Atentado contra las tropas españolas en Líbano: 6 cascos azules muertos

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Ya tenemos la «misión de paz» al servicio de Israel convirtiéndose en una carnicería. Aunque es pronto para tener datos fiables, Hezbollah ha condenado el atentado, atribuyéndose el ataque por la prensa occidental a la órbita de al Qaeda y a grupos suníes del tipo al Fatah al Islam, los mismos que infiltraron en los campos de refugiados palestinos con intención de desestabilizar el país. Ya sabemos lo que ello significa y quien puede estar detrás realmente de la historia cuando entra en juego el hombre del saco. La televisión del movimiento de resistencia al Manar ha calificado el acto de sospechoso y afirma que va contra la población del sur de Líbano.

El bombazo coincide con la intensificación de los vuelos ilegales de Israel en el Líbano jugando a aterrorizar a la población civil del país con bombas sónicas en Tiro, Nabatiyé, Sidón y el valle de la Bekaa. Los vuelos israelíes sobre Líbano violan la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, pero claro, Israel y violaciones de la legalidad son palabras que van unidas desde hace decenios, de qué nos vamos a extrañar. También coincide en el tiempo con el que parece acuerdo refinitivo Bush-Olmert para atacar a Irán en su viaje a Washington. El nuevo oriente medio… la historia de siempre.

14 Comentarios

  1. Esto es ética periodística, si señor.
    Sin pruebas ni datos fiables y ya se acusa.

  2. ¿ Recuerdas lo que hace poco escribí en casa nuestro colega Algarabia ?.

    Hezbollah ha negado la autoría del atentado por su canal televisivo. Osea Al Qaeda vuelve aparecer como el 11S.

    Veremos de que va esta história.

  3. Pues si pana.

    Vuelvo a visionar este pequeño fragmento.

    http://www.youtube.com/watch?v=7lBxD8PYa3o&eurl=http%3A%2F%2Flibertariovk%2Eblogspot%2Ecom%2F2007%5F06%5F01%5Farchive%2Ehtml
    YouTube – Aparté de Jacques Chirac sur le Liban

    El Ministro Alonso ha señalado a Al Qaeda como autora, esa nebulosa indeterminada creada y dirigida por un conglomerado de taraos que siguen viviendo en la Edad Media. Mucha tecnologia y democracias formales y los mismos métodos de toda la vida, el terror y la mentira.

    jajajaja de locos. Menuda cuadrilla… !!!, están con el culo al aire. Millones de ciudadan@s sabemos de sus andanzas criminales y siguen amparandose en esta farsa democrática y unos los Medios de Comunicación globalizados.

  4. Ya es oficial, se lo adjudican a Fatah al Islam, el brazo local de al-Qaeda. Pero la SER, de soslayo, ha colado un matiz al definir a esta organización como grupo terrorista que SE INFILTRÓ en los campos palestinos, igual dentro de unos días ya dicen que eran agentes saudíes o que al detenerlos los devolvían a este país sin preguntar nada

  5. «Ya tenemos la «misión de paz» al servicio de Israel convirtiéndose en una carnicería»
    Que son agentes del Mossad?
    Disparan a los de Hizballah?
    Anda cuenta algo que no sepamos para los que estamos engañados por los medios de masas.

    «atribuyéndose el ataque por la prensa occidental a la órbita de al Qaeda y a grupos suníes del tipo al Fatah al Islam, los mismos que infiltraron en los campos de refugiados palestinos con intención de desestabilizar el país»

    Que pruebas tienes para decir que no ha sido Fatah el Islam?

    «Ya sabemos lo que ello significa y quien puede estar detrás realmente de la historia cuando entra en juego el hombre del saco»

    Siria? Iran? ah no que estos son los buenos y los que se preocupan porque el Libano progrese dia a dia

    «El bombazo coincide con la intensificación de los vuelos ilegales de Israel en el Líbano»
    Y con el lanzamiento de cohetes a Qiriat Shmona y con el asesinato de politicos antisirios y con la lucha en los campos de refugiados y con el comienzo del juicio por el asesinato de Hariri…

    «También coincide en el tiempo con el que parece acuerdo refinitivo Bush-Olmert para atacar a Irán en su viaje a Washington»

    Ah pero no atacaron Iran en abril? segun todas tus informaciones el ataque empezaba por esas fechas.

    Libano es mucho mas complicado que la vision maniquea que nos proporcionas.

