembro de mi familia estuvo en un tris de ponerse el velo…. y su futuro marido quería irse a Palestina, igual se convertía en una colona ilegal»

    Velo??? colona ilegal???

    suena extraño.
    Compleja familia la tuya Juanlu
    Jag Hanuka Smeaj
    para ti y el futuro marido de «la miembro de tu familia»

  25. Palestina en lucha
    19-12-2006

    La bula de Israel

    Alberto Piris
    La Estrella Digital

    Hay que empezar admitiendo que la palabra bula suena hoy algo extraña en bastantes oídos jóvenes que no han vivido bajo el nacionalcatolicismo español. Un inteligente y activo abogado treintañero, al preguntarle qué sabía él de las bulas, recordó textos universitarios y se refirió a documentos vaticanos con cierta validez normativa para el mundo católico. Hizo memoria, recordando también que las bulas tuvieron mucho que ver con la ruptura entre Martín Lutero y el Papado, aunque sin precisar más. Pero nunca en su vida privada había tenido nada que ver con tales documentos, ni tampoco en el ejercicio de su profesión.

    El Diccionario de la RAE, aparte de reseñar los nombres de las varias bulas conocidas (entre las que se encuentra la que había que adquirir, mediante el pago de un estipendio, para poder comer carne en días prohibidos por la Iglesia), añade la locución más usual todavía utilizada con esta palabra, al precisar que “tener bula” significa en sentido coloquial: “contar con facilidades negadas a los demás para conseguir cosas u obtener dispensas difíciles o imposibles”.

    Con estos antecedentes sobre el uso de la palabra “bula” (hermana etimológica, por cierto, del nombre del famoso restaurante catalán El Bulli), parece llegado el momento de confirmar la abrumadora sensación de que el Estado de Israel tiene una bula que le autoriza a cosas muy difíciles o imposibles para los demás Estados.

    Una bula que le permite soslayar, ignorándolas o incluso despreciándolas oficialmente, las resoluciones de Naciones Unidas que, aplicadas a otros Estados, llegan a acarrearles graves consecuencias. Pregúntese al respecto al pueblo iraquí, que las ha sufrido durante años. O al pueblo serbio, que también las padeció en su momento.

    La misma bula, de la que sorprende su carácter omnímodo, permite también a Israel mantener un arsenal nuclear —al que sólo alude en contadas ocasiones, con la complicidad de EEUU y otras potencias occidentales—, mientras que la sospecha de poseer armamento de la misma naturaleza puede generar una delicada crisis en Corea del Norte; y la sola idea de que Irán pudiera disponer de él dentro de algunos años hace resonar los tambores de guerra en Oriente Próximo. Tambores que todavía no se han acallado y hacen temer lo peor.

    La bula de Israel permite también a su Tribunal Supremo autorizar la ejecución de asesinatos selectivos que violan las más básicas normas del derecho internacional. Práctica que se inició con la intifada del año 2000 y que desde entonces han causado ya unos 340 muertos, de los que poco más de 200 eran sospechosos de ser insurgentes contra la ocupación israelí de Palestina. Murieron además en ellos unas 130 personas que tuvieron la mala suerte de coincidir con tan conocida y popular actividad del terrorismo de Estado israelí, que tan eficaz bula también parece amparar.

    Cualquier otro Estado que estuviera organizado sobre una base racial y religiosa, como es el caso de Israel, y que llevara a cabo las operaciones de limpieza étnica que perpetra sistemáticamente en Gaza y Cisjordania (sin olvidar Jerusalén), atraería sobre sí el rayo del repudio internacional y serias consecuencias morales y materiales, a las que la bula israelí le hace felizmente inmune.

    Como también es inmune frente a la acusación de matonismo internacional con el que acaba de privar por la fuerza al primer ministro palestino de la ayuda monetaria recaudada en el extranjero (con la que pagar a los funcionarios del Gobierno —democráticamente elegido— que llevan varios meses sin recibir sus haberes, gracias al sistemático boicot de EEUU y la Unión Europea), con la excusa de que puede servir para apoyar al terrorismo palestino. ¡Como si la ayuda financiera de EEUU no le sirviera a Israel para desarrollar su programa ilegal de armas nucleares! O para adquirir esos sistemas no tripulados de ataque a tierra desde el aire con los que prosigue su política de asesinatos selectivos. A cualquier otro Estado, esas operaciones violentas donde jamás se aplica la regla de la proporción entre respuesta y ataque, le supondrían una condena universal. La bula de Israel le ampara.

    Llega el momento de preguntarse dónde adquirió Israel tan eficaz bula. El estipendio pagado por ella tiene un nombre: el Holocausto. Sólo la memoria de este trágico etnocidio —que tan excelentes beneficios le rinde— permite a Israel seguir manteniendo una posición de privilegio en el concierto internacional de las naciones. ¿Hasta cuándo tendrá validez la bula israelí? ¿Será de carácter perpetuo?

    Los privilegios siempre han de ser administrados con cuidado. Un abuso de ellos conduce a situaciones reivindicativas de quienes sufren sus consecuencias. No es pues, de extrañar, que la hostilidad que la bula de Israel produce en muchos ámbitos enfrentados políticamente con ese país se extienda paulatinamente a otros que nunca han negado el Holocausto y que han asumido su estremecedora brutalidad, pero que empiezan a sentir cansancio por la explotación abusiva que el Estado sionista hace de tan aciago acontecimiento histórico.

