¿Todavía hay algún iluso que piensa que lo de Couso fue un accidente?
Hoy medio mundo se ha enterado cómo tratan los terroristas gringos invasores a los periodistas que pretenden relatar lo que realmente está sucediendo en Irak de manera independiente. Como dijo el compañero de la reportera italiana recién liberada de Il Manifesto: «Los militares estadounidenses atacaron intencionalmente el auto que conducía a la ex rehén y periodista italiana Giuliana Sgrena, pues no querían que saliera viva de Irak”. Un agente, el jefe de los servicios secretos en Irak, se lanzó encima de ella y consiguió salvarle la vida tras recibir innumerables balazos, pues los tiros iban dirigidos claramente hacia ella. Todos los controles que atravesaron en el camino al aeropuerto de Bagdad estaban avisados previamente de la identidad de los ocupantes, hasta que a 700 metros del mismo fueron acribillados sin piedad. No creo que sea necesario recordar que Giuliana fue secuestrada cuando acababa de entrevistar a gente de Faluya que les había informado del asalto a la ciudad y el proceder de ese ejército de valientes que trata de expandir el bien, la democracia y la libertad en el mundo. Imagino que este desgraciado incidente pondrá de manifiesto que el secuestro no fue una coincidencia, servía a los mismos intereses de los ocupantes como ya hemos dicho muchas veces de varias de las detenciones y ejecuciones atribuidas alegremente a la guerrilla.
Imagino que ahora los italianos e italianas exigirán con mucha más firmeza la retirada de sus tropas y que pondrán a Berlusconi en un fuerte aprieto. Ánimo compis!
Era esto a lo que temían los yankees?
6 de marzo de 2005, 2h26
Irak.- Chávez denuncia que las fuerzas de EEUU emplearon gas mostaza y nervioso en su asalto a Faluya del pasado año
NUEVA DELHI, 6 (EP/AP)
Las fuerzas estadounidenses usaron gas mostaza y nervioso durante su asalto a la ciudad rebelde iraquí de Faluya el año pasado, según afirmó ayer el presidente venezolano, Hugo Chávez, que citó como fuente un informe del Ministerio iraquí de Salud.
Funcionarios del Gobierno en Irak no han mencionado por el momento ningún informe que revele esa acusación. «El Ministerio de Salud del Gobierno iraquí encargó al ministro de Salud que investigara el asalto a Faluya. Su informe refleja pruebas del empleo de gas mostaza y gas nervioso en Faluya», dijo Chávez.
«Encontraron cuerpos derretidos en Faluya. Todos los signos de vida en la ciudad –perros, pájaros, plantas–, todas las formas de vida, resultaron destruidos. Esto es sólo es posible con el empleo de gas mostaza. Es una causa de inquietud para el mundo entero. El mundo está en un serio, serio problema», agregó el mandatario durante una visita oficial de cuatro días a India.
Asimismo, Chávez acusó a Washington de liderar una prolongada huelga general en Venezuela en un intento por expulsarle del poder. Finalmente, reiteró que tiene evidencias de que Estados Unidos estaba planeando asesinarlo. «Si me pasa algo, la persona responsable será el presidente George W. Bush», anotó.
Sin embargo, el embajador estadounidense en Caracas, William Brownfield, dijo ayer que «no hay planes, opiniones o pensamiento de asesinato ni contra el presidente de acá ni contra ningún mandatario. Eso sería una violación a nuestra ley federal».
ELPAIS.es - Internacional – 06-03-2005 – 11:32
La reportera italiana de Il Manifesto ha publicado hoy un artículo en el que afirma que sus captores le advirtieron de lo que podría ocurrir tras su liberación. «Los americanos que no quieren que tú vuelvas», afirma en su crónica Mi verdad. Además, en declaraciones a Skay TG 24, Sgrena no descarta que ella fuera el objetivo de los disparos.
IAR NOTICIAS
En el caso de la periodista italiana, Giuliana Sgrena, del secuestro no habrían participado las instancias oficiales de la inteligencia norteamericana, sino un grupo operativo que actuó bajo imperativos del secuestro extorsivo comercial, que entabló negociaciones con el gobierno italiano al margen de las autoridades estadounidenses.
Fuentes árabes señalaban que, horas después del secuestro, la CIA local detectó la operación y las negociaciones cuyo desarrollo y prolegómenos fueron comunicados -vía jefatura- a Washington y al Pentágono.
Por orden superior, la CIA local no intervino y se dedicó a monitorear los desplazamientos de las negociaciones orientadas a rescatar a la periodista de Il Manifesto, que en estos momentos se encuentra herida de bala en el hospital militar Celio de Roma, tras ser salvada de la muerte por el agente de los servicios secretos italianos Nicola Calipari.