  6. Siniora repite el mismo esquema que Abbas

    La CIA está preparando la «guerra civil» en Líbano

    (IAR-Noticias) 25-Junio-07

    Advertencias de Hezbolá coinciden con la opinión de expertos y «filtraciones» en el Congreso de EEUU, en que la CIA está preparando una «guerra civil» en Líbano con el «terrorismo» como detonante.

    Informe especial

    La nueva espiral de «violencia terrorista» en Líbano es coincidente con una serie de denuncias y advertencias sobre operaciones encubiertas de la CIA ordenadas por la Casa blanca en Líbano con el objetivo de enfrentar en una «guerra civil» a Hezbolá y al gobierno antisirio y pro-Washington de Fuad Siniora, en una réplica del fracasado plan lanzado con Abbás y Al Fatah en Gaza.

    En momentos en que el eje sionista Israel-EEUU-Unión Europea perdía Gaza con la derrota militar de Abbas y Al Fatah, la organización Hezbolá acusaba al gobierno antisirio de Fuad Siniora en Líbano de estar fomentando una guerra civil al solicitar la celebración de elecciones parlamentarias anticipadas.

    La maniobra recrea el llamado de elecciones «anticipadas» formuladas por Abbas en Gaza que desató el sangriento enfrentamiento armado entre Hamás y Al Fatah.

    Hasan Fazlullah, miembro de la fracción del movimiento del Hezbolá libanés en el Parlamento, anunció hace una semana que el ala gobernante no intenta lograr una solución para la crisis actual sino que está arrastrando al país hacia la guerra civil por medio de una maniobra parlamentaria parecida a la que instrumentó Abbas con el llamado a elecciones «anticipadas» en Gaza.

    El gobierno antisirio y aliado de Washington-Tel Aviv de Siniora perdió el año pasado su legitimidad al salir de su gabinete 6 ministros chiítas y cristianos, y actualmente permanece en el poder sólo por la presión y el apoyo local e internacional de EEUU y la Unión Europea.

    Las masivas movilizaciones y bloqueos liderados por Hezbolá, y la mayoría de los diputados, exigen un cambio de gobierno y la creación urgente de un «gobierno de unidad nacional» que represente a todos los sectores libaneses.

    Pero el ala gobernante antisiria, utilizando la misma estrategia provocadora de Abbas en Gaza, insiste en su postura acusando a la oposición liderada por Hezbolá de «desestabilizadora y golpista».

    En una reciente entrevista con con el periódico kuwaití Al Anbaa, el jefe de Hezbolá, Hassan Nasralá, acusó a EEUU de socavar los esfuerzos dirigidos a construir un gobierno de unidad nacional en el Líbano.

    “EEUU está impidiendo la creación de un gobierno de unidad nacional en el Líbano. Ésta es la razón principal de la crisis,” señaló.

    “El propósito (de EEUU) es reforzar el gobierno del primer ministro Fuad Siniora, porque en realidad se trata de su gobierno. Es el gobierno del embajador estadounidense en Beirut,” añadió Nasralá.

    “El actual ejecutivo… acepta todas las exigencias de la administración norteamericana sin discusión. Cualquier demanda planteada por EEUU es aprobada en un plazo de 10 minutos. Eso es por lo que yo le llamo el gobierno de (el embajador estadounidense Jeffrey) Feltman. Cualquier cosa que pide le es concedida. Todos los libaneses saben que Feltman visita la sede del gobierno cada día o casi cada día,” añadió.

    Lo dicho por Nasralá es sostenido, en general, por todo el arco de la oposición que considera a Siniora como una réplica de Abbas en Líbano.

    Un experto norteamericano en temas libaneses, Franklin Lamb, considera que Israel y la Administración Bush creen que deben fomentar una guerra civil con el fin de no “perder” el Líbano y dar por terminada su influencia en la región.

    En un artículo publicado en counterpunch.com, Lamb señaló que “think tanks proisraelíes” sostienen que habiendo creado un desastre para EEUU e Israel en Irak y Afganistán, y no habiendo logrado dañar seriamente, y mucho menos destruir, a Hezbolá durante la guerra de 2006, tanto Olmert como Bush necesitan desesperadamente una guerra civil en Líbano».

    Según Lamb, estos círculos pro-israelíes consideran que Israel es incapaz de luchar contra Hezbolá por tercera vez, tras sus derrotas en 2000 y 2006, y creen que una guerra civil podría servir para alcanzar el objetivo de destruir a la resistencia libanesa.