    * General de Artillería en la Reserva Analista del Centro de Investigación para la Paz (FUHEM)

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  26. Pena de muerte

    Gideon Levy
    El Corresponsal de Medio Oriente y Africa

    El 3 de diciembre, el gabinete de seguridad decidió que los arrestos en Cisjordania se harían de ahora en adelante sólo con la autorización del Comando Central, pero al parecer la orden de dispararle a la cabeza a un muchacho y matarlo no requiere de autorización alguna. Es suficiente con salir del jeep, apuntar y disparar.

    ¿Qué estará pasando ahora por la mente del soldado que el domingo último le disparó su arma a un muchacho y lo mató? ¿Qué habrá pensado mientras le apuntaba a la cabeza? ¿Todavía estará pensando en su víctima? ¿Por qué hay que dispararles balas verdaderas a los niños que les arrojan piedras a los blindados? ¿Los soldados no tienen otros medios de castigo? ¿Y qué paso, también, con la decisión del gabinete de seguridad de promover la calma en Cisjordania?

    El 3 de diciembre, después de todo, el gabinete de seguridad decidió que los arrestos en Cisjordania se harían de ahora en adelante sólo con la autorización del Comando Central, pero al parecer la orden de dispararle a la cabeza a un muchacho y matarlo no requiere de autorización alguna. Es suficiente con salir del jeep, apuntar y disparar. Las Fuerza de Defensa de Israel, como sabemos, se oponen a un cese de hostilidad en Cisjordania.

    Jamil Jabaji, de 14 años, el «muchacho de los caballos» del campo de refugiados Askar, en Nablús, había estado tirando piedras a un Hummer israelí que rondadaba el campo de refugiados, y un soldado lo mató a sangre fría. El vehículo se movía despacio, según el testimonio de los niños, deteniñéndose a cada paso, en lo que los chicos pensaron era un tipo de provocación, como si intentara atraerlos, hasta que se detuvo y dos soldados se asomaron, apuntándoles. Nada de gases lacrimógenos ni balas de goma. Fuego vivo. La pena de muerte por tirar piedras.

    A Jamil le gustaban los caballos, actuar en el grupo de teatro del centro comunitario local, tomar clases de karate, era el goleador en el equipo de fútbol de los chicos del campamento y miembro de los Boy Scputs. Él era el más alto de los chicos que estaban de pie en la colina tirándole piedras al jeep que circulaba debajo. Quizá su altura decretó su muerte. Quizá por eso el soldado apuntó específicamente a su cabeza. Una bala que entró por la frente y terminó en la nuca, asegurándole una muerte instantánea.

    Al día siguiente los niños erigieron un pequeño monumento conmemorativo para Jamil: un montículo de piedras y una corona de flores, con su fotografía en el centro, en el margen de la pequeña plantación de olivos, no lejos de la cabaña que aloja a su querido caballo, Musahar. Precisamente en el lugar donde murió. Jamil es el tercer muchacho en ser matado aquí en los últimos años, entre Askar y el asentamiento de Elon Moreh, que domina el área desde la altura de una colina.

    Las estrechas calles del nuevo campamento de refugiados de Askar están decoradas ahora con las fotos del chico muerto. Hace frío en la casa de los Jabaji. La abuela Askiya está en su cama de hierro, envuelta en mantas, mirando todo el día la fotografía de su nieto en la pared, rodeada de flores. Ella tiene 78 años y nació en Lod. Jamil era su nieto más chico, el mimado de la familia.

    El padre, Abed al-Karim, no está por aquí. Durante la mayor parte de su tiempo trabaja en la fábrica de salchichas Eli, en Bnei Brak; pero ahora, cuando Israel ha matado a su hijo, él está fuera del país y no puede permitirse el lujo de volver para lamentarlo. Unos días antes de la tragedia fue a Jordania con su hijo Hamis, de 19, que padece una rara enfermedad terminal. Hamis debe ser operado en Jordania, y su padre no tiene el dinero suficiente para regresar para el funeral.

    Wafiya, la desconsolada madre, está llorando. Empuja con furia el portafolios escolar de Jamil debajo de la cama y se arroja al suelo. «Ellos dijeron que él estaba siendo buscado? Él era tan temoroso que inclusive, por las noches, yo lo tenía que acompañar al baño, que está fuera de la casa…»

    Un chico, Mohammed Masimi, entra en la casa, y las señales de shock se le notan con claridad. Su cara está helada, se come las uñas y tiene la mirada perdida. Él era el mejor amigo de Jamil. «Todavía no puedo creer que ya no esté», masculla suavemente.

