El 23F y la comedieta de Évole

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A pesar del tiempo transcurrido, aún resuenan los ecos del programa de Jordi Évole sobre el golpe de estado del 23F. En las tertulias del desayuno, en la barra del bar o en las redes sociales es uno de los temas más recurrentes. Así que, de tanto contar mi versión y mi parecer sobre los hechos, al final me he visto abocado a dejarlo dicho por escrito. No es lo primero que voy a escribir del tema. De hecho, en mi Twitter, fui dejando huella on line de lo que me iba sugiriendo el visionado del documental. También he comentado el tema ampliamente en Facebook en algunos hilos en los que he ido participando.

He de reconocer que el argumento central del programa me pareció sugerente y me dejó atado a la silla un rato. Un montaje para encumbrar la figura del rey y dotarla de un escudo con el que enfrentar su más que antidemocrático origen y el cúmulo de irregularidades y escándalos que han salpicado su largo reinado. Sin embargo, después del planteamiento inicial, todo lo subsiguiente fue bajando en intensidad y, lo que es peor, en credibilidad, hasta convertirse en un bodrio infumable, histriónico e hilarante.

Aunque ya dudaba de la veracidad del asunto al ver a algunos de los intervinientes seleccionados —que jamás hubieran guardado silencio todos estos años—  el momento definitivo en que desconecté con el programa fue al presentar al Garci y la polémica Flotats-Summers entre catalanes y andaluces. Esa estúpida broma fue la gota que colmó el vaso y ya, aunque estuvo  puesto en casa un rato más, seguí el documental en segundo o tercer plano.

También reconozco que hasta me sentó mal. Con la expectación generada y la trayectoria de Évole, esperaba una labor de investigación para acercar al gran público a la realidad que jamás nos contaron sobre el 23F. Es incierto que no exista materia para rodar algo con sentido. Entrevistas a Amadeo Martínez Inglés o a García-Trevijano, al autor del libro «Un Rey Golpe a Golpe», a periodistas independientes… incluso llamadas a los políticos que se reunieron con los militares para participar en la «dictablanda» del rey para sacarles información o sacarlos de quicio, y a militares golpistas de aquella época dan, no para un programa, sino para una serie completa bien jugosa. Lo único que haría falta es tener el arrojo suficiente para hacerlo y no pertenecer a una empresa (A3 Media) que, seguramente, lo hubiera censurado sin dudarlo.

Tras esa decepción inicial, vinieron los análisis. Así resumí mi parecer en una sola frase:

UNA MENTIRA HISTÓRICA, TAPADA POR UN DOCUMENTAL DE FICCIÓN, PARA TRATAR DE DESVIRTUAR LA VERDAD Y HACERLA PARECER COMO IMAGINATIVA MENTIRA CUANDO LOGRE EMERGER A LA SUPERFICIE.

Lo peor de todo es la mezcla, en un mismo documental de ficción, de medias verdades ocultas (que están más cerca de la verdad que la versión edulcorada que nos han contado desde el día de autos), con mentiras —y gordas— que luego son arrojadas juntas al cubo de la ignominia al colgarles la etiqueta de falsas. Cuando sean oídas en un futuro próximo de nuevo por alguien que haya visto el documental sin mucha más información previa de base, automáticamente las despreciará y desechará al relacionarlas con la supuesta «obra maestra» de Jordi Évole.

¿Y cuáles son esos hechos que pueden quedar tapados por mor del documental, para regocijo del establishment? Podrían señalarse muchos de ellos, pero estos son los más destacados:

  • La existencia de dos tramas golpistas paralelas, una conocida y otra oculta al gran público
  • La participación del rey y de políticos de casi todo el espectro parlamentario en la operación
  • La existencia de una reunión parecida a la mencionada en el documental para preparar toda la trama
  • La utilización del 23F para favorecer la figura del rey

Muchos son de la opinión de que Évole ha perdido mucha de su independencia con esta comedieta, que el objetivo de todo ha sido apoyar a un depauperado rey en horas bajas. Otros que ha sido una genialidad, que sólo él podría movilizar a gente de tanto prestigio para realizar el documental, que nos falta sentido del humos para reírnos de nosotros mismos… o hasta que es una denuncia del hermetismo del estado para con el caso, como ha dicho el propio autor. Personalmente, como dije antes, fue una gran decepción, sobre todo tras la expectación generada desde semanas antes con los anuncios televisivos y los trailers que jugaban con la promesa de la verdad; una verdad que se resiste ya demasiado tiempo a aflorar.

2 Comentarios

  1. Mejor contado por Luis Garca Montero:

    El 23-F, el rey y el esperpento

    27 feb 2014

    El programa del periodista Jordi vole sobre el 23-F ha conseguido mucha audiencia y una ruidosa polmica posterior. El aplauso, la protesta y las explicaciones desatadas compiten en protagonismo con el debate sobre el Estado de la Nacin, otra farsa emitida a la opinin pblica en estos das de febrero lluvioso. La diferencia de matiz quiz radica en que los padres de la patria estn hoy muy desacreditados, ya casi nadie se los cree, y Jordi vole merece un respeto general conseguido gracias un periodismo bien hecho. Yo soy uno ms de sus admiradores. Los padres de la patria parecen tatarabuelos de un cortijo y vole representa las mejores posibilidades de una nueva generacin.