    “Las consecuencias de estas derrotas israelíes han sido inaceptables para Israel. El mito de su invencibilidad es hoy objeto de burlas en los programas de televisión nocturnos. El Hezbolá que lideró la resistencia libanesa se ha ganado la admiración de una gran parte del mundo, incluidos los Territorios Ocupados. Israel y la Administración Bush creen que la única solución es una guerra civil en el Líbano para que Hezbolá pueda resultar destruido,” señala Lamb.

    El 17 de mayo pasado, Mahmud Qamati, vicedirector de la Oficina Política de Hezbolá, manifestó al canal de televisión de Irán Alalam que el secretario de Estado adjunto para los temas de Oriente Medio, David Welch, había dado “las órdenes necesarias a los agentes de EEUU en el Líbano” durante su reciente visita a Beirut.

    “Esto constituye una interferencia directa en los asuntos internos libaneses,” señaló, añadiendo que existían ciertos grupos en el Líbano que actúan como “el brazo armado norteamericano” en el país. Qamati concluyó afirmando que la visita de Welch estaba dirigida a “fortalecer al gobierno ilegítimo del primer ministro Fuad Siniora” frente a la oposición liderada por Hezbolá.

    «Filtraciones» en el Congreso de EEUU
    Pero Hezbolá y los sectores de la oposición no son los únicos que están advirtiendo sobre un plan de guerra civil y división en Líbano promovido y organizado por la CIA norteamericana.

    En los primeros meses de 2007, medios norteamericanos (entre ellos The Washington Post) habían filtrado una información confidencial que manejaban sectores parlamentarios del Congreso sobre un documento secreto de la Casa Blanca autorizando a la CIA a iniciar operaciones encubiertas en Líbano.

    Según ese documento presidencial secreto filtrado por la prensa norteamericana, la Casa Blanca autorizaba a la CIA a proporcionar apoyo financiero y logístico a las fuerzas anti-iraníes y anti-sirias del Líbano.

    El documento, según las fuentes citadas, fue firmado por Bush antes de las Navidades, tras mantener diversas discusiones con sus consejeros y con altos jefes militares y de los servicios de inteligencia.

    Según el informe filtrado en el Congreso, la Casa Blanca autorizaba a la CIA y otras agencias de inteligencia estadounidenses a financiar y organizar manifestaciones de grupos libaneses hostiles a Hezbolá y a pagar dinero a publicaciones y políticos que apoyen al gobierno de Siniora.

    El 10 de enero, el periodista Toby Harnden escribió en el Daily Telegraph que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) había sido autorizada para iniciar acciones clandestinas en contra de Hezbolá como parte de un plan secreto del presidente George W. Bush para ayudar al gobierno libanés a frenar el crecimiento de la influencia iraní.

    Los detalles de la orden presidencial, según el Daily Telegraph, eran conocidos únicamente por un reducido círculo de responsables de la Casa Blanca, oficiales de inteligencia y miembros del Congreso, algunos de los cuales filtró la información.

    El carácter secreto del documento, según el diario británico significa que la implicación estadounidense en estas actividades puede ser oficialmente negada.

    De acuerdo con la fuentes del Telegraph, la Administración Bush espera que el gobierno de Siniora, que quedó muy debilitado tras la derrota de Israel del pasado año frente a Hezbolá, se convierta en una barrera frente al creciente poder de la organización que recibe apoyo finaciero y armas de Irán y Siria

    Por otro lado, la Oficina del Primer Ministro Fuad Siniora se apresuró a negar el contenido de un informe del conocido periodista norteamericano Seymour Hersh, publicado en la revista The New Yorker, que afirmaba que las agencias de seguridad libanesas estaban cooperando en las operaciones encubiertas de la CIA en el Líbano.

    El «terrorismo» como detonante
    En sintonía con las versiones del «plan secreto» de EEUU en Líbano difundidas por la prensa estadounidense y británica, en mayo pasado, un casi ignoto grupo islámico, Fatah al-Islam, casi de la nada, pasó al «estrellato terrorista» enfrentándose durante tres días con el ejercito libanés y prometiendo luchar hasta la «última gota de sangre» (con solo 300 hombres) contra todo lo que representa el gobierno «antisirio» de Siniora.

