Cuba resiste y molesta

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Tuve el placer hace algunos años de visitar Cuba por motivos de trabajo. Confieso que a priori no tenía ganas de ver una isla en franca decadencia, dando los últimos estertores —eso contaban— de un régimen que logró en los 80 tener un Índice de Calidad de Vida superior al de los EEUU según la valoración que hacía la propia UNESCO. La atroz propaganda anticastrista desplegada en occidente dibujaba un país sin libertades, corrupto, literalmente prostituido frente al turismo rico, refugio de terroristas y donde el respeto por los derechos humanos brillaba por su ausencia. Pero no era del todo así, no es que la vida para los cubanos sea de color de rosa, pero tampoco es para obsesionarse por acabar con el régimen desde fuera. La mayoría de los países de su orbe está mucho peor y nadie hace de la falta de derechos humanos más básicos (salud, educación, alimentación, seguridad, vivienda…) el centro de su política regional. Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Haití… son algunos ejemplos de lo que digo.

Obviamente a ello contribuía el altavoz mediático de la condena anual a Cuba en Ginebra auspiciada por los EEUU o alguna de sus marionetas por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. La compra de votos o la pura coacción del imperio hace que regularmente se produzca una ajustada votación y la subsiguiente denuncia internacional de la isla por el trato a los “disidentes”. Lo que desconozco es cómo se escogen las candidaturas a malo maloso del año. EEUU acumula más desprecio a los derechos humanos que cualquier otro país del orbe. Baste si no recordar Guantánamo, Abu Grahib, Irak, Afganistán…

El que un grupo de agentes al servicio del gobierno norteamericano han sido detenidos por sus actividades de desestabilización y sabotaje a Cuba no me parece motivo suficiente. Dentro del grupo había bastantes infiltrados de la agencia cubana de inteligencia y en un librillo editado en pdf en Rebelión puede verse suficiente material gráfico como para ver cuáles eran los intereses reales de los detenidos. Ese elenco de “periodistas” que en el mejor de los casos logran escribir sin faltas de ortografía y que no han llenado en su vida ni una libreta de textos. En este sentido conviene recordar la suerte que corren tres agentes del contraespionaje cubano presos en EEUU cuando vigilaban a las mafias anticastristas de Miami. Las garantías judiciales que soportan son menores que las de Abu Grahib. Y todo ello en el país garante de la democracia en el mundo, que no duda en asesinar a quienes se oponen a ella.

Pero lo que más me enerva es conocer la suerte de los terroristas procesados en Panamá, que liberados por la presidenta saliente, acabaron en los EEUU donde recibieron cobijo oficial. Ahora no han dudado en acoger al terrorista más sanguinario de cuantos han actuado contra Cuba. Posada Carriles, convicto y confeso de volar un avión con más de 70 personas a bordo y de numerosos sabotajes contra la isla circula tranquilamente por las calles del imperio que se vanagloria de ser el azote mundial del terrorismo, al cual ha convertido en el leit motiv de su política interior y exterior.

La noticia ha sido publicada en los medios, es cierto que no bajo grandes titulares. No se si poca gente lo sabe, si nadie se extraña o por qué nadie protesta ni se escriben editoriales, ni se hacen protestas internacionales, ni condenas en Ginebra. Como cantaba Manu Chao, todo es mentira en este mundo.

3 Comentarios

  1. Pascual Serrano
    Rebelin
    El gobierno cubano est formando como mdicos a ms de diez mil jvenes de todo el mundo procedentes de familias humildes o grupos tnicos marginados. Durante siete aos, el Programa Nacional de Salud les acoge gratuitamente en la Universidad Latinoamericana de Medicina, les ofrece los libros y el material necesario, asistencia sanitaria, alojamiento, comida y cien pesos mensuales para sus gastos. De los 28.071 estudiantes de medicina que hay en Cuba, 10.403 son extranjeros en esta situacin, de ellos, 9.024 son del continente americano (EEUU includo) y el resto del Caribe y Africa. Cada ao se matriculan mil quinientos alumnos.