    Los dos crecieron juntos en las callejuelas del campamento; juntos fueron hace una semana a la escuela del campamento ese día, juntos regresaron a casa al mediodía. Jamil le dijo a Mohammed que por la tarde él iría a su grupo de teatro. Después Jamil le pidió un shekel a su madre para comprar algo hasta que el almuerzo estuviera listo. Él salió y nunca regresó. Probablemente, compró un dulce y se fue a la cabaña del final de la calle para ver a «su» caballo Musahar. Iba a verlo todos los días, le daba un terrón de azúcar y lo cepillaba. Ese domingo él también estuvo en la caballeriza, hasta que con sus amigos notaran el jeep del ejército que bajaba de Elon Moreh. Aproximadamente 10 niños, la mayoría de ellos de la edad de Jamil, se apuraron para esperarlo en el bosquecito de olivos, junto al camino que baja del asentamiento hacia la parte norte de Nablus.

    También nosotros dejamos la casa ahora para seguir los últimos pasos de Jamil. En la caballeriza de Mahmoud Adawi el caballo grisáceo está comiendo su forraje. Cinco caballos están encerrados en el esqueleto de un camión vacío; estando siendo entrenados para carreras. Unos días antes de que Jamil fuera baleado, su Musahar ganó una carrera en Jericó. Jamil nunca montó el animal porque era demasiado pesado para un caballo de carrera.

    En la caballeriza nos encontramos con M. -un pequeño y dulce muchacho con voz chillona, que lleva una camiseta que dice Equipo Callejero- y con A., un niño musculoso de 15 años que se alisa el pelo con gel, como la mayoría de los muchachos del campo de refugiados. M. y A. estaban entre los chicos que arrojaron piedras en ese domingo fatal. Una pierna de A. tiene cicatrices: en 2002, el ejército israelí disparo un misil en su casa, matando a cuatro personas, incluido su padre y un niño de 8 años, y le provocó heridas.

    De la caballeriza nos dirigimos hacia el bosquecillo de olivos. M. nos guía, mientras habla con su voz infantil. Brilla un sol otoñal. La plantación está bien cuidada. Las casas de Elon Moreh cuelgan de la colina, el camino serpentea más abajo. Aunque la ruta pasa al pie del bosquecillo, debido a su pendiente sólo es visible si uno está de pie en el mismo borde de la colina, a unos 10 metros de alto. De aquí el camino continúa al checkpint de Wadi Bazan, que separa a Nablús del área de Jenín.

    Los niños relatan que ellos empezaron a correr a lo largo de la colina y le tiraron piedras al blindado; el camino todavía está lleno de ellas. El vehículo -dijeron- iba despacio, parando cada pocos metros. Ellos están convencidos de que los soldados buscaban que le tiraran las piedras y se acercaran más. Los niños cayeron en la trampa. Se asomaron, Jamil en el medio, arrojándole piedras. Y entonces el vehículo paró por completo y se asomaron dos soldados. Apuntaron sus armas y dispararon cuatro balas a los niños.

    A Jamil le dieron en la cabeza y cayó. Los otros corrieron por sus vidas en el medio del pánico. Sólo M. y A. se quedaron intentando arrastrar el cuerpo de su amigo. Pero Jamil era un muchacho pesado y fueron incapaces de moverlo, hasta que Ali Abu Sanafa, que vive en la última casa antes de la plantación de olivos, los ayudó a evacuar al muchacho. Jamil fue cargado en un taxi y llevado al Hospital Rafidia, de Nablús, donde lo declararon muerto. Los niños dijeron que su ropa estaba manchada con masa encefálica.

    Por qué tiran piedras, les pregunto a los niños de Askar. El pequeño M. ofrece su tímida sonrisa y no dice nada. A. dice que «es un juego». Desde la tragedia ellos no se han atrevido a regresar a este lugar. Aquí también murió otro muchacho, Oday Tantawi, de 14 años; aquí también murió Bashar Zabara, de 13. Los dos fueron matados en el pequeño bosque de olivos, a sólo unos metros del monumento improvisado para Jamil. El dueño de la caballeriza dice que Jamil a veces llegaba a las seis de la mañana, antes de ir a la escuela, a alimentar su caballo.

    Jamil no tenía un cuarto propio. Compartía una cama doble. No hay ninguna mesa en la casa. En las descascaradas paredes hay un certificado que acredita que Jamil ha merecido el cinturón amarillo en karate Shotokan. Su madre también muestra su credencial de los Boy Scouts, con la imagen de un muchacho con corbata azul, camisa celeste y boina azul.

    En el centro comunitario del campo de refugiados un joven voluntario sueco le enseña a una niña, en un mapa coloreado en la pared, dónde queda Africa. La fotografía de Jamil está pegada en el vidrio de la puerta. El director del centro, Yusuf Abu Saraya, dice que Jamil participó en la mayoría de las actividades del centro, pero le gustaba especialmente el teatro. Aquí está su fotografía, que lo muestra de pie sobre una piedra en el bien cuidado patio de recreo de la escuela, un regalo de Europa, con su cara pintada con colores de guerra.

    «Nosotros esperamos que el ejército ya no venga más a Askar», dice Abu Saraya. «Es difícil impedirles a los niños que tiren piedras. No hay ninguna base del ejército aquí, sólo un campamento de refugiados. La plantación de olivos es el único lugar donde los chicos pueden respirar aire fresco y olvidarse por un momento de su atestado campamento. Jamil no es el primer muchacho en ser matado allí.»

