“Se procederá a la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos en España”

Esta era una de las tres condiciones con las que el pueblo español, aprobó en referéndum —con la nariz tapada— la permanencia del país en la OTAN. A pesar de que aquella pantomima se podría catalogar como de auténtico pucherazo y hasta de fraude electoral, lo cierto es que jurídicamente entró en vigor en aquellos aciagos días de 1986. Para quienes no lo recuerden, a lo que dijo sí el 52% de los españoles fue a esto:

EL GOBIERNO CONSIDERA CONVENIENTE, PARA LOS INTERESES NACIONALES, QUE ESPAÑA PERMANEZCA EN LA ALIANZA ATLÁNTICA, Y ACUERDA QUE DICHA PERMANENCIA SE ESTABLEZCA EN LOS SIGUIENTES TÉRMINOS:

1.º La participación de España en la Alianza Atlántica no incluirá su incorporación a la estructura militar integrada.
2.º Se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en territorio español.
3.º Se procederá a la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos en España.

¿CONSIDERA CONVENIENTE PARA ESPAÑA PERMANECER EN LA ALIANZA ATLÁNTICA EN LOS TÉRMINOS ACORDADOS POR EL GOBIERNO DE LA NACIÓN?

A esto y solo esto, con una campaña de miedo y chantaje y toda la maquinaria del PSOE y del gobierno contra el pueblo movilizado, se dijo que sí. Es muy probable que a cualquier otra pregunta mucho menos enrevesada o sin los 3 compromisos adoptados por aquel gobierno —y por ende por todo el estado— la cosa hubiera sido bien diferente.

Hoy, a aquel pucherazo hoy se quiere añadir otra afrenta democrática más contraviniendo los deseos expresos del pueblo manifestados en uno de los poquísimos referéndums celebrados en nuestra historia política reciente. A varias ampliaciones previas de la base norteamericana de Rota ahora se pretende sumar el escudo antimisiles para prevenir supuestos bombardeos provenientes de Irán y Corea del Norte. Ahí es nada, dos países amenazados y asediados por occidente van a estar en disposición de cavar su propia tumba atacando a países de la OTAN. Y pretenden que nos lo traguemos así, sin digerir. Ya le podían preguntar a Rusia de qué va realmente todo este tinglado al que nuestro gobierno socialista, una vez más, se ha entregado tan alegremente.

En cumplimiento de las condiciones del referéndum, sería necesario presionar para la redacción de un plan para la eliminación definitiva de todas las bases militares norteamericanas en un plazo cerrado de tiempo —que debería haber más que caducado a estas alturas— y salirnos definitivamente de la estructura militar de la alianza militar en la que nos metió el PP y que el PSOE no ha querido revisar.

Y este año, todos y todas el 7 de noviembre a la marcha contra la base militarnorteamericana.