  2. Cuba frente al Imperio – Abu Ghraib acusa a Cuba en Ginebra
    24-04-2005
    Cuba, Estados Unidos y la farsa de Ginebra
    Salim Lamrani
    Rebelin
    A pesar del llamamiento lanzado por ms de 4 000 escritores, artistas, acadmicos, parlamentarios y otras personalidades pblicas de los cinco continentes, entre los cuales seis Premios Nobel, quienes solicitaban insistentemente a la Comisin de Derechos Humanos de Ginebra no ceder al chantaje ejercido por los Estados Unidos y no votar una mocin contra Cuba, no tuvo xito. La resolucin presentada por Washington contra la Isla del Caribe fue adoptada.1 Despus de las presiones coercitivas ejercidas por la administracin Bush sobre los representantes del Tercer Mundo ante la Comisin (particularmente los de los pases de Europa del Este, frica y Amrica Latina), el proyecto contra Cuba fue adoptado el 14 de abril de 2005 por una mayora de 21 votos contra 17 y 15 abstenciones.2

    Para aprobar la resolucin, Washington tuvo que recurrir a la coaccin. Por ejemplo, Estados Unidos amenaz a una nacin africana con no comprarle ms algodn. La delegacin norteamericana tambin advirti a otro pas africano que si votaba contra la mocin, Estados Unidos no intervendra para impedir la rebelin de la oposicin ante las inminentes elecciones. Un pas asitico fue amenazado con la repatriacin de una ola de inmigrantes si se atreva a votar contra la resolucin. Varias naciones de Amrica Latina sufrieron tambin intimidaciones.3

    Generalmente, este tipo de texto es presentado cada ao por un tercer pas a la demanda de Washington. Pero este ao, la resolucin tuvieron que presentarla los propios Estados Unidos, pues ninguna nacin acept prestarse a este juego politiquero que slo tiene como objetivo acrecentar un poco ms la agresin contra Cuba. En efecto, la administracin Bush pretende justificar, mediante esta resolucin, las sanciones econmicas inhumanas que impone a la poblacin cubana y los diversos ataques polticos y diplomticos en su contra.4 A pesar de todo su podero, los Estados Unidos tuvieron que recurrir a diversas amenazas y al chantaje econmico para obligar a los pases miembros a que votaran contra Cuba.5

    Es racionalmente posible entender, hasta cierto grado y tomando en cuenta parmetros de orden poltico y econmico, que un gobierno de un pas subdesarrollado acepte participar en la estrategia de aislamiento de la nacin cubana, aunque esta complicidad sea ticamente inaceptable. Ciertos miembros de la Comisin, ante las consideraciones morales por un lado y las intimidaciones estadounidenses por el otro, escogieron el campo de la abstencin. No obstante, resulta difcil aceptar que la Unin Europea se haya aliado a la poltica agresiva de los Estados Unidos, llevando la colaboracin hasta el punto de copatrocinar la resolucin de Washington. Desafortunadamente, Europa mostr, una vez ms, que era incapaz de adoptar una posicin soberana, prefiriendo someterse a las maniobras politiqueras estadounidenses.6 En realidad, la potencia diplomtica de Europa no es sino una quimera.

    Desde un punto de vista estrictamente deontolgico, los Estados Unidos, responsables de dos invasiones militares a pases soberanos desde 2001 Afganistn e Irak autores de los crmenes de guerra cometidos en Abu Grab y en la base naval de Guatnamo contra personas cuya existencia legal ni siquiera es reconocida, no disponen estrictamente de ninguna legitimidad para presentar una resolucin sobre los derechos humanos contra nadie. Con ms de 100 000 vctimas irakes censadas desde el inicio de la agresin armada a las cuales se aade la parodia de elecciones libres, vergonzosamente avaladas por la mayora de la comunidad internacional, Washington no tiene ninguna leccin que dar en cuanto a la democracia y el respeto de los derechos fundamentales.7

    Durante el 61er periodo de sesiones de la Comisin de Derechos Humanos de Ginebra, los Estados Unidos se vieron aislados en numerosas ocasiones por la posicin adoptada ante ciertos temas. Por ejemplo, la delegacin estadounidense vot contra la resolucin titulada la lucha contra la difamacin de las religiones, presentada por Pakistn y adoptada por una amplia mayora (31 votos a favor y 16 votos en contra). Los Estados Unidos fueron tambin los nicos en votar contra un texto presentado por Libia a favor del derecho del pueblo palestino a la autodeterminacin, adoptado por la inmensa mayora de los miembros de la Comisin (slo Costa Rica se abstuvo).8

    Sin embargo, otra resolucin aceptada por una gran mayora y rechazada por Washington ilustra claramente la poltica exterior de la administracin Bush contra Cuba. Presentada por la delegacin cubana, la resolucin que condenaba el uso de mercenarios para violar los derechos humanos y el derecho de los pueblos a la autodeterminacin fue aprobada con 35 votos a favor y 15 votos en contra, a saber Estados Unidos y los pases de la Unin Europea.9 En efecto, los Estados Unidos se negaron a adoptar una resolucin que condena sus prcticas ampliamente propagadas, incluso en la guerra terrorista que llevan contra La Habana y que ha costado la vida a numerosos ciudadanos cubanos.

