Cuarto aniversario del inicio de la invasión
Declaración de la CEOSI
Con la resistencia iraquí, frente a la ocupación y el sectarismo
IraqSolidaridad (www.iraqsolidaridad.org), 8 de marzo, 2007
“El proyecto de la resistencia civil, política y militar iraquí se caracteriza por la defensa de un Iraq soberano, democrático e integrador, en el que los recursos materiales y humanos del país estén al servicio de su sociedad. Ante la escalada de violencia sectaria generada y alentada por los ocupantes, la resistencia iraquí vincula la lucha por la liberación del país a la defensa de los derechos democráticos, civiles y sociales de sus ciudadanos y ciudadanas.”
El próximo 17 de marzo se celebra la Jornada Internacional contra la ocupación de Iraq, al cumplirse cuatro años del inicio de la invasión de este país por el gobierno de EEUU y sus aliados. En este período el incremento de la voluntad de resistencia del pueblo iraquí ha ido parejo con el de su sufrimiento, mientras que la opinión pública internacional parece haber asumido como inevitable la destrucción de Iraq.
Las tropas de ocupación afrontan un incremento de la actividad armada resistente, que se materializa en el aumento sostenido desde el pasado verano de ataques y bajas en combate. Según datos oficiales del Pentágono los ataques contra las fuerzas de ocupación se han multiplicado al menos por cuatro desde el otoño y mueren por ataques de la resistencia una media diaria de tres soldados.
Mientras poco a poco los aliados de EEUU abandonan Iraq, incluido el Reino Unido, la Administración Bush ha decidido incrementar en 21.500 soldados el número de sus efectivos estadounidenses en el país, hasta más de 160.000, a pesar de que los mandos militares estadounidenses sobre el terreno reconocen que no se puede derrotar militarmente a una resistencia que controla provincias y ciudades. Contra todas las recomendaciones, la Administración Bush ha recrudecido en los primeros meses de 2007 sus operativos militares y ataques masivos, incluso en la capital, incrementando el número de víctimas civiles. EEUU se gasta mensualmente en la guerra de Iraq 6.500 millones de euros, el doble de lo que se gastaba al inicio de la ocupación. El coste humano de los tres primeros años de ocupación es de más de 600.000 iraquíes muertos, de ellos la tercera parte menores de edad.
El proyecto de la resistencia civil, política y militar iraquí se caracteriza por la defensa de un Iraq soberano, democrático e integrador, en el que los recursos materiales y humanos del país estén al servicio de su sociedad. Ante la escalada de violencia sectaria generada y alentada por los ocupantes, la resistencia iraquí vincula la lucha por la liberación del país a la defensa de los derechos democráticos, civiles y sociales de sus ciudadanos y ciudadanas. En tal dirección, a finales de octubre de 2006, el anuncio de la creación del Mando Político Unificado de la Resistencia Iraquí supone un relevante paso hacia la coordinación del campo antiocupación democrático.
Resistir no es terrorismo. No lo es en cuanto que es una actividad legítima, reconocida por el Derecho Internacional frente a actos de agresión y de ocupación ilegales, como es el caso de Iraq; no lo es asimismo por cuanto la resistencia iraquí rechaza la violencia indiscriminada y sectaria, concentrando su actividad en las fuerzas de ocupación y en los nuevos cuerpos de seguridad y militares establecidos por los ocupantes. De nuevo según datos del Pentágono, más del 90% de las acciones armadas que se registran en Iraq tienen por objetivo a las fuerzas de ocupación y tropas iraquíes. Las estructuras políticas y militares de la resistencia iraquí están separadas de las de los grupos asociados a la opaca trama internacional de Al Qaeda, cuyas acciones son rechazadas por el pueblo iraquí.
Iraq no padece una guerra civil. Distintos actores internos, regionales e internacionales, interesados en someter a Iraq por medio de su desestructuración social y desmembramiento territorial, están alentando el conflicto interno en el país. La historia de Iraq no registra sucesos de violencia intercomunitaria y la sociedad iraquí, pese al grave impacto de las sanciones económicas sufridas entre 1990 y 2003, seguía mostrando antes de la invasión un tramado e integrado tejido civil.