    Abu Saraya agrega: «Los israelíes no dicen que mataron a un muchacho. Dicen que mataron a alguien que estaba poniendo en peligro las vidas de los soldados. ¿Pero qué niño puede poner en peligro las vidas de soldados? A veces dicen que el muchacho estaba armado, ¿pero qué niño puede llevar un rifle? ¿Qué excusa tienen para venir aquí? Si usted quiere defender su país, no venga a Askar. Desde aquí usted no puede defender Tel Aviv. Askar no pone en peligro Tel Aviv.»

    La respuesta del vocero de las Fuerzas de Defensa Israelíes: «Por orden del abogado militar general, la policía militar ha iniciado una investigación para determinar las circunstancias que rodean este incidente. Cuando finalicen las investigaciones, sus resultados serán dados a conocer por esta oficina.»

    La fuente: El autor es columnista del diario israelí Haaretz (El País). La traducción del inglés pertenece a Sam More para elcorresponsal.com.

    http://www.elcorresponsal.com/modules.php?name=News&file=article&sid=4871

  27. Muy interesante Kfar, tu estado judío es puro apartheid dentro y fuera…

    Breve repaso a algunas extraordinarias conquistas de la democracia israelí
    La palabra que empieza por “A”

    Saree Makdisi
    CounterPunch
    Traducido para Rebelión por LB

    El ex presidente usamericano Jimmy Carter ha sido blanco de continuos ataques por haberse atrevido a utilizar la palabra “apartheid” para describir la política de Israel en Cisjordania. Sin embargo, ninguna de las personas que lo han criticado ha presentado un sólo argumento convincente que justifique la vehemencia de su exaltada respuesta, y mucho menos aún que refute la afirmación central de Carter de que Israel concede derechos a residentes judíos que se instalan ilegalmente en territorio palestino mientras que deniega esos mismos derechos a los palestinos nativos. Nada de extraño tiene [que tales críticos no presenten ningún argumento convincente contra las declaraciones de Carter], habida cuenta de que su empeño significa desafiar a la propia realidad. Israel mantiene en Cisjordania dos redes separadas de carreteras: una para uso exclusivo de los colonos judíos y otra para los nativos palestinos. ¿No es eso apartheid?

    Los israelíes no permiten a los palestinos conducir sus propios automóviles en gran parte de Cisjordania; a menudo los israelíes interrumpen o paralizan completamente el transporte público palestino mediante una tupida red de controles militares que los colonos judíos atraviesan tranquilamente en sus propios automóviles sin ni siquiera tener que detenerse en las barreras que bloquean el tránsito de los nativos. ¿No es eso apartheid?

    Un sistema de cierres y toques de queda ha asfixiado la economía palestina en Cisjordania, pero ninguna de sus disposiciones se aplica a las colonias judías. ¿No es eso apartheid?

    Enclaves enteros de Cisjordania, clasificados por el ejército israelí como “áreas militares cerradas”, permanecen cerrados para los palestinos, incluyendo a los palestinos que poseen tierras en ellos; por contra, todos aquellos extranjeros susceptibles de acogerse a la Ley israelí de Retorno (es decir, cualquier judío originario de cualquier parte del mundo), puede entrar en dichas áreas sin restricciones. ¿No es eso apartheid?

    Israel aplica dos conjuntos de normas y regulaciones en Cisjordania: uno para judíos y otro para no judíos. Lo único que se puede reprochar al uso de la palabra “apartheid” para describir semejante repugnante sistema es que la versión sudafricana de la discriminación institucionalizada nunca llegó a ser tan elaborada como su equivalente israelí, ni se benefició jamás de un coro de simpatizantes tan vehemente en el seno de usamericanos por lo demás liberales.

    Sin embargo, el error más aparatoso del libro de Carter es su insistencia en que el término “apartheid” no debe aplicarse a Israel propiamente dicho, pues allí, afirma el ex presidente, ciudadanos judíos y no judíos reciben el mismo trato ante la ley. Eso es simplemente falso. La ley israelí admite diferencias en los privilegios concedidos dentro del Estado a ciudadanos judíos y no judíos en cuestiones tales como el acceso a la tierra, la reunificación familiar y la adquisición de la ciudadanía. Así, por ejemplo, la ley israelí de ciudadanía prohíbe que los ciudadanos palestinos de Israel casados con palestinos de los territorios ocupados puedan vivir juntos en Israel. Una ley similar, aprobada en Sudáfrica durante el período de apogeo del apartheid, fue revocada por la Corte Suprema sudafricana por violar los derechos de la familia. La Corte Suprema israelí ha dado su visto bueno a esa ley justo este año.