    Segn las palabras del seor Roger Noriega, un extremista de origen cubano y tambin secretario asistente para los Asuntos del Hemisferio Occidental, la administracin Bush decidi aumentar en 14,4 millones de dlares el colosal presupuesto de 36 millones destinado a los mercenarios cubanos estipendiados por la Casa Blanca.10 En total, son ms de 50 millones de dlares que se destinan a los sicofantas que las transnacionales de la informacin califican falazmente de disidentes cubanos.11 El seor Noriega, quien declar que ya se haban repartido ms de 6 millones de dlares, incluso fue tan sincero que lleg a nombrar a algunas de las personas que se encargan de la elaboracin de la poltica exterior estadounidense contra Cuba. Evoc textualmente los nombres de Martha Beatriz Roque, de las Damas en Blanco (mujeres e hijas de los agentes al servicio de los Estados Unidos condenados por los tribunales cubanos en marzo de 2003) y de Oswaldo Pay.12

    En dicha ocasin tambin se evoca el nombre de Reporteros Sin Fronteras (RSF), cuyas actividades alab el seor Noriega: La ONG francesa RSF destin sus esfuerzos a difundir anuncios […], haciendo publicidad, redactando informes, con el fin de llamar la atencin sobre la falta de libertad de prensa en Cuba.13 Nada sorprendente dados los vnculos entre la organizacin que dirige el seor Robert Mnard y los grupsculos fascistas de origen cubano de Florida, de los cuales varios son responsables de acciones terroristas contra Cuba.14

    Simultneamente estall el caso del terrorista cubano, Sr. Luis Posada Carriles. Antiguo agente de la CIA, el seor Posada Carriles haba sido condenado a ocho aos de prisin por intento de asesinato contra el seor Fidel Castro en el ao 2000. ste haba sido liberado escandalosamente por la antigua presidenta de Panam, Sra. Mireya Moscoso, pocos das antes del fin de su mandato en agosto de 2004, a cambio de un retiro dorado en Miami para sta.15 Desde entonces, era un prfugo. No obstante, desde principios de abril de 2005, el seor Posada Carriles se esconde en Miami, con la complicidad de las autoridades estadounidenses que lo protegen mientras efecta su pedido de asilo. Cmo, en un momento de tan intensa lucha contra el terrorismo, la administracin Bush puede proteger a un individuo condenado por los propios tribunales estadounidenses por actividades terroristas? Como subrayara el congresista demcrata de Massachussets, Sr. William D. Delahunt:si se autorizara a Posada a quedarse aqu, la credibilidad de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo quedara gravemente comprometida, pues ello sugerira que compartimos los puntos de vista de los que apoyan a Al Qaeda […] No puedo concebir que se pueda defender a un terrorista mientras que las pruebas que demuestran que es responsable de la voladura de una avin comercial son abrumadoras.16 Dicha explosin cost la vida a 73 personas en octubre de 1976.

    As, la Casa Blanca, en el mismo momento en que se elaboraba la mascarada anual de Ginebra, protega y sigue protegiendo a uno de los peores terroristas del hemisferio americano, cuya estancia en Estados Unidos ha sido prohibida por la justicia estadounidense. Adems Cuba y Venezuela piden su extradicin.17 Conviene preguntarse sobre qu bases ticas una nacin que protege a individuos implicados en el terrorismo internacional puede condenar al gobierno de La Habana. Slo la extrema derecha cubana de Florida se alegr de la medida aprobada contra Cuba y del apoyo brindado por la Unin Europea.18

    El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Sr. Felipe Prez Roque, explic la razn por la cual Washington se ensaa en presentar una resolucin contra Cuba: Estados Unidos nos acusa porque teme nuestro ejemplo, porque quiere perseguir nuestra vocacin de independencia, porque intenta aplastar el ejemplo de un pas que no ha querido someterse a sus dictados. Eso es lo que est en el fondo.19

    Desde 1987, Cuba es el nico pas de Amrica Latina contra el que Estados Unidos presenta una resolucin sobre los derechos humanos. Cul es la realidad de los pases latinoamericanos que se prestaron a la maniobra politiquera de Washington, a saber Honduras, Guatemala y Mxico? En que medida respetan los derechos humanos?

