¿Se acerca el fin de la guerra contra Siria?

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batallaqalamún

A mediados de este año, tropas regulares sirias con el inestimable apoyo de las milicias libanesas de Hezbollah reconquistaron al Qussayr de las manos de los terroristas internacionales que la ocupaban desde hacía bastantes meses. Atrás quedó el exilio cristiano, las violaciones de jóvenes cristianas y alauitas dictadas por fatwas de los religiosos wahabitas de Arabia Saudí, los actos de canibalismo y toda la barbarie que con tanto mimo los medios occidentales trataron de ocultar a las opiniones públicas. Las fronteras con Líbano se cerrarían pronto, así como el camino hacia el norte, hacia Aleppo. Una pequeña flota rusa de retuerzo se dirigía hacia el puerto de Tartús en señal inequívoca de que no iban a dejar solos a los sirios en su combate contra la coalición cristosionista y yihadista que encabeza la agresión contra el gobierno socialista laico de Damasco con la ayuda del integrísimo sunita patrio.

Poco después, algunos servicios secretos comenzaron a hacer cábalas sobre el devenir de la guerra, el mazazo había sido bastante fuerte y decisivo. Los alemanes alertaron de que la guerra podría acabarse antes del fin de 2013, sin posibilidad alguna de que fuera ganada por las hordas de al Qaeda y sus correligionarios. Las atrocidades cometidas por el eje integrista eran cada vez más conocidas entre la población siria, hasta el punto de que el apoyo inicial que la mayoría suní podía procesar a los alzados en armas, se había tornado hacia el gobierno hasta el punto de que, según datos de EEUU, sólo quedaba alrededor de un 10% de la población siria que se posicionara con ellos de manera cerrada.

Algunos alertamos en medios de comunicación alternativos que el fin no iba a ser tan fácil como parecía, que el imperio volvería a intentar una operación de bandera falsa con la que incriminar al gobierno de Bashar el Assad y forzar una intervención internacional más directa. Así sucedió, no había que ser vidente para intuir cuál sería el siguiente paso del agresor. En este caso un nuevo ataque químico contra población civil filmado días antes de que se produjera, usando actores forzados, secuestrados días atrás por las tropas «rebeldes».

Todo estaba preparado para iniciar el ataque masivo con misiles desde el mar. Algunas informaciones confusas afirman incluso que llegó a producirse, pero la determinación rusa logró impedir que alcanzaran los objetivos y envió un mensaje inequívoco a la santa alianza internacional conjurada contra Siria sobre las líneas rojas que Moscú no permitiría que se atravesaran.

Estados Unidos, a pesar del pacto alcanzado en Ginebra, sigue jugando a ambas cartas, sabe que ir en posición de extrema debilidad a la conferencia de paz significaría no poder arrancar ninguno de sus objetivos estratégicos, por eso sigue armando y adiestrando a los milicianos e infiltrándolos desde suelo jordano. Su intención no es otra que prolongar la contienda e impedir una victoria aplastante del gobierno sirio. Además, ha conseguido eliminar el arsenal de armas químicas sirio con el que Damasco se defendía del poderío nuclear de Israel, un objetivo colateral nada desdeñable para el sionismo, que se sumó a la guerra para acabar con unos de los principales focos de la resistencia árabe que aún subsisten en Oriente Medio.

Sin embargo, para Arabia Saudí, no es suficiente. Planificaba, además de acabar con el shiismo internacional y con el suyo propio, tener el camino expedito para evacuar hidrocarburos hacia Europa a través de suelo sirio, compitiendo así con Rusia como principal proveedor de la región. Ese es el motivo por el que está contradiciendo a su patrono norteamericano y atizando la guerra a pesar del acuerdo ruso-estadounidense alcanzado a mediados de 2012. Algunas noticias de inteligencia apuntan que actualmente disponen de un total de 40.000 yihadistas armados preparados para infiltrarlos en Siria e iniciar una nueva ofensiva a la desesperada.