    Israel se proclama abiertamente como el Estado del pueblo judío y no como el Estado de los ciudadanos que viven en su seno (una quinta parte de los cuales son árabes palestinos). De hecho, a la hora de registrar a los ciudadanos, el Ministerio del Interior israelí les asigna un completo surtido de nacionalidades diferentes de la “israelí”. En el registro oficial, la línea donde se consigna la nacionalidad de un ciudadano judío reza: “Judío”. En el caso de un ciudadano palestino, la misma línea dice: “Árabe”. Cuando contra esta flagrante desigualdad se planteó una protesta que acabó llegando hasta la Corte Suprema israelí, el juez decretó su legalidad esgrimiendo el argumento de que “No existe una nación israelí separada del pueblo judío”. Evidentemente, semejante proclama deja a los ciudadanos no judíos de Israel en una situación un tanto ambigua, como mínimo. No es de extrañar, por consiguiente, que una sólida mayoría de judíos israelíes considere a sus conciudadanos árabes como —por decirlo en sus propios términos— “una amenaza demográfica”, que muchos —incluido el vice-primer ministro— desearían ver erradicada por completo. ¿Qué es eso, sino racismo? Muchas de las mismas personas e instituciones que con tanto ardor se dedican a atacar al presidente Jimmy Carter no tolerarían ni por un instante que una injusticia tan escandalosa como ésa tuviera lugar en USA. ¿Por qué condonan el racismo descarnado que practica Israel? ¿Por qué arremeten contra nuestro ex presidente por haber expresado en conciencia su opinión acerca de semejante sistema de segregación étnica?

    Tal vez el motivo sea que ellos mismos son conscientes de que están defendiendo lo indefendible, demasiado conscientes de que el emperador cuyas vergüenzas tratan de tapar está realmente desnudo. Hay un límite más allá del cual una operación de camuflaje así ya no puede continuar. Y la principal lección dell libro de Carter (1) es que por fin hemos llegado a ese punto límite.

    NOTAS:

    (1) Su título en inglés es: «Palestine: Peace Not Apartheid»

    Texto original: http://www.counterpunch.org/makdisi12202006.html

    Saree Makdisi, profesor de inglés en la UCLA, es autor de Romantic Imperialism: Universal Empire and the Culture of Modernity (Cambridge University Press, 1998) y de William Blake and the Impossible History of the 1790s (University of Chicago Press, 2003). Puede ser contactado en: makdisi@humnet.ucla.edu

  28. 25-12-2006

    ¿Quieren Estados Unidos e Israel un Oriente Próximo sumido en una guerra civil?

    Jonathan Cook
    The Electronic Initfada

    Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

    La era del Oriente Próximo fuerte, apuntalado por occidente y obediente a la política occidental parece definitiva y verdaderamente terminada. Su poder está siendo reemplazado por el gobierno por medio de la guerra civil, al parecer el modelo favorito del gobierno estadounidense en toda la zona.

    Los territorios palestinos ocupados, Líbano e Iraq amenazan con sumirse, o ya lo están, en luchas fraticidas. Siria e Irán podrían ser pronto los próximos, destrozados por ataques que, según se dice, está planeando Israel en nombre de Estados Unidos. Es probable que las repercusiones puedan consumir la zona.

    A los políticos occidentales les gusta describir la guerra civil como una consecuencia del fracaso de occidente en intervenir más eficazmente en Oriente Próximo. Si nos hubiéramos comprometido más en el conflicto israelo-palestino, o nos hubiéramos opuesto más agresivamente a las manipulaciones sirias en Líbano, o hubiéramos sido más prácticos en Iraq, se habrían podido evitar las luchas. Lo que subyace a ello, por supuesto, es que sin el benévolo asesoramiento occidental, las sociedades árabes son incapaces de salir por sí mismas de su primario estado de barbarie.

    Pero, de hecho, cada uno de estos desmoronamientos de los valores sociales parecen haber sido maquinados ya sea por Estados Unidos o por Israel. En Palestina, Líbano e Iraq la diferencia sectaria es menos importante que un conflicto de ideologías políticas e intereses mientras facciones rivales discrepan acerca de someterse, o resistir, a las interferencias estadounidenses o israelíes. De dónde derivan las facciones sus fondos y su legitimidad -la opción se limita cada vez más a Estados Unidos e Irán- parece determinar su posicionamiento en esta confrontación.

    Palestina está conmocionada porque los ciudadanos palestinos están divididos entre su democrático deseo de ver que se opone resistencia a la ocupación israelí -en elecciones libres mostraron que creían que Hamas era el partido mejor situado para llevar a cabo este objetivo- y la necesidad básica de poner comida en la mesa para sus familias. El asedio económico conjunto israelí e internacional al gobierno de Hamas, y a la población palestina, ha hecho inevitable una amarga lucha interna por el control de los recursos.

    Líbano se está desmoronando porque los libaneses están divididos: algunos creen que el futuro del país radica en atraer capital occidental y en dar la bienvenida al abrazo de Washington, mientras que otros consideran que los intereses estadounidenses son una tapadera para que Israel realice su antiguo diseño de convertir Líbano en un Estado vasallo, con o sin una ocupación militar. El lado que elijan los libaneses en el actual pulso refleja su opinión acerca de lo plausibles que son las afirmaciones de la benevolencia occidental e israelí.

    Y la carnicería en Iraq no es simplemente el resultado de la anarquía -como se suele describir- sino que también tiene que ver con los grupos rivales, los imprecisos «insurgentes», que utilizan diferentes y contradictorias estrategias: tratan de derrocar a los ocupantes anglo-estadounidenses y castigar a los iraquíes sospechosos de colaborar con ellos; obtienen beneficios del régimen títere iraquí y se disputan posiciones influyentes antes de la inevitable salida triunfal de los estadounidenses.