Ataques suicidas e indiscriminados, atribuibles a Al Qaeda en Iraq, a los ocupantes y nuevos cuerpos de seguridad iraquíes, o a servicios secretos de países vecinos, golpean a la población civil, particularmente a la comunidad shií, con el ánimo de favorecer la fractura intercomunitaria. La estrategia global antiestadounidense de Al Qaeda no incluye la reconstrucción de un Iraq democrático e integrador tras su liberación de la ocupación. Por su parte, EEUU y el gobierno colaboracionista justifican así la continuidad de las tropas de ocupación y la actuación de los escuadrones de la muerte gubernamentales. Por último, los regímenes vecinos a Iraq, todos ellos complacidos de la definitiva destrucción de la potencia regional que pudo haber sido Iraq, se aprestan a ampliar su área de influencia sobre el despojo del país.
Sin embargo, como ha reconocido el anterior embajador estadounidense en Bagdad, Zalmay Jalilzad, la mayoría de los actos de violencia sectaria e indiscriminada (el 77%) corresponden a grupos paramilitares de las formaciones que integran el gobierno de al-Maliki. Los escuadrones de la muerte asesinan en Bagdad hasta un centenar de personas al día. En la capital y en otros lugares del país, sus víctimas son vecinos de determinados barrios o miembros de comunidades que supuestamente apoyan a la resistencia, como los refugiados palestinos, de los cuales la mitad de los 34.000 que vivían en Iraq antes de la invasión han sido forzados a un nuevo éxodo. Son activistas de derechos humanos, del movimiento sindical, de grupos de mujeres, u homosexuales. Son profesionales, particularmente periodistas, doctores o docentes universitarios, de los cuales han muerto asesinados al menos 250 desde el inicio de la ocupación. Son intelectuales y artistas, bibliotecarios.
Iraq registra el mayor éxodo de la región desde la expulsión de los palestinos tras la creación del Estado de Israel. Según Naciones Unidas es la mayor crisis de desplazados a la que se enfrenta en la actualidad la comunidad internacional, que mira pasiva hacia otro lado, sabedora de que la causa de esta tragedia humanitaria es la prolongación de la ocupación y la legitimidad otorgada a instituciones ilegítimas, sectarias, criminales y corruptas. Casi cuatro millones de iraquíes se han convertido en refugiados en países árabes o en desplazados internos. A la violencia y la guerra se unen la falta de expectativas, las carencias más básicas y el empobrecimiento generalizado. Como muestra de ello, según un informe de marzo de 2007 de UNICEF, 4,5 millones de niños y niñas iraquíes sufren malnutrición.
El objetivo de esta estrategia de terror institucionalizado, alentado por los ocupantes, es meridiano: dominar el país destruyendo su tejido civil; aterrorizar a las capas populares que nutren la resistencia a la ocupación; eliminar los sectores sociales que denuncian la represión, la corrupción, la pérdida de derechos ciudadanos; borrar la memoria colectiva e integradora del pueblo iraquí; forzar al exilio a los profesionales que podrían hacerse cargo del futuro soberano y democrático del país. El sectarismo es el último recurso de los ocupantes y de sus aliados internos para dominar Iraq.
No es casual que desde el último año Iraq viva sumido en una escalada de violencia sectaria. La violencia sectaria —ya efectiva limpieza étnica en áreas de Bagdad y de otras provincias— favorece la fragmentación territorial del país en entidades confesionales, como anticipaba la Constitución fraudulentamente aprobada en 2005. Esta nueva Constitución, extremadamente regresiva en derechos y libertades civiles, anticipaba a su vez la nueva Ley de Hidrocarburos, aprobada el pasado 26 de febrero por el gobierno iraquí y que ratificará el Parlamento próximamente, instituciones ilegítimas integradas por fuerzas reaccionarias que representan los intereses de las nuevas oligarquías locales vinculadas a los ocupantes y a países vecinos, en concreto a Israel e Irán. A todos ellos les une su interés en acceder a las reservas de petróleo de Iraq, calculadas en más de 111.000 millones de barriles.
La nueva ley del petróleo iraquí ha sido elaborada a espaldas del pueblo iraquí y contra sus intereses colectivos. Su contenido ha sido redactado por los técnicos designados por los gobiernos de EEUU y Reino Unido y por nueve compañías petrolíferas internacionales, y aprobado después por el Fondo Monetario Internacional. La nueva Ley de Hidrocarburos confirma la ruptura del marco jurídico del Estado iraquí, sanciona la gestión local de los recursos aún no explotados (el 78% de todas las reservas) y abre la puerta a la privatización del sector. Las petroleras occidentales esperan ansiosas su retorno a Iraq como revancha tras la nacionalización del petróleo iraquí hace más de tres décadas.