Posteriormente el gobierno de Berlusconi y su par de Washington, habrían acordado la operación para rescatar a la periodista italiana sin el pago de ningún rescate al grupo que la tenía de rehén, conviniendo en presentar el caso a la prensa como un triunfo conjunto en la guerra contra el «terrorismo islámico»
Según esta versión, el veterano agente de los servicios secretos italianos Nicola Calipari, y dos compañeros más, habrían ingresado a Bagdad con pleno conocimiento de la CIA y de las autoridades militares norteamericanas.
Calipari, con luz verde de EEUU, ya había actuado como mediador durante el secuestro de Simona Torretta, la cooperante humanitaria que finalmente fue liberada en Irak, y era perfectamente conocido tanto por la CIA local como por la inteligencia militar en Irak, por lo que su presencia no pudo pasar desapercibida.
A contramano de lo que sostienen las autoridades de Washington, el mando militar norteamericano habría tenido pleno conocimiento del desarrollo de las negociaciones. Las autoridades estadounidenses, incluidas las militares, apuntaron sus declaraciones hacia una responsabilidad de Italia en la muerte de Calipari.
Según un responsable del Departamento de Estado citado por el diario The Washington Post, las autoridades italianas no informaron ni a la Embajada ni al mando militar estadounidense en Irak de la liberación de Sgrena, pese a que un coordinador estadounidenses para secuestros había trabajado estrechamente con ellos en el caso.
Fuentes del gobierno italiano desmienten rotundamente esas afirmaciones sosteniendo que la CIA local y el mando militar norteamericano estaban al tanto de las negociaciones que durante un mes realizaron sus agentes para rescatar a la reportera italiana.
La estrategia -según las fuentes- era dilatar lo más pposible las conversaciones hasta que un grupo especial estadounidense estuviera en posición para asaltar el lugar de detención y matar a los secuestradores sin comprometer la vida de la rehén.
El punto de quiebre en la relación se habría producido tras el último video grabado por la rehén italiana, cuando los secuestradores detectaron la maniobra y exigieron de inmediato el pago del rescate, bajo amenaza de ejecutarla.
Presionado por las necesidades políticas de Berlusconi, el gobierno italiano resolvió pagar el rescate ocultando la información al gobierno norteamericano.
Esta situación, según fuentes árabes en la capital iraquí, enrareció y complicó la operación que tenía como objetivo político principal presentar la liberación de la rehén italiana como un triunfo del gobierno de Berlusconi con la mediación de Washington.
Fuentes ligadas a la resistencia suní en Bagdad, coinciden en que Giuliana Sgrena (especializada en Medio Oriente) tiene conocimientos de la lengua árabe, y que su experiencia en Afganistán y en la guerra de Argelia le habrían permitido una buena relación y comunicación con el grupo de los secuestradores.
También permite inferir -señalan- que la rehén estaba al tanto de las negociaciones y el monto del rescate pagado, lo que habría resuelto la orden de su eliminación por parte de la inteligencia militar norteamericana que había quedado «desacomodada» y burlada tras la concreción de la liberación de la reportera.
Tampoco se descuenta que -durante su cautiverio de un mes- Giuliana hay tenido acceso, o se haya percatado de la identidad del grupo que la tenía secuestrada.
Hay un dicho famoso en Bagdad: todos los secuestros conducen al gobierno de Allawi, y Giuliana lo conoce muy bien como periodista especializada.
La perspicacia de la veterana reportera, su sapiencia del mundo árabe, puede haber detectado «señales» de la procedencia del grupo de secuestradores y sus vasos comunicantes con el poder, tanto iraquí como norteamericano.
De cualquier manera -sostienen las fuentes de Bagdad- la inteligencia militar norteamericana captó algo irregular en la relación de la periodista con sus captores, lo que la tornó «peligrosa» para la operación
De ahí que tanto Giuliana como su compañero italiano en Roma destacaron como causa del ataque al vehículo de la periodista: «la información que los militares estadounidenses querían que no se supiera».
Los grupos especiales que tenían rodeados a Giuliana Sgrena y a sus secuestradores los habrían dejado escapar para posibilitar una eliminación «legal» de la periodista casi al llegar al aeropuerto de Bagdad, simulando una operación de «rutina» de una patrulla militar contra un auto que había «violado la barrera de control».
La muerte por «accidente» de Giuliana borraría toda huella del fracaso de la inteligencia norteamericana y permitiría a la administración Bush manipular su propia versión de los hechos.
De no mediar la intervención del agente italiano para protegerla de la andanada de balas, hoy la operación no contaría con ningún testigo y el gobierno italiano -socio privilegiado de Washington en Iraak- seguramente habría ocultado el hecho sumándose a la versión oficial de EEUU.