El chico de los discursos de Obama, el mismo que llevaba un tiempito ocioso desde que acabaron las elecciones, se ha puesto de nuevo a trabajar. No puede negarse de que le ha escrito al presidente un bonito discurso bastante medido y aparentemente equilibrado. Pero como casi siempre, se trata sólo de palabras, no vienen seguidas de ningún anuncio ni medida concreta con la que refrendarlas.
Así que, sin dejarnos llevar por un pueril entusiasmo del que parece haberse contagiado medio mundo, conscientes de que el papel lo aguanta todo, analizaremos aquí en los biTs lo dicho sobre el conflicto de Israel con los palestinos y sus vecinos árabes. Como siempre, en los comentarios podeis dejar vuestras opiniones sobre el archiesperado e histórico discurso.
Los fuertes lazos de América con Israel son bien conocidos. Este vínculo es irrompible.
Por si a alguien le quedaba alguna duda, la primera en la frente.
… Muchos esperan en campamentos de refugiados en la Ribera Occidental, Gaza, y las tierras vecinas. Esperan una vida de paz y de seguridad que nunca han podido gozar. Soportan humillaciones diarias, pequeñas y grandes, que provienen de la ocupación. Así que no quepa la menor duda: la situación para el pueblo palestino es intolerable. Y América no dará la espalda a las legítimas aspiraciones palestinas por la dignidad, la oportunidad, y un Estado propio.
Más o menos lo que dijo Bush, sin especificar nada de nada: ni plazos, ni condiciones, ni alusiones a las resoluciones de la ONU, al retorno de los refugiados a Israel, etc.
Durante décadas se ha producido un estancamiento: dos pueblos con aspiraciones legítimas, cada una con una dolorosa historia que hace difícil de alcanzar el compromiso de paz.
Brutal mentira. Israel no tiene ningún derecho a fundar un estado en Palestina como compensación al comportamiento de los nazis a muchos miles de kilómetros de allí. Mucho menos expulsando a los legítimos habitantes de Palestina mediante el asesinato y el terrorismo o el robo incesante de tierras.
… la única solución es que las aspiraciones de ambas partes deben cumplirse a través del establecimiento de dos estados, donde cada uno de los israelíes y los palestinos puedan vivir en paz y seguridad.
Esa quizá fuera una solución en su momento. Desde 1967 es imposible. Basta mirar un mapa para comprender que ya no queda sitio para un estado palestino que no sea un archipiélago de pueblos rodeados de muros, alambradas y carreteras sólo para judíos. Sin una retirada total a las fronteras anteriores al 67, no hay posibilidad de algo parecido a un estado viable.
Los palestinos deben abandonar la violencia. Resistir a través de la violencia y el asesinato está mal y que no lleva al éxito.
Ya estamos con condiciones de siempre a los palestinos. Sin un compromiso de devolución de todas las tierras robadas por Israel y la retirada a las fronteras internacionalmente conocidas, Palestina tiene todo el derecho a resistir la ocupación por todos los medios a su alcance. Violencia incluida. Es el derechoo de todo pueblo invadido.
Al mismo tiempo, los israelíes deben reconocer que, al igual que el derecho de Israel a existir no se puede negar, no puede negarse el de Palestina. Los Estados Unidos no aceptan la legitimidad de los asentamientos israelíes. Esta construcción viola los acuerdos anteriores y socava los esfuerzos para lograr la paz. Es hora de detener estos asentamientos.
No está mal, pero podía haber sido más explícito pidiendo el desmantelamiento de las colonias. Tampoco dice nada de los asesinatos selectivos, las incursiones militares en Gaza o el genocidio permanente perpetrado en los territorios ocupados. Tampoco del muro, del apartheid interno, de Jerusalén como capital de un futuro país árabe, etc.
