Palestina ya no será más un «territorio»

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Este jueves, si se confirman todos los pronósticos, la Asamblea General de la ONU concederá a Palestina, por amplia mayoría, el estatus de estado observador no miembro, abandonando de una vez por todas el indefinido y vacuo término de entidad. Aunque suene a pura retórica, nada más lejos de la realidad, Palestina dejará de ser un simple conjunto de territorios a ocupar a placer para convertirse en un estado ocupado. Ahí es nada. Aunque de principio no vaya a cambiar la vida de sus habitantes e incluso pueda empeorarla a tenor de las amenazas israelíes, sí que se trata de un paso cualitativo en la consecución de la tan anhelada libertad nunca alcanzada por contraponerse al sueño judío del Eretz Israel, que siempre incluyó en los enfermizos delirios de los inventores del artificioso pueblo y el estado judíos, las tierras delimitadas desde el Mediterráneo hasta el río Jordán, es decir, toda la Palestina histórica y muchísimo más de los que les fue regalado arbitrariamente por la ONU robándoselo a sus legítimos y ancestrales pobladores.

La poderosa maquinaria de información de los sionistas de todo el mundo, con el apoyo de los cristosionistas norteamericanos, ha logrado trocar las víctimas en verdugos y, casi, a los ocupantes en ocupados. Siempre han criticado las pretensiones de que los árabes querían echarlos al mar, cuando lo cierto es que los que han sido empujados hacia el mar han sido los gazatíes, los que viven hacinados en campos de refugiados provenientes de ciudades de donde fueron expulsados por la fuerza y la sinrazón de las armas. O aquellos millones de palestinos de la diáspora que aún malviven provisionalmente en los países circundantes esperando volver un día a sus antiguas casas hoy ocupadas por extranjeros provenientes de muchos países del mundo sin conexión alguna con aquella tierra.

A partir del jueves, la Línea Verde, las fronteras anteriores a 1967 serán las fronteras oficiales de Palestina. La política de conquista medieval de Israel, de robo de tierras, de hechos consumados perderá validez. De ahí los esfuerzos hebreos de comenzar a negociar de cero, sin condiciones —como dicen ellos— contando de facto con lo ya usurpado en fechas recientes. Las mismas trampas del lenguaje de siempre, no por manidas y devaluadas menos usadas en la propaganda oficial israelí —la hasbará— y en la norteamericana.

Justo lo mismo que sucede con lo del unilateralismo que Israel atribuye a la posición actual palestina. Es imposible que exista una acción más multilateral que llevar a la ONU la cuestión palestina, la Asamblea General es, por definición, la cuna del multilateralismo. Hacer referencias ahora a que son preferibles negociaciones directas que llevan muertas decenas de años como solución, sonaía a broma si no se tratara de algo tan serio para millones de personas. Y más aún cuando esas supuestas negociaciones que nadie conoce, ni si quiera tienen un inicio consensuado, ya que Israel se niega a partir de las resoluciones de la ONU o de las fronteras internacionalmente reconocidas y pretende seguir robando (construyendo) a Palestina mientras se producen las negociaciones que podrán durar decenios sin llegar a acuerdo y cuando acaben ya ni quedarán más tierras que ocupar ni donde ubicar un estado palestino viable.

A Palestina ya no le queda otra salida que acudir al apoyo y a las simpatías que concita en el mundo para obligar a Israel a negociar según las bases recogidas en las resoluciones del Consejo de Seguridad y la Asamblea de la ONU. Probablemente pida de inmediato el amparo ante el Tribunal Penal Internacional y pueda denunciar ante él los crímenes de lesa humanidad que ha cometido y cometerá el estado hebreo, lo que impediría a políticos y militares del estado de Israel salir de la jaula de cristal que se han ido construyendo para consolidar las recientes conquistas militares y no tener que hacer la paz con los vecinos. En vez de la búsqueda de relaciones de buena vecindad, a lo más que han llegado es a comprar la complicidad de algunos estados circundantes al margen de sus propios pueblos con dinero norteamericano para traicionar a la causa palestina. Lo que lleva decenios sucediendo es que ocupen las tierras que les permitan sus armas y las norteamericanas, además de las palestinas, las de Siria o de Líbano e interfieran sobre algunas de Egipto.

Es muy probable que, al final, el estado fallido de Israel se pudra dentro de sus muros como un cáncer ajeno de células descontroladas al dictado de unos dirigentes insaciablemente ambiciosos e ideológicamente iluminados que nunca tuvieron bastante con el regalo inmerecido e ilegal que la ONU les hizo en su día, esa ONU que ahora tanto odian y tanto temen.

1 Comentario

  1. El “traslado, por una potencia ocupante, de parte de su población civil al territorio que ocupa” está también tipificado como crimen de guerra. Israel ha creado asentamientos de población judía en Cisjordania y también en el sector oriental y árabe de Jerusalén, otra causa más a añadir…

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