    Se podían haber previsto todas estas consecuencias en Palestina, Líbano e Iraq – y casi con seguridad lo fueron. Más aún, cada vez parece más probable que las crecientes tensiones y carnicería fueron planeadas. Más que el problema sea la ausencia de la intervención occidental, parece que el objetivo de la intervención es, precisamente, la violencia y fragmentación de estas sociedades.

    En Gran Bretaña han aparecido pruebas que sugieren que ése fue el caso en Iraq. El testimonio ofrecido por un importante alto cargo británico a la comisión de investigación Butler de 2004, que investigó los errores garrafales de la inteligencia durante el periodo previo a la invasión de Iraq, fueron tardíamente publicados esta semana, tras los intentos del Foreign Office de silenciarlo.

    Carne Ross, un diplomático que ayudó a negociar varias resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, declaró a la comisión de investigación que los altos cargos británicos y estadounidenses sabían muy bien que Sadam Husein no tenía armas de destrucción masiva, y que derrocarlo llevaría al caos.

    «Recuerdo que varias ocasiones el equipo británico formuló con palabras este punto de vista durante nuestras discusiones con Estados Unidos (que estaban de acuerdo)», afirmó, y añadió: «Al mismo tiempo, cuando Estados Unidos sacaba a relucir el asunto, muchas veces argumentábamos que el ‘cambio de régimen’ no era aconsejable, más que nada por la razón de que Iraq se sumiría en el caos».

    La pregunta obvia, entonces, es ¿por qué Estados Unidos querría la guerra civil que asola todo Oriente Próximo y que, aparentemente, amenaza intereses estratégicos como el suministro de petróleo y la seguridad de un aliado regional clave, Israel?

    Hasta la presidencia de Bush hijo, la doctrina estadounidense en Oriente Próximo ha sido instalar o apoyar hombres fuertes, mantenerlos o sustituirlos cuando caían en desgracia. Entonces, ¿por qué el dramático y, cuando menos aparentemente, incomprensible cambio de política?

    ¿Por qué permitir el aislamiento y humillación de Yasser Arafat en los territorios ocupados, seguido por Mahmoud Abbas, cuando ambos podrían haber sido cultivados fácilmente como hombres fuertes si se les hubieran dado las herramientas que implícitamente prometió el proceso de Oslo: un Estado, la pompa del cargo y los medios coercitivos para imponer su voluntad sobre grupos rivales como Hamas? Con escasas concesiones a Israel que mostrar durante años de, ambos les parecían a los palestinos más perritos falderos que rottweilers.

    ¿Por qué armar un escándalo repentino e innecesario acerca de la interferencia de Siria en Líbano, una interferencia que occidente alentó en un principio como un modo de mantener tapada la violencia sectaria? ¿Por qué desbancar a Damasco de la escena y promover entonces una «Revolución del Cedro» que le hizo el juego a los intereses de una sola sección de la sociedad libanesa y siguió ignorando las inquietudes de la comunidad más grande e insatisfecha, los chiís? ¿Qué podría resultar de esto sino la explosión del resentimiento y la amenaza de la violencia?

    ¿Y por qué invadir Iraq con el falso pretexto de localizar armas de destrucción masiva y el derrocamiento del dictador, Sadam Husein, que durante décadas había sido armado y apoyado por Estrados Unidos y había mantenido a Iraq unido de manera eficaz aunque despiadada? De nuevo, gracias al testimonio de Carne está claro que nadie en los servicios de inteligencia pensaba que Sadam planteara realmente una amenaza para Occidente. Incluso si había que «contenerlo» o posiblemente reemplazarlo, como parecían creer los predecesores de Bush, ¿por qué el presidente decidió simplemente derrocarlo, dejando un vacío de poder en el corazón de Iraq?

    La respuesta parece tener relación con el ascenso de los neocons, que finalmente se hicieron con el poder con la elección del presidente Bush. La página web más popular de Israel, Ynet, observó hace poco acerca de los neocons: «Muchos son judíos que comparten el amor a Israel.»

    La visión de los neocons de la supremacía global estadounidense está íntimamente unida a la supremacía regional de Israel, y depende de ella. No se trata tanto de que los neocons elijan promover los intereses de Israel por encima de los de Estados Unidos como de que ellos consideran inseparables e idénticos los intereses de ambas naciones.

    Aunque se suelen identificar con la derecha israelí, la alianza política de los neocons con el Likud refleja fundamentalmente su apoyo a adoptar medios beligerantes para alcanzar sus objetivos políticos, más que a los propios objetivos.

    El objetivo constante de la política israelí, de izquierda y de derecha, ha sido durante décadas adquirir más territorio a expensas de sus vecinos y consolidar su supremacía regional por medio del «divide y vencerás», particularmente de sus vecinos más débiles, como los palestinos y los libaneses. Siempre ha abominado el nacionalismo árabe, especialmente la variedad baathista en Iraq y Siria, porque parecía inmune a las intrigas israelíes.