    Segn el propio informe anual del Departamento de Estado norteamericano sobre los derechos humanos en el mundo en 2004, en Honduras, la polica es responsable de varios asesinatos extrajudiciales. Varias organizaciones de las fuerzas de seguridad procedieron a ejecuciones sumarias y arbitrarias de sindicalistas y opositores polticos, gracias a la creacin de escuadrones de la muerte. Segn este mismo informe, las condiciones de detencin son desastrosas y los detenidos muchas veces no tuvieron un proceso justo. Miembros de la elite oficial, econmica y militar gozaron de una considerable impunidad. Entre otras violaciones de los derechos humanos aparecen la violencia y la discriminacin contra las mujeres y el pueblo indgena. El informe concluye que el gobierno no reforz de modo eficaz el derecho laboral y el trabajo de los nios s[igue] siendo una serio problema.20 El informe anual de Amnista Internacional sobre Honduras es tambin abrumador y denuncia las exacciones cometidas contra miembros de grupos indgenas que padecieron actos de tortura, amenazas y acoso.21

    En cuanto a Guatemala, el mismo estudio anual del Departamento de Estado seala que las instituciones estatales que tienen que reforzar la ley son todava dbiles. El informe aade que la brutalidad policial y las condiciones de detencin son inquietantes, as como las amenazas y las exacciones contra organizaciones no gubernamentales y militantes de los derechos humanos.22 Amnista Internacional seala que las violaciones de los derechos humanos en Guatemala alcanzaron niveles sin precedentes en muchos aos. La organizacin agrega que los principales blancos fueron los que denunciaban la impunidad de la que gozaban los responsables de las inmensas masacres y otras atrocidades cometidas durante los 30 aos de conflicto civil en Guatemala.23

    En lo que se refiere a Mxico, Amnista Internacional enfatiza que las violaciones de los derechos humanos fueron ampliamente difundidas. Al menos un defensor de los derechos humanos fue asesinado y otros recibieron amenazas, segn el informe de 2004. Varios militantes se enfrentaron a acusaciones de orden penal que en realidad eran de origen poltico y numerosas comunidades indgenas siguieron siendo vctimas de marginalizacin y de violencia.24

    No es necesario detenerse en lo concerniente al respeto de los derechos humanos en Arabia Saudita, Armenia, Hungra, Rumana o Corea del Sur; cinco pases que se prestaron al juego de Estados Unidos votando a favor de la mocin contra Cuba.25

    Conviene sealar ahora que en ningn momento Amnista Internacional o Washington acusaron a Cuba de las exacciones cometidas en naciones tales como Honduras, Mxico o Guatemala. El propio informe del Departamento de Estado norteamericano de 2004 subraya que no hay desapariciones o asesinatos por razones polticas en Cuba.26 La comedia orquestada en Ginebra apesta a nepotispo poltico y slo tiene como meta justificar el implacable estado de sitio que Estados Unidos mantiene contra Cuba.

    Ucrania tambin desempe un triste papel en la Comisin. El quinceavo aniversario del programa de asistencia mdica brindada por La Habana a los nios vctimas del desastre nuclear de Chernobil, que permiti a 18 153 nios ucranianos entre 5 y 15 aos recibir gratuitamente atencin mdica en Cuba, acaba de celebrase. El gobierno de Viktor Yuchenko agredeci los esfuerzos altruistas de los cubanos sometindose a la voluntad estadounidense y votando, contra la opinin del pueblo ucranianio, el texto estigmatizando la Revolucin cubana.27 Todo ello, algunos das despus que el ministro ucraniano de Salud, Sr. Nikola Efimovich Polischuk, declarara que ninguna nacin en el mundo hizo tanto por los nios vctimas de la catstrofe nuclear de Chernobyl como Cuba.28

    La agresin estadounidense contra Cuba no cesar pronto, est claro. En cambio, es muy lamentable y vergonzoso que la Unin Europea y Francia en primer plano se asocien a ello de manera tan servil y criminal.