    La asociación de ese grupo con el plan de «guerra civil», se hizo más claro para Hezbolá y la oposición libanesa, cuando el gobierno de Siniora, Israel, Washington y la Unión Europea salieron rápidamente a asociar al «grupo terrorista» con Al Qaeda y los servicios de inteligencia sirios (lo mismo que hicieron con Hezbolá cuando la CIA-Mossad asesinó a Hariri) y a vincular a Fatah al-Islam con un plan de desestabilización de Líbano, en cuyos resortes decisivos se encuentran Irán, Siria y Hezbolá.

    Simultáneamente la prensa internacional controlado por el lobby sionista, desde las grandes cadenas como la CNN, la ABC y la BBC inglesa, comenzó a sembrar la versión de que la masacre podría extenderse por todos los campamentos de refugiados palestinos en Líbano, que, como se sabe, se entronca y relaciona con la resistencia palestina y la propia Hezbolá.

    Además, y como ya sucedió en Gaza con Abbas, la masacre producida por el combate entre el ejército libanés y el grupo Fatah al-Islam (reproducida como «violencia», caos y muerte», por el aparato mediático internacional) encajaba con la estrategia de crear las condiciones para que una fuerza militar activa y con capacidad de fuego conducida por la ONU-OTAN (léase Washington Unión Europea) pacifique Líbano y restaure el «orden democrático» amenazado.

    El objetivo, como siempre (y por tiro de elevación), sigue siendo la destrucción de Hezbolá y de su aparato político-militar, que, aunque condenó el accionar de Fatah al-Islam contra el ejército libanés, mantiene un silencio espectante sobre la matanza en el campamento de refugiados palestinos.

    Cuando el eje EEUU-Israel, con sus tanques, aviones y bombas de racimo fueron derrotados en Líbano por los «topos» de Hezbolá (que emergían y volvían a desaparecer en sus túneles secretos), fuentes de la inteligencia árabe advirtieron que Washington y el eje sionista habían comenzado un «plan terrorista» para desestabilizar Líbano y justificar su ocupación total por una «fuerza militar internacional» activa como ya funciona en Afganistán y en otros lugares.

    En principio, Hezbolá con su enorme prestigio social y político (ganado por su heroica defensa de Líbano) , convertida en vanguardia activa de las movilizaciones populares masivas contra el gobierno títere de Siniora, ya no puede ser encuadrada dentro de la calificación de «organización terrorista» que originalmente le atribuían Washington-Tel Aviv y el eje sionista europeo.

    El crecimiento del prestigio social y de la capacidad militar de la guerrilla chiíta, el entretejido de una poderosa y masiva oposición al gobierno pro-Washington y anti-Siria, le quitó sustento a Siniora y a su administración para cumplir con el objetivo de «desarmar» a Hezbolá que le había encomendado el eje Washington-Tel Aviv-Unión Europea, apoltronado en el sillón de la ONU y manejando las célebres «resoluciones» del Consejo de Seguridad, y que, durante 34 días dejó que la aviación judía masacrara a 1.300 civiles y convirtiera a Líbano en escombros.

    En consecuencia, y como señalan los expertos, si no se puede atacar de frente al enemigo hay que atacar sus flancos. Y allí es donde súbitamente «apareció» Fatah al-Islam, una facción islámica casi desconocida que emergió a fines de 2006 al separarse de Fatah al-Intifada (Fatah del levantamiento), un grupo palestino apoyado por Siria y enraizado en Líbano.

    En este escenario, todo parece indicar que el plan de operaciones de la CIA que se filtró en el Congreso de EEUU y el plan «guerra civil» anticipada por Hezbolá, se van convirtiendo rápidamente en realidad en Líbano.

    «Terrorismo» como detonante de la «guerra civil», sigue siendo (como cuando la CIA asesinó a Rafic Hariri paar expulsar a Siria) la trama central del plan para terminar con Hezbolá y controlar Líbano, una pieza central en la estrategia de dominación imperial sionista en Medio Oriente.