    Durante muchos años Israel favoreció el mismo enfoque colonial que occidente utilizó en Oriente Próximo, donde Gran Bretaña, Francia y después Estados Unidos apoyaron a dirigentes autocráticos, generalmente de poblaciones minoritarias, para gobernar sobre la mayoría en los nuevos Estados que habían creado, ya fueran cristianos en Líbano, alhuitas Siria, sunniís in Iraq, o hachemitas en Jordania. De este modo las mayorías se debilitaron y las minorías se vieron obligadas a hacerse dependientes de los favores coloniales para mantener su posición privilegiada. Por ejemplo, la invasión israelí de Líbano en 1982 fue diseñada de forma similar para ungir a un hombre fuerte cristiano y títere de Estados Unidos, Bashir Gemayel, como un presidente dócil que estaría de acuerdo con una alianza anti-siria con Israel.

    Pero décadas de controlar y oprimir a la población palestina permitieron a Israel desarrollar un enfoque diferente al divide y vencerás, que se puede denominar caos organizado, o el modelo de «discordia», uno que vino a dominar primero sus ideas y luego las de los neocons.

    Durante su ocupación de Cisjordania y Gaza, Israel prefirió la discordia a un hombre fuerte, consciente de que el prerrequisito para este último habría sido la creación de un Estado palestino y suministrarle una fuerza de seguridad bien armada. Ninguna de esas opciones fue nunca contemplada seriamente.

    Sólo brevemente y bajo presión internacional Israel fue obligado a transigir y a adoptar parcialmente el modelo de hombre fuerte permitiendo la vuelta de Yasser Arafat del exilio. Pero la reticencia de Israel a dar a Arafat los medios para asentar su gobierno y suprimir a sus rivales, como Hamas, llevó inevitablemente al conflicto entre el presidente palestino e Israel, que acabó con la segunda Intifada y la readopción del modelo de discordia.

    Este último enfoque explota los fallos de la sociedad palestina para exacerbar las tensiones y la violencia. Israel lo logró inicialmente promoviendo la rivalidad entre dirigentes regionales y de clan que fueron obligados a competir por el patrocinio de Israel. Más tarde, Israel fomentó la emergencia del extremismo islámico, especialmente en la forma de Hamas, como un contrapeso para la creciente popularidad del nacionalismo laico del partido de Arafat, Fatah.

    El modelo de discordia de Israel está llegando ahora a su apoteosis: un guerra civil de baja intensidad y permanente entre la vieja guardia de Fatah y los advenedizos de Hamas. Este tipo de luchas internas palestinas agota útilmente las energías de la sociedad y su habilidad para organizarse contra el enemigo real: Israel y su imperecedera ocupación.

    Según parece, a los neocons les impresionó este modelo y quisieron exportarlo a otros Estados de Oriente Próximo. Con [el gobierno] Bush lo vendieron a la Casa Blanca como una solución a los problemas de Iraq y Líbano, y últimamente también de Irán y Siria.

    No hay duda de que el objetivo del ataque israelí a Líbano de este verano fue provocar una guerra civil. El ataque fracasó, como admiten incluso los israelíes, porque la sociedad libanesa se unión detrás de la impresionante muestra de resistencia de Hizbullah en vez de, como se esperaba, atacar a la milicia chií.

    La semana pasada la página web israelí Ynet entrevistó a Meyrav Wurmser, una ciudadana israelí y co-fundadora de MEMRI, un servicio que traduce los discursos de los dirigentes árabes y sobre el que hay fuertes sospechas de que tenga relación con los servicios de seguridad israelíes. También es la mujer de David Wurmser, un importante consejero neocon del vice-presidente Dick Cheney.

    Meyrav Wurmser reveló que el gobierno estadounidense había dado largas públicamente al asunto durante el ataque israelí a Líbano porque esperaba que Israel extendiera su ataque a Siria.

    «El enfado [en la Casa Blanca] se debía al hecho de que Israel no luchó contra los sirios … Los neocons son responsables de que Israel se tomara mucho tiempo y espacio… Creían que permitiría ganar a Israel. En gran parte se debía la idea de que Israel lucharía contra el enemigo real, el que respalda a Hizbullah. Era obvio que es imposible luchar directamente contra Irán, pero la idea era que se iba a atacar al importante y estratégico aliado [Siria] de Irán».

    Wurmser continuó: «Para Irán es difícil exportar su revolución chií sin unirse Siria, que es el último país nacionalista árabe. Si Israel hubiera atacado a Siria, hubiera sido un golpe tan duro para Irán que le hubiera debilitado y cambiado el mapa estratégico de Oriente Próximo».

    Los neocons hablan mucho de cambiar el mapa de Oriente Próximo. Igual que Israel está desmembrando los territorios ocupados en ghettos aún más pequeños, Iraq está siendo despiezado en mini-Estados enfrentados. Se espera que la guerra civil desvíe las energías iraquíes de la resistencia a la ocupación estadounidense y hacia consecuencias más negativas.

    Parece que a Irán y Siria les esperan destinos similares, al menos si, a pesar de que su influencia está languideciendo, los neocons logran llevar a cabo su visión durante los dos últimos años de [gobierno de] Bush.

    La razón es que parece que Israel y sus aliados neocons tienen un enorme interés en un Oriente Próximo caótico y enfrentado, aunque para otros observadores más informados esto sea un desastre. Aquellos creen que todo Oriente Próximo puede ser controlado con éxito de la misma manera que Israel ha controlado a la población palestina dentro de los territorios ocupados, donde se han acentuado las divisiones religiosas y laicas, y dentro del propio Israel, donde durante muchas décadas los ciudadanos árabes fueron «des-palestinizados» y convertidos en musulmanes, cristianos, drusos y beduinos inactivos y faltos de identidad.