Como ejemplo de la situación que vive Iraq, el aniversario del inicio de la invasión del país está marcado este año por la amenaza de ejecución de tres jóvenes mujeres iraquíes, Wassan Talib, Zeynab Fadhil y Liqa Qamar, acusadas de acciones de resistencia por un ilegal tribunal instaurado bajo la ocupación. Ellas son ejemplo del coraje resistente de su pueblo, de su voluntad de expulsar a los invasores y reconstruir en paz y libertad su futuro; los ocupantes y quienes las han condenado a muerte, lo son de brutalidad, iniquidad y cobardía.
En esta Jornada internacional del 17 de marzo, la Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq se une a las convocatorias de actos y manifestaciones en el Estado español con el reconocimiento del esfuerzo resistente del pueblo iraquí y expresando su plena confianza en que, pese a la adversidad que padece, será capaz a un tiempo de sacudirse la ocupación y el sectarismo.
Pues ante las manifas de esta tarde, yo coincido más con esta opinión de La Patata de la Libertad y con lo que dice Carlos Taibo. Eso, o llevar exclusivamente pancartas en las que ponga «fuera las tropas de Afganistán» o «demantelamiento de las bases USA», que ya está bien de hacer el paripé con el PSOE y los dos sindicatos verticales cuando el fondo de la cuestión es otro.
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http://lapatatadelalibertad.blogspot.com/2007/03/por-una-vez.html
Por una vez…
Un llamamiento a la pereza «indignacional.»
Hay una serie de manifestaciones contra la Guerra de Irak mañana.
No vayan. Es una maldita encerrona mediática para desfilar junto al PSOE y los sindicatos mayoritarios. En la prensa, aparecerán ustedes nombrados de forma indirecta «veinte mil manifestantes» bajo una foto de los jerarcas del partido socialista y su hipócrita jeta de concienciados lamebotas.
Como es propio en ellos, esquivan toda crítica a la raiz del problema: el imperialismo, las bases, la OTAN, el militarismo y toda esa retahila de absurdas cabronadas que nos imponen.
Carlos Taibo lo explica con detalle: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=48312
Yo estoy perdiendo la paciencia con la dichosa progresía y su empleo torticero del lenguaje político. Siempre en contra del 0,2% de los problemas. Siempre de acuerdo con el 99,8% de la barbarie sistémica.
Al guano con ellos.
Quédense en casa. Insisto. O váyanse de calçotada, como hará su atento servidor.
Fuera las tropas de Afganistán y pongamos fin al genocidio Globa.
Hoy estoy algo tocado, ayer los colegas del barrio ( vallekas ) hablamos del 11M y del papelón de nuestra miserable clase política. Pilan Manjón empastillada y amezada de muerte, familias que no salen a la calle y todavía no ha habido un puto año que nos hayan dejado llorar a nuestr@s muertos en paz. Sin la presencia del Rey, Zapatero, Rajoy y demás » autoridades «.
En fin amig@s, tod@s entendemos el juego político global y el momento histórico que nos ha tofcado vivir. Sin embargo la clase política me da asco, profundo y total asco.
Eran nuestros muertos y todavia se rien de nosotr@s. ¿ Recordais, no ?
http://www.youtube.com/watch?v=qa8yFtfngNE&eurl=http%3A%2F%2Flibertariovk%2Eblogspot%2Ecom%2F
YouTube – Discurso Pilar Manjón en Comisión de investigación 11-M
Un fuerte abrazo.
Algarabía, desde luego que las manis en nuestro país hay que hablar obligadamente de Afganistán y de Líbano… no pueden desligarse de Irak, son reflejos de la misma política, aunque al PSOE le joda
Y ánimo Mezque, son las cosas de la política, eso nunca cambiará, hay que organizarse desde abajo y prescindir de cualquier tipo de delegación, que nadie decida por nadie
Declaración de Corriente Roja ante los acontecimientos producidos en Madrid en torno a la Jornada Internacional de Movilizaciones en el IV Aniversario de la invasión de Iraq.