  3. 24-04-2005
    Cuba, Estados Unidos y la farsa de Ginebra
    Salim Lamrani
    .
    Rebelin
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    A pesar del llamamiento lanzado por ms de 4 000 escritores, artistas, acadmicos, parlamentarios y otras personalidades pblicas de los cinco continentes, entre los cuales seis Premios Nobel, quienes solicitaban insistentemente a la Comisin de Derechos Humanos de Ginebra no ceder al chantaje ejercido por los Estados Unidos y no votar una mocin contra Cuba, no tuvo xito. La resolucin presentada por Washington contra la Isla del Caribe fue adoptada.1 Despus de las presiones coercitivas ejercidas por la administracin Bush sobre los representantes del Tercer Mundo ante la Comisin (particularmente los de los pases de Europa del Este, frica y Amrica Latina), el proyecto contra Cuba fue adoptado el 14 de abril de 2005 por una mayora de 21 votos contra 17 y 15 abstenciones.2

    Para aprobar la resolucin, Washington tuvo que recurrir a la coaccin. Por ejemplo, Estados Unidos amenaz a una nacin africana con no comprarle ms algodn. La delegacin norteamericana tambin advirti a otro pas africano que si votaba contra la mocin, Estados Unidos no intervendra para impedir la rebelin de la oposicin ante las inminentes elecciones. Un pas asitico fue amenazado con la repatriacin de una ola de inmigrantes si se atreva a votar contra la resolucin. Varias naciones de Amrica Latina sufrieron tambin intimidaciones.3

    Generalmente, este tipo de texto es presentado cada ao por un tercer pas a la demanda de Washington. Pero este ao, la resolucin tuvieron que presentarla los propios Estados Unidos, pues ninguna nacin acept prestarse a este juego politiquero que slo tiene como objetivo acrecentar un poco ms la agresin contra Cuba. En efecto, la administracin Bush pretende justificar, mediante esta resolucin, las sanciones econmicas inhumanas que impone a la poblacin cubana y los diversos ataques polticos y diplomticos en su contra.4 A pesar de todo su podero, los Estados Unidos tuvieron que recurrir a diversas amenazas y al chantaje econmico para obligar a los pases miembros a que votaran contra Cuba.5

    Es racionalmente posible entender, hasta cierto grado y tomando en cuenta parmetros de orden poltico y econmico, que un gobierno de un pas subdesarrollado acepte participar en la estrategia de aislamiento de la nacin cubana, aunque esta complicidad sea ticamente inaceptable. Ciertos miembros de la Comisin, ante las consideraciones morales por un lado y las intimidaciones estadounidenses por el otro, escogieron el campo de la abstencin. No obstante, resulta difcil aceptar que la Unin Europea se haya aliado a la poltica agresiva de los Estados Unidos, llevando la colaboracin hasta el punto de copatrocinar la resolucin de Washington. Desafortunadamente, Europa mostr, una vez ms, que era incapaz de adoptar una posicin soberana, prefiriendo someterse a las maniobras politiqueras estadounidenses.6 En realidad, la potencia diplomtica de Europa no es sino una quimera.

    Desde un punto de vista estrictamente deontolgico, los Estados Unidos, responsables de dos invasiones militares a pases soberanos desde 2001 Afganistn e Irak autores de los crmenes de guerra cometidos en Abu Grab y en la base naval de Guatnamo contra personas cuya existencia legal ni siquiera es reconocida, no disponen estrictamente de ninguna legitimidad para presentar una resolucin sobre los derechos humanos contra nadie. Con ms de 100 000 vctimas irakes censadas desde el inicio de la agresin armada a las cuales se aade la parodia de elecciones libres, vergonzosamente avaladas por la mayora de la comunidad internacional, Washington no tiene ninguna leccin que dar en cuanto a la democracia y el respeto de los derechos fundamentales.7

    Durante el 61er periodo de sesiones de la Comisin de Derechos Humanos de Ginebra, los Estados Unidos se vieron aislados en numerosas ocasiones por la posicin adoptada ante ciertos temas. Por ejemplo, la delegacin estadounidense vot contra la resolucin titulada la lucha contra la difamacin de las religiones, presentada por Pakistn y adoptada por una amplia mayora (31 votos a favor y 16 votos en contra). Los Estados Unidos fueron tambin los nicos en votar contra un texto presentado por Libia a favor del derecho del pueblo palestino a la autodeterminacin, adoptado por la inmensa mayora de los miembros de la Comisin (slo Costa Rica se abstuvo).8

    Sin embargo, otra resolucin aceptada por una gran mayora y rechazada por Washington ilustra claramente la poltica exterior de la administracin Bush contra Cuba. Presentada por la delegacin cubana, la resolucin que condenaba el uso de mercenarios para violar los derechos humanos y el derecho de los pueblos a la autodeterminacin fue aprobada con 35 votos a favor y 15 votos en contra, a saber Estados Unidos y los pases de la Unin Europea.9 En efecto, los Estados Unidos se negaron a adoptar una resolucin que condena sus prcticas ampliamente propagadas, incluso en la guerra terrorista que llevan contra La Habana y que ha costado la vida a numerosos ciudadanos cubanos.