Todo indica que la última oleada terrorista ya se da por amortizada. De nuevo el ejército sirio ha recuperado la iniciativa en la práctica totalidad de los frentes. Aleppo está sitiada y son muchos los barrios que ya han sido liberados, el frente de los alrededores de Damasco está desecho y se siguen evitando infiltraciones desde el sur. En estos momentos se libran intensas batallas en las montañas de Qalamún junto a la frontera libanesa entre el ESL y distintas bandas de al Qaeda contra el Ejército Árabe Sirio, escuadrones de voluntarios y milicianos de Hezbollah. Los autodenominados rebeldes están desmoralizados, no paran de caer los máximos dirigentes de cada facción, se matan entre ellos para acceder a las exiguas ayudas que logran traspasar las fronteras o por el favor de Zawahiri. Los milicianos de al Qaeda luchan a su vez contra los restos de un Ejército Libre Sirio en descomposición. Cada vez se reportan más bajas de líderes extranjeros, chechenos, saudíes, jordanos… algunos incluso vinculados a ejércitos oficiales de los países que participan en la invasión. Si no llegan pronto refuerzos extranjeros, la guerra se puede dar por acabada en un breve plazo de tiempo.

Creo que es posible convenir que Assad no es una persona triunfalista ni un optimista existencial. Sin embargo, ha cifrado en seis meses el fin definitivo de la guerra tal y como ahora están las cosas sobe el terreno. Y no le debe faltar razón, así opinan también en los USA. Cancillerías europeas están tratando de recomponer relaciones con Damasco, lo mismo han hecho los palestinos. El acuerdo del G5+1 con Irán ha supuesto un duro varapalo a las aspiraciones de los integristas de alcanzar el poder en Siria, lo mismo que la ruptura de la alianza de EEUU con la Hermandad Musulmana escenificada por Kerry días atrás. Las disensiones en el seno de la otrora indisoluble unión con la casa de Saud presagian un desenlace favorable al gobierno de Damasco. La única baza que es queda por jugar a la oposición es la negación de cualquier futuro papel de Bashar al Assad en el poder, pero eso es algo que, como ha dicho el presidente, sólo dependerá de la voluntad del pueblo sirio, no de la decisión de las potencias coloniales ni de los estados que apoyan el terrorismo.

4 Comentarios

  1. Creo que es el artículo más detallado sobre la situación actual de Siria que he leído en bastante tiempo. Que hay de la frontera con Turquía? Sigue habiendo libre circulación de terroristas?

  2. Gracias JKKO, la frontera turca está dejando entrar milicianos y ayuda con cuentagotas, se habla incluso de expulsiones masivas de yihadistas europeos. Aleppo está al caer en unos meses…

  3. Un artículo muy pormenorizado, entonces la respuesta es que sí o es que no.

    Creo que, como viene a señalar el artículo, son las dos cosas a la vez.

    He estado hace poco en una conferencia de gente metida en relaciones internacionales, y lo que venían a decir era, sintetizando, que Assad podía ser malo pero Al Qaeda eran mucho peores (lo que ya habíamos oído) y que había que integrar a Assad en la solución del conflicto (para Assad, de mil amores). Es decir, el peor escenario -para el imperialismo- se está produciendo, y es que las tornas se viran no precisamente para asegurar su influencia en la zona sino, más bien, para garantizar una lucha fratricida entre árabes en donde, ellos ven que, al fin y al cabo, no ganan.

    Entonces, dan por sentado que habrá Ginebra 2, y que eso es el comienzo de la solución… Ahora, menudo papelón para todos los occidentales. El acuerdo bilateral entre EE.UU. e Irán ha sido la puntilla para ellos (para la UE e Israel). En defitiva, compañero, creo que no va ha haber muchas sorpresas de aquí a la cuesta de enero sino, más bien, una reafirmación de las posiciones de occidentales y sirios ya alcanzadas. Soslayo el análisis humanitario en beneficio del realista político, tú me perdonarás.

    En cuanto a que se confirma el peor escenario para los intereses occidentales en la zona, qué quieres que te diga, son unos cerdos, y si les sale mal no son ellos los que pagan el pato. Saludos

  4. Hola Benito, creo que este año que comienza es el del fin de la guerra, no creo que llegue a verano, en todo caso sólo como actos de terrorismo del tipo iraquí (que no es poco). Assad es más imprescindible que nunca y tendrá un papel en el futuro del país. Para todxs lxs que llevamos diciendo esto 3 años, creo que es una buena noticia, lo malo son los miles de personas muertas y desplazadas que ha costado el darse cuenta de tamaña obviedad…

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