En general, ha sido más de lo mismo. EEUU no va a ser neutral y su mensaje está plagado de calculadas contradicciones sin resolver. Como ya dicen en Israel, «No you can’t», no va a poder hacer nada de lo que se ha comprometido. Israel como lo conocemos ahora no puede ser viable sin las tierras ocupados, sin el agua del Jordán (Palestina) y del Tiberíades (Siria ocupada). Sabe que en cuestión de pocos años la población hebrea será minoritaria en la Palestina histórica y su proyecto de pureza étnica y religiosa será un fiasco. No hay futuro en el siglo XXI para países que otorgan la ciudadanía sólo por la práctica de una religión. Sin inmigración extranjera la llamada «bomba demográfica» surtirá un efecto devastador en los enfermizos planes de crear un estado moderno sobre bases racistas y cada día es menos apetecible establecerse en Sión para gentes con ganas de vivir en paz en un país democrático. Como dijo Ahmadineyad, Israel está abocado a desaparecer del mapa. La única solución posible será una salida a la sudafricana, un estado democrático donde se le reconozcan los derechos a todos sus ciudadanos y ciudadanas, sean del color que sean o practiquen de la religión que practiquen. Pero claro, de eso no ha hablado nada Obama. Sigue al pie de la letra el discurso de la «derecha civilizada» israelí, la que sabe lo que le espera si no buscan una salida rápida y negociada al conflicto.
Creo que estoy siendo demasiado pesimista, esto dicen en Líbano a propósito de un artículo del diario progre de Israel:
Artículo de Haaretz: No Hay Israel sin EEUU
04/06/2009
AlManar
El diario israelí Haaretz publicó un artículo el jueves en el que señaló que el futuro de Oriente Medio es un tema doméstico norteamericano y que la paz se encuentra en manos de los que toman las decisiones en EEUU, liderados por el presidente Barack Obama. “Desde que Henry Kissinger determinó que la política exterior era simplemente una extensión de la política doméstica, su máxima nunca había tenido un impacto potencial tan tremendo.”
El artículo de Haaretz señala: “El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, puede continuar fingiendo que es sólo lluvia y el ministro del Interior, Eli Yishai, puede continuar reprendiendo a la Administración Obama por sus “inaceptables” políticas. El diputado de la Unión Nacional, Michael Ben-Ari, puede continuar gritando histéricamente sobre nuestros soldados y los colonos puede continuar poniéndonos a todos en peligro. Sin embargo, el asunto ha sido ya decidido en Washington.”
El artículo continúa: “Washington decidirá el destino de los asentamientos de Cisjordania y sólo podemos esperar que insista en su evacuación. Obama permanece firme en la política revolucionaria sobre Oriente Medio que ha iniciado y eso iluminará la antorcha de la esperanza aquí también. La batalla de los titanes, Netanyahu y Obama, es poco más que una farsa – recordemos la fábula del elefante y la abeja o de la rana y el buey.”
“Séamos realistas. Un primer ministro israelí no tiene la opción de decir que no a EEUU una vez que Washington ha tomado una resolución. Netanyahu sabe esto mejor que nadie y ha llegado el momento para él de explicárselo a sus aliados de la coalición “patriótica.” El único peligro real existencial para Israel es perder el apoyo de EEUU. No hay Israel sin EEUU. No es o sólo la ayuda anual militar cifrada en 30.000 millones de dólares (sin la cual el Ejército israelí sería una sombra de sí mismo) o el mercado para un tercio de las exportaciones israelíes, sino también el apoyo fundamental a nivel internacional. Israel, que se ha convertido en un leproso en muchos círculos, internacionales estaría perdido sin el patrocinazgo de Washington. No hay una superpotencia alternativa – tener sólo a Micronesia a nuestro lado en la ONU no nos lleva muy lejos.”
El diario israelí dijo también que una luz verde de EEUU para el cambio del estatus quo animará también a una torpe Europa a comenzar a dar pasos practicos. “El presidente estadounidense tiene el poder de poner fin a la ocupación israelí dentro de varios meses. La conquista del “Tercer Reino de Israel” tras la campaña del Sinaí de 1956 colapsó al cabo de pocas semanas. Podríamos volver a esa situación a pesar de los asentamientos, con un claro calendario para la evacuación, severas sanciones en caso de no cumplimiento y generosa ayuda para los que mantengan el rumbo. El viento de cola de que Obama disfruta ha llevado ya a un cambio en el tono que prevalece hacia Israel, incluso entre sus más tradicionales “seguidores”, aquellos que tan ciega e irresponsablemente apoyaron su ocupación y guerras.”
“Las herramientas de que dispone Obama son variadas: una delegación del Congreso de EEUU que visitó recientemente Israel dejó flotar la idea, en las conversaciones privadas al menos, de que EEUU podría prohibir a Israel utilizar sus armas en Cisjordania; alguien sugirió también fijar estrictas limitaciones a los israelíes que entren en EEUU. Sin embargo, quizás bastaría simplemente con eliminar el automático veto de EEUU en la ONU – y esto sin mencionar la interrupción del flujo de la ayuda,” señala el artículo.