    Segn las palabras del seor Roger Noriega, un extremista de origen cubano y tambin secretario asistente para los Asuntos del Hemisferio Occidental, la administracin Bush decidi aumentar en 14,4 millones de dlares el colosal presupuesto de 36 millones destinado a los mercenarios cubanos estipendiados por la Casa Blanca.10 En total, son ms de 50 millones de dlares que se destinan a los sicofantas que las transnacionales de la informacin califican falazmente de disidentes cubanos.11 El seor Noriega, quien declar que ya se haban repartido ms de 6 millones de dlares, incluso fue tan sincero que lleg a nombrar a algunas de las personas que se encargan de la elaboracin de la poltica exterior estadounidense contra Cuba. Evoc textualmente los nombres de Martha Beatriz Roque, de las Damas en Blanco (mujeres e hijas de los agentes al servicio de los Estados Unidos condenados por los tribunales cubanos en marzo de 2003) y de Oswaldo Pay.12

    En dicha ocasin tambin se evoca el nombre de Reporteros Sin Fronteras (RSF), cuyas actividades alab el seor Noriega: La ONG francesa RSF destin sus esfuerzos a difundir anuncios […], haciendo publicidad, redactando informes, con el fin de llamar la atencin sobre la falta de libertad de prensa en Cuba.13 Nada sorprendente dados los vnculos entre la organizacin que dirige el seor Robert Mnard y los grupsculos fascistas de origen cubano de Florida, de los cuales varios son responsables de acciones terroristas contra Cuba.14

    Simultneamente estall el caso del terrorista cubano, Sr. Luis Posada Carriles. Antiguo agente de la CIA, el seor Posada Carriles haba sido condenado a ocho aos de prisin por intento de asesinato contra el seor Fidel Castro en el ao 2000. ste haba sido liberado escandalosamente por la antigua presidenta de Panam, Sra. Mireya Moscoso, pocos das antes del fin de su mandato en agosto de 2004, a cambio de un retiro dorado en Miami para sta.15 Desde entonces, era un prfugo. No obstante, desde principios de abril de 2005, el seor Posada Carriles se esconde en Miami, con la complicidad de las autoridades estadounidenses que lo protegen mientras efecta su pedido de asilo. Cmo, en un momento de tan intensa lucha contra el terrorismo, la administracin Bush puede proteger a un individuo condenado por los propios tribunales estadounidenses por actividades terroristas? Como subrayara el congresista demcrata de Massachussets, Sr. William D. Delahunt:si se autorizara a Posada a quedarse aqu, la credibilidad de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo quedara gravemente comprometida, pues ello sugerira que compartimos los puntos de vista de los que apoyan a Al Qaeda […] No puedo concebir que se pueda defender a un terrorista mientras que las pruebas que demuestran que es responsable de la voladura de una avin comercial son abrumadoras.16 Dicha explosin cost la vida a 73 personas en octubre de 1976.

    As, la Casa Blanca, en el mismo momento en que se elaboraba la mascarada anual de Ginebra, protega y sigue protegiendo a uno de los peores terroristas del hemisferio americano, cuya estancia en Estados Unidos ha sido prohibida por la justicia estadounidense. Adems Cuba y Venezuela piden su extradicin.17 Conviene preguntarse sobre qu bases ticas una nacin que protege a individuos implicados en el terrorismo internacional puede condenar al gobierno de La Habana. Slo la extrema derecha cubana de Florida se alegr de la medida aprobada contra Cuba y del apoyo brindado por la Unin Europea.18

    El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Sr. Felipe Prez Roque, explic la razn por la cual Washington se ensaa en presentar una resolucin contra Cuba: Estados Unidos nos acusa porque teme nuestro ejemplo, porque quiere perseguir nuestra vocacin de independencia, porque intenta aplastar el ejemplo de un pas que no ha querido someterse a sus dictados. Eso es lo que est en el fondo.19

    Desde 1987, Cuba es el nico pas de Amrica Latina contra el que Estados Unidos presenta una resolucin sobre los derechos humanos. Cul es la realidad de los pases latinoamericanos que se prestaron a la maniobra politiquera de Washington, a saber Honduras, Guatemala y Mxico? En que medida respetan los derechos humanos?

