El Kadima ha sido incapaz de formar gobierno, el desastre del laborismo de izquierdas y el empate técnico del partido gobernante Kadima con el Likud, la formación de la que se escindió para formar un partido supuestamente menos extremista, han obligado al presidente de Israel a encargar la formación del gobierno a Netanyahu, sobre todo desde que el racista Lieberman le manifestó su público apoyo.
El Likud lo tiene muy fácil, sólo con concitar el apoyo de los partidos ultras y religiosos que han copado buena parte de la Knesset, tendrá una coalición mayoritaria en unos pocos días. Sin embargo, Netanyahu sabe que un gobierno tan extremista sería visto en occidente como una amenaza a la paz en todo el mundo y podría perder parte del favor de EEUU, del sionismo mundial y, por supuesto, de Europa, cuya población se vuelve cada vez más y más propalestina. De ahí que esté intentando por todos los medios organizar un gobierno de concentración con Kadima (y hasta con los laboristas) con quien comparte, además de origen, ideología y soluciones a los principales problemas que enfrenta el estado sionista.
Esta solución no es tan fácil. Para Barak, el Likud es —nominalmente al menos— poco menos que la encarnación de lo peor de Israel y una opción que tiene Livni es esperar a que una coalición de ultraderecha fracase a nivel internacional y empeore las relaciones con sus vecinos para que se haga necesario convocar elecciones anticipadas o se avengan a pactar con Kadima pero jugando un papel secundario, no como ahora donde se postulan a la presidencia sin que nadie pueda ponerla en duda.
Veremos en qué queda todo. Están abiertas muchas posibilidades. Un gobierno a tres con Yisrael Beiteinu, el partido de los colonos rusos racistas está también sobre la mesa, ya que Lieberman no se opone a un estado palestino, aunque quiere un Israel étnica y religiosamente puro mediante la expulsión de los árabes de Israel a los territorios ocupados o el intercambio de tierras colonizadas donde situar a los palestinos que aún viven en el estado judío.
Mientras Egipto aprende de sus vecinos sionazis…
A Olmert se le ve el plumero…
El acuerdo podría estar más que firmado, pero se lo la querido cargar para no firmar la paz con Hamas, como siempre, prefieren la guerra. El negociador se ha visto traicionado y lo ha dicho en voz alta. Se lo han fulminado.
JUANLU, ME PARECE Q A ISRAEL NO LE QUEDO CLARO LO SIGUIENTE;ES UN ESTADO GENOCIDA Y LOS GENOCIDAS DEBEN SER CONDENADOS ANTE CORTE INTERNACIONAL POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD, TODO LO Q DIGAN ES PURA DISTRACCION PARA EVITAR EL CASTIGO .
me temo que mientras EEUU siga potente, ni se van a enterar…