Haaretz añade que cualquiera de estas medidas punitivas sería eficiente y justa, e iría en interés de salvar a Israel de sí mismo. “Sin embargo, si los pasos iniciales de Obama no son suficientes, los norteamericanos podrían quizás provocar el derrocamiento de Netanyahu, aunque esto no llevaría necesariamente a la paz. A Israel debe exigírsele ahora una serie de pasos prácticos, como la evacuación del puesto de Maoz Esther, que podría allanar el camino para poner fin a la ocupación.”
El artículo concluye diciendo: “Mientras que las posibilidades de que la sociedad israelí recobre su sentido y luche por su destino se han convertido en infinitesimales, los esfuerzos para poner fin a la ocupación y lograr la paz se han movido fuera del estado y la América judía está comenzando a experimentar una revolución. Una línea de pensamiento va así: si Obama logra tratar con la General Motors, él puede ganar también el apoyo público para tratar con Yitzhar y otros asentamientos similares… Los norteamericanos deben comprender que sin cambiar las relaciones con los mundos árabe y musulmán, el propio planeta se convertirá en un lugar más peligroso. Sin embargo, la mejora de las relaciones con esos pueblos no necesita ser a costa de Israel, sino en su beneficio. El tiempo es corto pero las llaves del contacto han sido ya accionadas, presidente Obama.”
esta semana más de 320 congresistas norteamericanos, impulsados por el lobby judío AIPAC, se han dirigido por escrito a la Casa Blanca para que no se exprese públicamente sobre la marcha de sus contactos con Israel, y sólo lo haga de manera privada y directa con sus interlocutores israelíes.
http://www.publico.es/internacional/230264/intolerable/situacion/palestinos
Obama e Israel: La montaña parió un ratón
Olivia Zémor
Oumma.Com
Traducido para Rebelión por Caty R.
Es obvio que Barack Obama e Israel nos están ofreciendo una función teatral que ya conocemos: miradas amenazadoras, fanfarronadas, ¡cuidado!, podría enfadarme…, mientras el gobierno de Netanyahu se pone intransigente. ¿Qué pasará? ¿Será Obama, por fin, quien obligará a este Estado delincuente a respetar el derecho internacional? Algunos contuvieron la respiración.
Los medios de comunicación nos hablan de la «firmeza» del presidente estadounidense. ¿De qué firmeza se trata? Todavía esta mañana, la agencia France Presse escribía: «El presidente estadounidense Barack Obama afirmó el lunes, antes de su partida hacia Oriente Próximo, la necesidad de una cierta firmeza hacia Israel con respecto a la creación de un Estado palestino y la colonización en los territorios». ¿Hemos oído bien? ¿Obama no reclama el desmantelamiento de las colonias israelíes en los territorios palestinos ocupados, ni el fin de la ocupación, ni el levantamiento del bloqueo de Gaza, ni el pago de la factura por las enormes destrucciones de la Franja de Gaza?
Obama no exige a Israel que devuelva a los palestinos lo que les robó. Ni todo ni parte. Las «exigencias» de Obama consisten en reclamar «la congelación de las colonias»: ¡ustedes no pueden construir colonias nuevas! ¿Y dónde se establecerá el Estado palestino ahora que los israelíes se han anexionado más del 89% de las tierras palestinas, incluido Jerusalén Este? ¿Qué bantustanes quiere proponer Obama?
Se atreve a representar otra vez el cuento del «pulso», el gobierno israelí juega la carta de las «concesiones imposibles» y muy «dolorosas» para conseguir que se ratifique, como de costumbre, la política de hechos consumados, ya bien ensayada, que consiste en robar, anexionar casi todo el terreno y después fingir que se detiene cuando ya no queda nada que robar.
Cada vez que se lleva a los dirigentes israelíes a una mesa de negociación, donde siempre acaban tomando una decisión «dolorosa», como Sharon con la famosa «retirada de Gaza» en 2005, se trata de una engañifa. Una manera de ganar tiempo y hacer que se crea en su «buena voluntad». Los israelíes nunca han cedido nada, ni siquiera en Gaza donde la retirada de 7.000 colonos, transferidos a Cisjordania, lejos de liberar a los gazatíes, vino acompañada del encierro desde el primer día.