  7. juanlu ,qizas sea aburrido en creer en algo aburrido ¿por q justo ahora una guerra civil en palestina y quizas en el libano ?quienes estan detras de esta operacion politico militar ?esta claro ,usa e israel .la ecuacion es sencilla ¿a quienes beneficia todo este caos ‘

  8. El «Plan B» /

    Las piezas del «rompecabezas terrorista» en Líbano y Gaza

    Martes 26 de junio,
    IAR Noticias /
    Por Manuel Freytas

    Poco a poco se van armando las piezas del «rompecabezas terrorista» que el eje sionista EEUU-Israel-Unión Europea está preparando en Líbano y en Gaza, los dos puntos del Medio Oriente donde su estrategia de ocupación ha sufrido derrotas estrepitosas, a manos de Hezbolá en julio-agosto pasado, y a manos de Hamás, que hace dos semanas expulsó al aparato colaboracionista de Abbas y Al Fatah de Gaza.

    Con el «terrorismo» como detonante (y metodología operativa) ahora intentan aplicar en Líbano su clásica estrategia de la «guerra civil» para enfrentar militarmente (y desgastar) a Hezbolá con los sectores «antisirios» pro-sionistas, crear un estado de «anarquía y caos», y desde allí proceder a su aislamiento internacional y a la instalación de una fuerza internacional con poder de fuego para controlar y desarmar el aparato político militar de la organización de resistencia libanesa.

    En Gaza, donde perdieron el control militar y político, iniciaron una operación de aislamiento y bloqueo económico contra Hamás, con el propósito de crear también las condiciones de «anarquía y de caos» que justifique el despliegue de una fuerza internacional con poder de fuego para desarmar y controlar el aparato militar de Hamás y de las organizaciones de resistencia a Israel.

    En resumen, se trata en los dos casos, Líbano y Gaza, de conseguir el objetivo (destrucción de Hamás y Hezbolá) que el eje sionista, con Israel como ejecutor, intentó con las fracasadas invasiones militares casi simultáneas a Gaza (el 26 de junio de 2006) y a Líbano (el 12 de julio de 2006), que terminaron con la «supremacía militar» de la potencia judía en Medio Oriente y llevaron a su gobierno a una crisis política terminal.

    Luego de expulsar a la infantería y a los tanques de Israel de sus posiciones en sur de Líbano (donde la aviación judía masacró a más de 1.300 civiles) , en agosto pasado, Hezbolá quedó victoriosa y con su estructura militar preservada, además del consenso y del poder político ganado tanto en Líbano como en el resto del mundo árabe.

    En Gaza, tras fracasar con la invasión y masacre lanzada en junio (donde fueron asesinados más de 400 palestinos), el eje sionista se concentró en la instalación de una «guerra civil» entre Hamás y el aparato militar Al Fatah (armado y controlado por el sionismo), que fracasó estrepitosamente cuando Abbas y su fuerza fueron derrotados y forzados a huir a Cisjordania.

    Sin sus centrales operativas dentro de Gaza, y con el gobierno de Siniora (la réplica de Abbas en Líbano) acorralado por la crisis y las movilizaciones masivas lideradas por Hezbolá pidiendo su renuncia, el eje sionista ha perdido el control sobre los dos enclaves islámicos más importantes de su «retaguardia» en Medio Oriente.

    Sin el control total en Líbano y Palestina, se dificultan y complican las agendas militares del Pentágono con Irán y Siria, ya que un ataque a esos países (como está planificado) precipitaría una ola encadenada de «reacción islámica» que tendría su epicentro en Líbano, Gaza e Irak.

    Precisamente, el no control de la retaguardia en Líbano y Gaza, explica (lo que para los expertos aparece como «inexplicable») las razones por las cuales EEUU ha retrasado el calendario de su planificado ataque a las centrales nucleares de Irán, y el Estado judío mantiene en el freezzer su también proyectado bombardeo a Siria.

    Por otra parte, con Hezbolá fortificado y rearmado en Líbano, y con Hamás en control de Gaza, un (también planificado) ingreso de los tanques sirios a Líbano y una consecuente guerra con Israel, dejaría al Estado judío debilitado y con sus fronteras y poblaciones civiles expuestas a los cohetes y misiles provistos por Irán y Rusia a las organizaciones de resistencia anti-Israel.

    Como también se sabe, y según ha trascendido en informes militares confidenciales, la inteligencia israelí considera a los misiles de Irán y de Siria (en manos de Hezbolá y Hamás) como la mayor amenaza a la supervivencia del Estado judío.

    También se sabe, la información fluye permanentemente, que tanto Washington como Tel Aviv, por ahora, descartan una operación militar abierta, tanto en Líbano como en Gaza, por temor a que una nueva masacre de civiles y un nuevo fracaso militar detone una oleada de repudio internacional y complique sus planes en la ONU con Irán y Siria.

