Israel entra en guerra con Siria

Hace un par de días pusimos de manifiesto en los biTs las intenciones de occidente en crear un casus belli contra Siria para justificar una mayor implicación de occidente en el derrocamiento de Bashar el Assad, como consecuencia de la imposibilidad de acabar con el gobierno legítimo del país mediante la instrumetalización de al Qaeda y el envío de mercenarios yihadistas. Ahora, de nuevo, el eje sionazi EEUU-Israel-Liga Árabe incrementa el nivel de provocación a través de dos nuevos ataques del ejército judío a instalaciones sirias durante este fin de semana. Oficialmente, Israel alega que se trata de bombardeos dirigidos contra Hezbollah, contra envíos de supuesto armamento que Irán está poniendo en manos de la guerrilla libanesa para luchar contra los ejércitos que envían Turquía, Arabia Saudí y Qatar con el beneplácito norteamericano. No obstante, el objetivo del bombardeo contra el centro militar de Jamraya de la pasada noche no cuadra con las explicaciones dadas. El gobierno sirio reconoce al menos un centenar de muertos, pero otras fuentes las llevan hasta el medio millar y hablan de las destrucción de un barracón entero de soldados durmiendo que fueron masacrados por la aviación israel?.

Sin embargo, la proyección de estas provocaciones van mucho más lejos y es plausible que Israel esté llevando a Estados Unidos a la guerra. Sobre la mesa estén varias posibilidades. Si Siria responde como el derecho internacional le faculta, Israel tendrá la excusa perfecta para, con el armamento norteamericano, revertir la situación de desastre que atraviesan las fuerzas rebeldes. Si acude a la ONU, no hay ni la más mínima esperanza de que consiga nada, ya que EEUU ya ha respaldado el ataque y jamás permitirá una condena a su aliado y brazo ejecutor en la región. Quizá lo más obvio sería esperar una respuesta de Hezbollah desde Líbano, sin embargo, el país de los cedros tampoco anda en una situación políticamente muy estable y ello seguramente provocaría males mayores. Tampoco podemos olvidar que el sur del país, la zona que más partidaria es de la resistencia libanesa, está ocupada por cascos azules.

Así las cosas, lo más seguro es que nadie entre al juego de las provocaciones del eje sionazi y que, este atentado contra la soberanía siria, quede del todo impune, al menos de momento, a no ser que se practique una operación encubierta por parte de los servicios de inteligencia de los países atacados, como ya sucediera en Arabia Saudí tras el ataque terrorista contra la cúpula del gobierno sirio. Sin embargo, esta opción también resulta harto improbable, dada la situación de guerra en la que anda envuelto el país, con todos los recursos dirigidos a repeler los ataques externos del imperio y sus secuaces regionales. Una vez más, será Rusia quien tenga la palabra y quien pueda frenar mediante la disuasión, estos ataques directos de las potencias occidentales.

Lo que sí ponen de manifiesto estos bombardeos, una vez más, es la filiación del eje anti sirio, que mantiene unidos en la estrategia del horror a EEUU, a Israel y a la Liga Árabe contra un pueblo que, a pesar de todo, se mantiene firme contra el enemigo, a pesar de su indudable poder de destrucción y la capacidad de comprar voluntades con su ilimitada provisión de petrodólares. El pueblo árabe, al margen de sus líderes corruptos y sometidos, debería tomar en consideración este tipo de realidades. El integrismo islámico sunita, al Qaeda incluida, es el mayor aliado de EEUU e Israel en todo el planeta.