    Por qu no me gust en este caso su programa? Una de las cuestiones ms discutidas tiene que ver con el sentido del humor. El asunto da para mucho, ya que hay mil matices entre la sonrisa, la risa y la carcajada, y no es lo mismo que te diviertan o que se ran de ti. En cualquier caso, no creo sensato cerrar la discusin manteniendo que existen cosas sagradas de las que uno no puede rerse o sentenciando que en Espaa falta sentido del humor. Envueltos ahora en los Carnavales de Cdiz, parece ridculo dudar del humor en este maltratado pas.

    Tampoco creo acertadas las protestas sobre el engao vendido como producto periodstico. Nadie que viviera aquellos acontecimientos, nadie que est informado sobre la intentona de aquel golpe a travs de los libros, los reportajes y los testimonios de algunos protagonistas, pudo tardar ms de dos minutos en darse cuenta del recurso elegido por vole. Desde esta perspectiva haba detalles suficientes para comprender desde el principio que se trataba de una farsa. El programa fue honrado con sus carcajadas.

    Pero tampoco me parece aceptable el argumento de que se intentaba explicar que los medios de comunicacin fabrican montajes y que las verdades oficiales son un cuento. Hace falta hoy esa explicacin? Cul es el sentido comn de los ingenuos? El descrdito generalizado, un descrdito que afecta de manera principal a la prensa. La gente sabe que las lneas editoriales, las noticias seleccionadas y los directores son impuestos no ya por los intereses polticos, sino por los bancos y los grandes grupos econmicos que mueven los hilos de la poltica. Detrs de un director puesto o depuesto est un Gobierno, y detrs de un Gobierno estn los bancos o los fondos especulativos. Esa verdad est muy asumida. El reto de hoy, por el contrario, es demostrar que necesitamos y que se puede hacer un periodismo independiente.

    Jordi vole lo ha demostrado en muchas ocasiones. Cuando anunci que iba a dedicar un programa al 23-F, despert un inters justificado en sus seguidores. Despus de tantos aos de aquel intento de golpe, quedan demasiados enigmas y silencios que desestabilizan la versin oficial. El papel del rey como salvador de la democracia est ms que cuestionado. Por qu fueron cabezas de la intentona militar Alfonso Armada y Jaime Milans del Bosch, los dos generales ms monrquicos del ejrcito? A qu se debi el desprecio constante del rey hacia Adolfo Surez en los meses anteriores al golpe? Nunca un rey democrtico ha maltratado tanto a un presidente de Gobierno elegido por las urnas.

    Son preguntas, por resumir todo un largo interrogatorio, que me he hecho con frecuencia. Me resolvi muchas dudas Santiago Carrillo, con una explicacin sensata, en una tarde de rara sinceridad en casa de nuestro amigo Teodulfo Lagunero. Detrs del 23-F, segn me cont, hubo una trama poltica aprobada por el rey para sustituir el gobierno de Surez por otro de unidad nacional presidido por Alfonso Armada. Como justificacin de esa medida, en la que estuvieron de acuerdo algunos personajes seleccionados de la UCD, el PSOE y el PCE, se pens en una intentona militar que legitimase ante la opinin pblica una solucin de urgencia. Milans del Bosch pens en utilizar a un golpista de verdad, el teniente coronel Tejero, como anzuelo. As se cruzaron dos golpes, uno blando, que persegua una democracia con recortes y tutelada por el rey, y un golpe duro que iba contra la democracia de forma total. La estrategia se rompi cuando Tejero, enterado en el congreso de la solucin pactada, se neg a un Gobierno de partidos y exigi la lnea dura. El teniente coronel se les fue de las manos a los conspiradores y, de esa forma paradjica, evit el xito del golpe blando. Aunque parezca un chiste, me dijo Carrillo, fue Tejero quien salv a la democracia de un ridculo venenoso para el crdito de los partidos.

    Cuando vi la farsa de vole, no me conmovi lo que tena de mentira, sino lo que haba de esperpentizacin de la verdad. Valle-Incln invent el esperpento porque la Espaa oficial de la Restauracin borbnica era una mentira, y deformando lo que ya estaba deformado, es decir, la Espaa oficial, aspiraba a establecer de nuevo la verdad de la Espaa real. El programa de vole, pese a sus buenas intenciones, ha hecho lo contrario: ha deformado una explicacin sensata de la verdad para hacerla compatible con la farsa de la Espaa oficial.

    La tristeza es comprobar que ni siquiera Jordi vole se atreve, tantos aos despus, a hacer un programa de preguntas serias e impertinentes sobre las puertas cerradas, los secretos y las responsabilidades del rey en el 23-F. Y eso es lo que esperbamos todos aquellos que no admitimos a un monarca, elegido por el caudillo Francisco Franco, como salvador de la democracia espaola. La risa, en este caso, era ms vasalla y menos interesante que las preguntas de un periodista independiente.

  2. Lo que realmente evidencia el bodrio que puso vole en la Sexta sobre el 23F es que este pas necesita urgentemente medios de comunicacin que digan la verdad. Con noticias, documentales, reportajes, principalmente. Eso o no existe actualmente o bien existe de forma minscula en este mar de internet. vole es un genuino representante de una generacin de jvenes con muy serio peligro de caer en la precariedad laboral y parece que se ha decidido a no molestar al poder jugando a aparentar que lo critica. En esto hace de poli bueno meditico. Un bodrio.
    Sin medios que digan la verdad y que tengan suficiente difusin es imposible que pueda existir una verdadera democracia pues esto implica la posibilidad de conocer y poder elegir opciones polticas.

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