    Por lo tanto, han concentrado sus esfuerzos en un Plan B (que tiene a la ONU como actor central) cuyo objetivo estratégico principal es desplegar en Líbano y en Gaza una fuerza militar ofensiva conducida por la OTAN (como la que está actuando en Afganistán) para que tome el control militar y político.

    De conseguirse este objetivo, y como ya está sucediendo en Afganistán con el gobierno títere de Karzai, las administraciones de Abbas y de Siniora, con sus respectivos aparatos militares, pasarían a cumplir el rol de «auxiliares» de las fuerzas represivas de la OTAN contra Hezbolá, Hamás y las organizaciones de resistencia a Israel.

    De esta manera, Israel y EEUU, mimetizados en el control de la fuerza multinacional, controlarían una nueva operación militar de exterminio de Hamás y Hezbolá, sin exponer a sus ejércitos al desgaste de nuevas invasiones militares abiertas que ya han demostrado su inoperancia desde el año pasado hasta aquí.

    Pero para conseguir ese objetivo, el lobby sionista diplomático Usa-Gran Bretaña (como hace habitualmente) tiene que convencer a las potencias aliadas de la Unión Europea de la necesidad de desplegar la OTAN en Medio Oriente como única opción para detener al «terrorismo islámico» de Hamás y Hezbolá, a los que considera las vanguardias de Irán y de Siria en la región.

    Esa tarea, de no mediar un estado de «caos, violencia y anarquía» en Gaza, y con «guerra civil» incorporada en Líbano, se torna muy dificultosa, ya que potencias del eje sionista como Francia y Alemania (integrantes claves del Consejo de Seguridad, junto a Gran Bretaña y EEUU) son reacias a la «opción militar» y solo la suscriben cuando no queda otra salida.

    Esa situación, objetiva y lógica, es la que explica la presencia creciente del «terrorismo» como detonante clave de una potencial «guerra civil» en Líbano, o de un estado de «anarquía y caos» en Gaza (al que se suma la catástrofe humanitaria producida por el bloqueo económico), que impulse la necesidad del despliegue de una fuerza internacional a cargo de la OTAN para controlar los procesos en la región.

    Esto resume, y da consistencia operativa al «rompecabezas terrorista» (como elemento detonante de una situación buscada) que la dupla EEUU-Israel están utilizando en Líbano y en Gaza.

    En Líbano, la CIA y el Mossad se están valiendo de grupos islámicos infiltrados (entre ellos Fatah al Islam) para crear una oleada, permanente y creciente, de «atentados terroristas» , uno de cuyos puntos de inflexión se dio el domingo con el ataque explosivo al contingente español de la ONU en el sur del Líbano.

    En Gaza, los sectores residuales del aparato de Al Fatah están planificando y ejecutando operaciones «terroristas» y secuestros, como el del periodista de la BBC, orientados a desestabilizar al gobierno de Hamás y a profundizar las condiciones de «caos y desgobernabilidad» que justifiquen un pedido de intervención de la ONU por parte de Abbas.

    Lo descripto, en síntesis, define el objetivo central y la metodología operativa del eje sionista EEUU-Israel que utiliza las piezas del «rompecabezas terrorista» en sustitución de los fracasados ataque militares abiertos para destruir a Hamás y a Hezbolá, y de esa manera controlar Gaza y Líbano.

    Ahora solo faltan en el tablero las movidas de pieza de Hezbolá, Hamás, Irán y Siria, que, como ya es habitual, siempre terminan arruinándole las estrategias y los festines al Imperio sionista en Medio Oriente.

  9. A mí, todo lo que sea obstaculizar el progreso de los negocios estadounidenses y occidentales en oriente medio, me parece bien. no me gustan los fundamentalistas islámicos, pero los de hezbolá están en su derecho de atacar a israel. lo q pasa, es que desde el 11-s, al qaeda se ha convertido en esa coartada difusa que occidente usa cuando recibe ataques a sus intereses. a mí me gusta mucho el final del americano impasible, cuando el periodista inglés da la información al de la resistencia vietnamita para que se cargue al espía americano de la cia.o sea, que no somos los buenos, y que un buen acto de traición de vez en cuando nos salvaría.