Israel no ha aceptado nunca, ni por un instante, dejar el más mínimo control de sus propias fronteras a los habitantes de Gaza, ni la posibilidad de comunicarse con sus hermanos de Cisjordania. La famosa «retirada» permitió exactamente poner a resguardo a 7.000 israelíes que de esa forma no tendrían que sufrir los bombardeos que su ejército podría seguir perpetrando con total tranquilidad.
Las personas honradas también saben lo que ha conseguido enmascarar «el proceso de paz de Oslo». La opositora israelí Tanya Reinhart analiza perfectamente en su libro «Destruir Palestina» esa ostentación integral. Reinhart demostró con claridad que no solamente los israelíes duplicaron el número de colonos en Cisjordania durante los 7 años de negociaciones, sino que además en ningún momento han aceptado el desmantelamiento de los principales bloques de colonias, ni la devolución de Jerusalén Este, ni dejar la más mínima autonomía y viabilidad para un Estado palestino que ya estaría desgajado en varias partes y privado del acceso a las fronteras.
En la actualidad, la derecha israelí juega la carta de la intransigencia donde «todo depende de nosotros» y del derecho a la «expansión natural de las colonias existentes».
«Cuando el presidente estadounidense exige la congelación de la construcción, incluidas las guarderías (en las colonias), se aleja de los acuerdos entre Israel y el presidente Bush», declaró ayer en la radio pública el ministro de Medio Ambiente Gilad Erdan, un allegado al Primer Ministro Benjamín Netanyahu. «En 2004, Bush indicó en una carta que la construcción podría continuar en los grandes bloques de asentamientos de Judea-Samaria (Cisjordania), y en virtud de ese texto, Israel evacuó inmediatamente una veintena de colonias de la Franja de Gaza», añadió.
Ya conocemos esa canción: el gobierno de Netanyahu –o el que toque- hará como si cediera en ese punto (la congelación de las colonias) y todo el mundo soltará un gran suspiro de alivio.
Israel puede mantener todas sus colonias, seguir ocupando los territorios palestinos, anexionar Jerusalén, dejar en su sitio el muro del apartheid y los cientos de puestos de control, continuar haciendo la vida imposible a los millones de palestinos que viven en algunos bantustanes y seguir matando de hambre al otro millón y medio del gueto de Gaza. Por supuesto podrá seguir negando a los refugiados palestinos el derecho de retorno a su tierra y condenarlos a seguir siendo el único pueblo del mundo en esa situación, a pesar de todas las leyes internacionales que estipulan que ese derecho de retorno es inalienable.
Pero nos sentiremos aliviados: ¡Nada de nuevas guarderías en las colonias! (¿Pero quizás sí nuevas piscinas para colonos, carreteras de circunvalación o «zonas de seguridad»?).
Los israelíes habrán hecho una «dolorosa concesión» y eso es lo que cuenta ¿No? Los colonos aullarán, amenazarán… y entonces se dirá, como se dijo del carnicero Sharon convertido en un gran pacifista: «¡Qué valiente este gobierno israelí que se enfrenta a la presión de una parte de la población, de los parlamentarios y del gobierno!». Y mientras se habla de los hipotéticos hijos de los colonos privados de guarderías, Israel podrá seguir masacrando a los niños palestinos, expulsando a los palestinos, destruyendo sus casas, arrancando sus olivos, encarcelando y torturando a miles de hombres, mujeres y niños palestinos.
También podrá seguir ejerciendo su racismo sin complejos negando los mismos derechos a los ciudadanos judíos o no judíos del país sin que ningún gobierno o institución se lo impida. Los informes de investigación sucederán a otros informes de investigación cuando las masacres sean un poco más descaradas. Y se seguirá desplegando la alfombra roja ante todos esos criminales de guerra presentándolos como personas valientes que han hecho propuestas realmente ventajosas que esos terroristas palestinos no han querido aceptar.
¿Y Obama, como Clinton, nos repetirá la escena del «Hice lo que pude», pero los palestinos han hecho fracasar las negociaciones? ¿Por qué un Estado delincuente iba a obligar, por otra parte, a otro delincuente a comportarse de forma ética? Obama acaba de incrementar el presupuesto militar de Estados Unidos y de enviar más tropas a Afganistán. ¿Es así, en realidad, como emprende el camino de la paz y la justicia?