    Esta conclusión puede parecer insensata, pero también lo es la idea de la Casa Blanca de que está envuelta en un «choque de civilizaciones» que puede ganar con una «guerra contra el terrorismo».

    Todos los Estados son capaces de actuar de una manera irracional o auto-destructiva, pero Israel y quienes lo apoyan parecen más vulnerables a este defecto que la mayoría. La razón de ello es que la percepción que tiene Israel de su zona ha sido fuertemente distorsionada por la ideología oficial del Estado, el Sionismo, que es la creencia en el derecho inalienable de Israel a preservarse a sí mismo como un Estado étnico, por sus confusas ideas, extrañas para una ideología laica, acerca de los judíos que retornan a una tierra prometida por Dios, y por su desprecio, y negativa a entender, por todo lo que sea árabe o musulmán.

    Más locos somos nosotros si esperamos un comportamiento racional de Israel o de sus aliados neocons.

    Jonathan Cook es un escritor y periodista que vive en Nazareth, Israel. Su libro, Blood and Religion: The Unmasking of the Jewish and Democratic State, está publicado por Pluto Press

  29. Palestina en lucha
    25-12-2006
    Cuando negacionismo y sionismo se confirman mutuamente

    ¿En qué beneficia a los palestinos la negación del genocidio de los judíos?

    Unión Judía francesa por la Paz
    oumma.net

    Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Caty R.

    Los negacionistas en el movimiento de apoyo a los palestinos. Era de esperar, por dos razones:

    La instrumentalización del genocidio por el sionismo, que vio en él un medio de convencer a los judíos para agrupar a los sionistas y reunirlos en su “su refugio natural”, el estado de Israel.

    El desarrollo de un discurso antijudío árabe-musulmán tomado de la historia europea, lo que podemos considerar no como un efecto, sino como una victoria del imperialismo cultural de Occidente.

    El genocidio se convirtió en un argumento político para justificar la política israelí. De ahí las reacciones de los que se oponen a la argumentación sionista, negando un genocidio que habría sido inventado por este movimiento para justificar mejor su agresión contra los palestinos. Con mayor motivo porque, concentrando una parte de su actividad en la memoria del genocidio, el movimiento sionista sabía que mataba dos pájaros de un tiro: por un lado recordaba a los judíos que tardaban en ir a su país que viven siempre con el riesgo de una nueva Shoah, y por otra parte les recordaba a sus aliados que seguían siendo siempre sospechosos de antisemitismo y que deberían portarse bien con quienes se autoproclamaron representantes exclusivos de los judíos en el mundo.

    Frente a estas maniobras, era una gran tentación intentar desmontar la mala fe sionista tomando del discurso antisemita europeo los argumentos que permitían, de una vez por todas, convencer de la mala fe del enemigo. El negacionismo llega oportunamente para desenmascarar la maniobra que sería de la incumbencia no sólo del sionismo, sino en general de todos los judíos considerados en su conjunto. Podemos entonces oponer a la instrumentalización de la memoria por el sionismo y sus simpatizantes el sufrimiento de los palestinos.

    Estos dos discursos, el sionista y el negacionista, se confirman mutuamente.

    En este asunto, las verdaderas víctimas no cuentan, sean los judíos exterminados por los nazis o los palestinos masacrados por el estado de Israel.

    Frente a esta doble mala fe debemos explicar:

    Primero, que las atrocidades nazis y en particular la matanza sistemática de los judíos, no dan ningún derecho, a los que apelan a un obsesivo deber de la memoria, a perpetrar crímenes contra los palestinos; que la injusticia de 1948 no tiene por qué ser el precio que hay que obligar a pagar a los habitantes de Palestina por un crimen cometido en Europa por los europeos.

    Luego, que no se apoya la dura lucha de los palestinos negando un crimen con la excusa de que en nombre de aquel crimen el sionismo justifica sus crímenes de hoy. Recordemos que destacadas personalidades palestinas (Mahmud Darwish, Edward Said,
    Elias Sanbar) se opusieron en 2001 a un coloquio negacionista en Beirut.

    Por último, que no porque algunos se extravíen en la lucha contra el sionismo, haya que abandonar la crítica del sionismo. No nos queda más remedio que colocar en el mismo plano la mascarada negacionista de Teherán y los discursos antisionistas.

    Cuando denunciamos la ecuación “judío igual a sionista” utilizada a la vez por los defensores incondicionales de la política israelí y por los antisemitas y los negacionistas, denunciamos tanto a los que atacan en bloque a los judíos en nombre de la lucha contra el sionismo como a los que, con el pretexto de la lucha contra el antisemitismo, se convierten en incondicionales del sionismo (así la petición de Elie Wiesel, Alain Finkielkraut y algunos otros los que reclaman sanciones contra Irán).

    Oficina Nacional del UJFP, 17 de diciembre de 2006

    Unión Judía francesa por la Paz (UJFP) 21 ter rue Voltaire 75011, París

    Texto original en francés: http://oumma.net/spip.php?article2292

    Caty R. es miembro de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, la traductora y la fuente.

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