  10. Que pedazo de analisis de la sociedad y politicos libaneses.
    O eres de Hizballah o eres un sionista imperialista yankee.
    Creo que hay una amplia gama de grises entre ese blanco y negro que se propone en el articulo, que es a la que pertenece la mayoria de la sociedad libanesa

  11. Curioso artículo de Prensa Latina:

    Nahar al Bared: El laberinto de la duda

    Yadira Cruz Valera

    Redacción Central, 28 jun (PL) El campamento de refugiados palestinos de Nahar al Bared, en la norteña ciudad libanesa de Trípoli, exhibe hoy un panorama signado por la destrucción y la desolación, tras más de un mes de cruentos choques armados.

    Mayo 20 marcó el inicio de una encarnizada contienda entre el Ejército y miembros del grupo armado Fatah el Islam, quienes asaltaron un banco y sustrajeron miles de dólares.

    En la huida parte de sus miembros fueron acorralados por las fuerzas de seguridad en un edificio y otros se atrincheraron en el campamento de Nahar al Bared, donde un primer enfrentamiento dejó 23 uniformados y 17 islámicos muertos.

    «Los sangrientos sucesos de este domingo (20 de mayo) pasaron tan aprisa y con tanto peligro para quienes estábamos en la calle, que aún no sé qué ocurrió», describió el reportero Robert Fisk.

    «Siria», «Al Qaeda», «Hizbalá», «palestinos», se convirtieron inmediatamente en palabras claves para importantes figuras políticas del país de los Cedros y de Occidente.

    Las acusaciones contra Siria se repitieron en los medios, el gobierno libanés y sus mentores occidentales se apresuraron en acusar a los sirios de estar detrás de este grupo, dijo el analista en el Oriente Medio Alberto Cruz.

    Este movimiento nace a finales del 2006 de una escisión con Al Fatah Intifada, organización que devino de la separación en 1983 del movimiento de resistencia palestino Al Fatah, creado por el líder palestino Yasser Arafat.

    En diciembre de ese mismo año, cuenta Cruz, representantes del gobierno en Nahar el Bared hablaron con él sobre la existencia del grupo armado compuesto por sauditas, marroquíes, argelinos, jordanos, yemenitas y egipcios.

    Se comentó que estaba financiado por Said Hariri, hijo del asesinado primer ministro libanés Rafic Hariri, con la finalidad de socavar el prestigio de Hamas y Hizbalá, explica el investigador, sin que pudiera verificarse por otra fuente.

    En marzo, el reportero Seymour Hersh dijo que el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, el consejero de Seguridad Nacional Eliot Abrams y el príncipe saudita, Bandar bin Sultan, acordaron financiar a Fatah el Islam «como contrapeso de Hizbalá», dice Cruz.

    El 12 de abril el Daily Star mencionaba que Estados Unidos destinó 60 millones de dólares para fortalecer a las fuerzas de seguridad libanesas y a organizaciones sunitas. Días más tarde, The Asia Times ofrecía un amplio reportaje en esta misma línea.

    Hizbalá, por su parte, refuerza la tesis al afirmar que la presencia de esos grupos es parte de una estrategia norteamericana, israelí y saudita, que busca una guerra confesional entre sunitas y chiítas, y dar pie a la escisión de Iraq, Siria y Líbano.

    El trepidar de los cañones, el tableteo de ametralladoras y un sofocante humo negro fueron el paisaje cotidiano por más de un mes en Nahar al Bared, donde los residentes palestinos huyeron despavoridos hacia otros campamentos cercanos.

    Cerca de 25 mil refugiados se escabulleron en las primeras semanas del conflicto, otros dos mil permanecen bajo fuego cruzado, sin agua ni alimentos, al borde de la inanición.

    Washington, entretanto, reforzaba las tropas libanesas con el envío de al menos nueve naves cargadas de pertrechos bélicos, procedentes de instalaciones norteamericanas en el Golfo Pérsico y Estados Unidos.

    Más de 164 personas murieron, de ellos 75 soldados, 59 militantes de Fatah el Islam y 30 civiles, incluidos dos activistas de la Cruz Roja, según fuentes concordantes que señalan que las cifras son inexactas.

    Un halo de duda se ciñe sobre la verdadera razón del conflicto que, en las circunstancias actuales, la solución parece estar sólo en el aniquilamiento o la entrega de los líderes de Fatah el Islam, negados a claudicar.

  12. yo solo queria saver como se puede ingresar alos regimientos delos cascos azules por que estoy deseoso de saver por favor contestenme

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