    Segn el propio informe anual del Departamento de Estado norteamericano sobre los derechos humanos en el mundo en 2004, en Honduras, la polica es responsable de varios asesinatos extrajudiciales. Varias organizaciones de las fuerzas de seguridad procedieron a ejecuciones sumarias y arbitrarias de sindicalistas y opositores polticos, gracias a la creacin de escuadrones de la muerte. Segn este mismo informe, las condiciones de detencin son desastrosas y los detenidos muchas veces no tuvieron un proceso justo. Miembros de la elite oficial, econmica y militar gozaron de una considerable impunidad. Entre otras violaciones de los derechos humanos aparecen la violencia y la discriminacin contra las mujeres y el pueblo indgena. El informe concluye que el gobierno no reforz de modo eficaz el derecho laboral y el trabajo de los nios s[igue] siendo una serio problema.20 El informe anual de Amnista Internacional sobre Honduras es tambin abrumador y denuncia las exacciones cometidas contra miembros de grupos indgenas que padecieron actos de tortura, amenazas y acoso.21

    En cuanto a Guatemala, el mismo estudio anual del Departamento de Estado seala que las instituciones estatales que tienen que reforzar la ley son todava dbiles. El informe aade que la brutalidad policial y las condiciones de detencin son inquietantes, as como las amenazas y las exacciones contra organizaciones no gubernamentales y militantes de los derechos humanos.22 Amnista Internacional seala que las violaciones de los derechos humanos en Guatemala alcanzaron niveles sin precedentes en muchos aos. La organizacin agrega que los principales blancos fueron los que denunciaban la impunidad de la que gozaban los responsables de las inmensas masacres y otras atrocidades cometidas durante los 30 aos de conflicto civil en Guatemala.23

    En lo que se refiere a Mxico, Amnista Internacional enfatiza que las violaciones de los derechos humanos fueron ampliamente difundidas. Al menos un defensor de los derechos humanos fue asesinado y otros recibieron amenazas, segn el informe de 2004. Varios militantes se enfrentaron a acusaciones de orden penal que en realidad eran de origen poltico y numerosas comunidades indgenas siguieron siendo vctimas de marginalizacin y de violencia.24

    No es necesario detenerse en lo concerniente al respeto de los derechos humanos en Arabia Saudita, Armenia, Hungra, Rumana o Corea del Sur; cinco pases que se prestaron al juego de Estados Unidos votando a favor de la mocin contra Cuba.25

    Conviene sealar ahora que en ningn momento Amnista Internacional o Washington acusaron a Cuba de las exacciones cometidas en naciones tales como Honduras, Mxico o Guatemala. El propio informe del Departamento de Estado norteamericano de 2004 subraya que no hay desapariciones o asesinatos por razones polticas en Cuba.26 La comedia orquestada en Ginebra apesta a nepotispo poltico y slo tiene como meta justificar el implacable estado de sitio que Estados Unidos mantiene contra Cuba.

    Ucrania tambin desempe un triste papel en la Comisin. El quinceavo aniversario del programa de asistencia mdica brindada por La Habana a los nios vctimas del desastre nuclear de Chernobil, que permiti a 18 153 nios ucranianos entre 5 y 15 aos recibir gratuitamente atencin mdica en Cuba, acaba de celebrase. El gobierno de Viktor Yuchenko agredeci los esfuerzos altruistas de los cubanos sometindose a la voluntad estadounidense y votando, contra la opinin del pueblo ucranianio, el texto estigmatizando la Revolucin cubana.27 Todo ello, algunos das despus que el ministro ucraniano de Salud, Sr. Nikola Efimovich Polischuk, declarara que ninguna nacin en el mundo hizo tanto por los nios vctimas de la catstrofe nuclear de Chernobyl como Cuba.28

    La agresin estadounidense contra Cuba no cesar pronto, est claro. En cambio, es muy lamentable y vergonzoso que la Unin Europea y Francia en primer plano se asocien a ello de manera tan servil y criminal.

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