Corriente Roja – 16.03.07
El 17 de marzo sólo habrá en Madrid una manifestación contra la El 17 de marzo sólo habrá en Madrid una manifestación contra la guerra
El 17 de marzo sólo habrá en Madrid una manifestación contra la guerra
Ante la convocatoria de una manifestación, con clara intención divisionista y espíritu «conmemorativo», por parte de PSOE, IU, UGT, CCOO, PCE, y otros colectivos, con salida en Neptuno y que acabará en el recién inaugurado Monumento a las victimas del 11-M, y otra, convocada por diversos colectivos, entre ellos nosotros mismos, que llevan desde hace tiempo trabajando en el movimiento contra la guerra, Corriente Roja declara:
Sólo la movilización convocada a las 19 horas, y con recorrido Sol-Opera, se puede definir de un modo legítimo como una manifestación contra la guerra. El esfuerzo de Corriente Roja, y del resto de colectivos convocantes, para que no hubiera una ruptura de la unidad y para que solo tuviese lugar una movilización en la tarde del próximo sábado, ha chocado con el oportunismo electoralista de los partidos parlamentarios, las organizaciones sindicales mayoritarias y los colectivos que han decidido que era más rentable la sumisión a los poderosos que mantener unas posiciones independientes y combativas.
Desde mediados de febrero de este año se han venido produciendo diversas reuniones promovidas por un llamamiento de la Campaña Un Mundo sin Bases Militares (nucleada en torno al PCE y otros colectivos), para converger en una movilización unitaria. Desde el principio, quedó clara la voluntad mayoritaria de realizar una manifestación el 17 de marzo y con recorrido Cibeles-Sol. La inmensa mayoría de los colectivos rechazó la idea vertida por el Foro Social de Madrid de pivotar la manifestación en torno a las victimas del 11-M, rechazando la posibilidad de acabar delante del monumento a dichas victimas.
En este espacio «unitario», se expresó un consenso mayoritario en el sentido de abordar en el manifiesto las siguientes cuestiones: denuncia de la actual situación de Iraq, crítica a la presencia militar española en Afganistán y otros escenarios bélicos, denuncia de la estrategia imperialista de EEUU y la complicidad de la Unión Europea, denuncia de los planes agresivos norteamericanos contra Irán, crítica del aumento del gasto militar en nuestros país y denuncia del papel agresivo e imperialista de la OTAN. El PCE legaliza la manifestación con el itinerario acordado: Cibeles-Sol.
En los primeros días de marzo queda alterado todo el proceso por varios hechos muy graves que rompen la posibilidad de celebrar una manifestación conjunta: se emite una nota de prensa, firmada por: PSOE, IU, UGT, CCOO, Foro Social de Madrid, Paz Ahora y Plataforma 2015, dónde se obvia todo el proceso unitario y se llama a una movilización para el 17-M, posteriormente los mismos colectivos realizan una rueda de prensa, y por último, en una reunión del Foro Social de Madrid se exige el cambio de itinerario (Neptuno-Atocha), cambio de hora, nueva «disposición y composición de pancartas» y manifiesto a realizar por una pluma insigne (Saramago). Ante todo este intento de manipulación la mayoría de colectivos, excepto el PCE que decide aceptar las imposiciones, decidimos continuar con el mismo horario, el mismo recorrido y, lo que es más importante, los mismos contenidos.
Quedan demostradas, bien a las claras, las intenciones de aquellos que pretenden romper y cooptar el movimiento contra la guerra. La enorme inversión publicitaria que está suponiendo la convocatoria que terminará en Atocha se enmarca, en la lógica de los que la promueven, en el apartado de «propaganda electoral». Empezando, por supuesto, por un gobierno socialista que no ha dudado en seguir colaborando con el imperialismo norteamericano, manteniendo el denigrante Acuerdo Bilateral con EE.UU. firmado por el gobierno Aznar y ofreciendo las bases de nuestro territorio para los infames «viajes de la CIA» y para que la fuerza aérea estadounidense continúe masacrando a la población iraquí, y que, mantiene tropas que participan en acciones de guerra en Afganistán o Líbano, y que ahora, despreciando a los ciudadanos y a los movimientos sociales, tiene la impudicia de pretender encabezar una supuesta manifestación contra la guerra.