La opinión pública cada vez es menos ingenua. Ya sabe que no podemos contar con nuestros dirigentes para hacer que se apliquen el derecho de los pueblos a la autodeterminación, el derecho internacional y la justicia. Por eso debemos seguir pidiendo cuentas a Israel y considerarlo un paria mientras prosiga esta macabra representación. La campaña de boicot a Israel debe seguir ganando influencia en todo el mundo.
Texto original en francés: http://oumma.com/Obama-et-Israel-quand-la-montagne
Bibi Hace Frente a una Lucha con Obama o con Su Coalición
05/06/2009 Durante largas y personales conversaciones con su círculo íntimo la pasada semana, el primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, ha admitido de que no tenía ni idea de lo que el presidente de EEUU, Barack Obama, iba a decir en su discurso de El Cairo. “No tenemos información sobre eso,” dijo.
El diario israelí Haaretz dijo el viernes que Netanyahu sabe y entiende ahora lo que él ya sabía antes del discurso. El momento de la rendición de cuentas política que él tanto temía se está aproximando rápidamente. El trueno que oye en la distancia es el sonido de las legiones del Likud y de las hordas de colonos de Cisjordania bajando las montañas. La luz en el horizonte no es la del nuevo día, sino la de un tren que se dirige justo hacia él – un tren nocturno de El Cairo.
El artículo dice: “Netanyahu tendrá que decidir en las próximas semanas con quien va a librar una lucha: con la poderosa administración estadounidense, cuyo presidente se ve a sí mismo asumiendo un papel casi mesiánico, o su propia coalición y los miembros de su partido. Si él se alinea con la coalición, él mantendrá el cargo, pero se arriesga a aislar a Israel. La alternativa le elevaría a la posición de líder nacional que pone los intereses de la nación por encima de sus intereses personales, pero esto podría desestabilizar a su coalición derechista. Por otro lado, cabe recordar que dos de sus socios de gobierno, el Shas y Yisrael Beiteinu, también se sentaron en la coalición del primer ministro Ehud Olmert, que santificó la solución de dos estados.”
En este momento, Netanyahu no parece dar señales de que planee un enfrentamiento con los colonos de los ilegales puestos de Cisjordania. Él ni siquiera puede pronunciar las palabras “solución de dos estados.” Él parece petrificado por los representantes de la línea dura de su partido como Benny Beguin y Moshe Yaalon. Quizás él está realmente asustado o quizás se trata sólo de un fingimiento de tal forma que él pueda culparles a ellos.
Según el artículo de Haaretz, “Netanyahu tiene tres opciones. Ninguna de ella sería fácil, pero él no concurrió al cargo porque fuera un puesto fácil. En primer lugar, podría anunciar su apoyo a una solución de dos estados, evacuar los puestos ilegales y congelar la construcción en los asentamientos aislados. Esto provocaría la ira de los extremistas dentro del Likud y podría llevar a Habayit Hayehudi a abandonar la coalición, pero él sobreviviría por ahora.”
“En segundo lugar, él podría formar una nueva coalición con Kadima. Pero el precio que tendría que pagar a la presidenta de Kadima, Tzipi Livni, sería intolerable para él. O, en tercer lugar, él podría decir no a Obama. Y entonces todos tendríamos que vivir con las consecuencias,” concluyó el artículo.
Bueno Juanlu, creo que podemos empecar a sacar unas conclusiones de la encuesta. Podemos decir: Según una encuesta realizada, más del 80 % de los encuestados opina que EEUU y Israel apoyan al terrorismo o lo practican.
Por otro lado también está Perú, que también practica su terrorismo contra los indígenas y Colómbia y… bueno me callo XD
por mas ejercicios q hagan,los genocidas , a la carcel….http://noti.hebreos.net/enlinea/2009/06/01/4896/
juanlu,ee uu puede dormir tranquilo,se dice q es el gendarme del mundo ,bueno lo puede reemplazar un boy scout…..http://noti.hebreos.net/enlinea/2009/06/01/4882/
Bastante tibio y orientado a clichés el discurso de Obama. En el mejor de los casos, se cree que en Palestina en particular y la Nación Árabe en general todos son musulmanes. En el peor…¿Nocierto?