El resto, sólo satélites, empezando por los llamados «sindicatos mayoritarios». Unos sindicatos que ahora se dan golpes de pecho pacifistas mientras que sus direcciones burocráticas no fueron ni siquiera capaces de convocar huelga general contra la guerra. El papel de IU-PCE, y el resto de los que siguen la estela de «los que mandan» podría parecer grotesco de no ser, en realidad, trágico. No dudamos de que habrá militantes de buena fe de estas organizaciones que crean estar manifestándose, en aras del espíritu unitario, en contra de la guerra, cuando en realidad, mediante engaño por parte de sus direcciones, lo hacen en beneficio de unos intereses mezquinamente electoralistas.
Resulta absolutamente escandaloso que un gobierno que mantiene tropas en ocho países, que presta su territorio como fiel vasallo del imperio, que rompe todos los récords en gasto militar: el gasto de 2006 supone el 12% de los Presupuestos Generales, 32 veces más que el gasto de cultura, o que tiene el segundo mayor crecimiento en el gasto en investigación militar de la OCDE, solamente por detrás de EE.UU, pretenda liderar y encabezar una manifestación falsamente presentada como «contra la guerra».
Resulta, también, bochornoso, que el resto de las organizaciones admitan una rebaja de contenidos verdaderamente difícil de superar. No existe en el manifiesto para tan «combativa» movilización ninguna crítica hacia la OTAN –auténtico brazo armado del imperialismo- , o hacia el papel del otro polo imperialista principal: la Unión Europea. Mucho menos encontramos ningún análisis de la base económica de las guerras y de su naturaleza de «guerras de rapiña». No hay, tampoco, ninguna mención, y mucho menos crítica, a la supuesta «misión de paz» en el Líbano, y, por el contrario, se plantea una fórmula para tal como ellos mismos dicen: » la resolución de los problemas de Afganistán», que consiste en la repetición de lo ocurrido en Líbano: una intervención de las Naciones Unidas que en realidad, son fieles garantes de los intereses del imperialismo.
Una auténtica movilización contra la guerra imperialista exige unos planteamientos claros y la denuncia de todas las guerras y las injusticias llevadas a cabo por este sistema rapaz y criminal. Sólo seremos capaces de conformar un movimiento contra la guerra sólido, en lo político y en lo organizativo, si somos capaces de mantener la independiencia de cualquier interés mezquino.. La actuación del PSOE y toda su estela demuestra lo poco que les interesa el fomento de la autonomía y la potencia de los movimientos sociales, a los que considera como meras correas de transmisión que puedan servirle en momentos en los que sea necesario vestirse de una cierta legitimidad de izquierdas.
Debemos, de modo muy vivo, denunciar y deplorar el intento de manipulación y utilización de las victimas del 11-M por parte de los que convocan la manifestación con final en Atocha. El pánico de la dirección socialista ante la posibilidad de una derrota electoral, les ha llevado a caer en la misma lógica y en la misma dinámica que el Partido Popular. Si resulta rastrero y despreciable que un partido que representa a la derecha post-franquista trafique y pretenda beneficiarse de las muertes y el sufrimiento de unos trabajadores y sus familiares, lo es más aún, que organizaciones que dicen representarlos caigan en el mismo tipo de prácticas aberrantes.
Situaciones como la actual, deben hacernos plantear una reflexión sobre la necesidad de autonomía e independencia del movimiento antiguerra. Es necesario estabilizar y dotar de contenido político las estructuras de este movimiento. Sólo esa puede ser la barrera que impida la fácil cooptación o la manipulación por parte de los que cuentan con más medios económicos. En un escenario de guerra global y permanente, después de Iraq, continuarán, por desgracia, las agresiones imperialistas, es necesario que contemos con estructuras estables.
Corriente Roja quiere aprovechar esta ocasión para expresar nuevamente su apoyo a la resistencia de los pueblos de Iraq, Afganistán, Líbano, Palestina y todos los que resisten y luchan contra el imperialismo. La manifestación del próximo sábado a las 19 horas, Sol-Opera, supondrá una oportunidad de primer nivel para comprobar quienes son aquellos que se oponen de modo firme al imperialismo, y quiénes lo hacen solo de palabra. Será una inmejorable oportunidad, también, para ir tejiendo los procesos de unidad entre todos los que, desde la izquierda, pretendemos combatir al sistema capitalista.
Corriente Roja, 16 de marzo de 2007