Una de las dos Persias ha de helarte el corazón

37
392

mahmud-ahmadineyad

Algún que otro compañero me ha preguntado por qué no había posteado nada sobre lo sucedido en Irán tras las elecciones de la pasada semana. A decir verdad, no tenía una opinión formada ni tengo aún todos los datos como para emitir un juicio más o menos certero o defendible. De una parte, parecía que estudiantes universitarios y la burguesía urbana del país se echaban a las calles demandando más libertad, más apertura y menos integrismo. Hasta ahí nada que objetar. Podría ser hasta lógico y entendible. Musaví, en ese caso, sería una especie de libertador frente a un ultraconservador como Ahmadineyad. Muy políticamente correcto.

Sin embargo, las cosas nunca son tan fáciles en política. Esa explicación era tan de consumo de masas que hacía sospechar que, bajo ese superficial manto, se ocultaban movimientos de mucho más calado. Tampoco quería caer en el simplismo contrario, defender a Ahmadineyad por su enfrentamiento con EEUU e Israel o por su apoyo a Hamas y Hezbollah. No obstante, a pesar de algunas señales de diferenciación en política exterior entre ambos candidatos, parece que en lo fundamental estaban de acuerdo. Incluso en política nuclear no se esperaban grandes cambios si Musaví llegaba al poder, no en vano fue primer ministro en los ochenta en plena guerra con Irak y no dejó de ser una persona del régimen por mucho que ahora se apunte al carro del reformismo.

A pesar de ello, Musaví encarnaba las esperanzas de apertura de algunos sectores de la población en unas elecciones muy polarizadas en las que nadie esperaba su triunfo. Las encuestas más o menos serias que se realizaron antes de los comicios apuntaban a una victoria segura de Ahmadineyad. De ahí la sorpresa ante las protestas y disturbios que se están repitiendo hasta hoy. Tenían toda la pinta de seguir un guión establecido y probado con mayor o menor fortuna en muchos de los países hostiles  las políticas del imperio.

Poco a poco van saliendo a la luz ciertas informaciones que apuntan en esa dirección. Ciertamente el régimen se habría cubierto de gloria con el apagón informativo y la represión de la oposición, pero si realmente estuvieran instigadas por fuerzas extranjeras quizá estuviese hasta justificado. El Consejo de Guardianes de la Revolución ha prometido recontar hasta el 10% de los votos emitidos para buscar indicios de fraude con la presencia de la oposición. Eso debería bastar para acallar momentáneamente las protestas. Si no es así podría pensarse en que la estrategia no tiene que ver nada con el resultado de las elecciones democráticas y sí con una estrategia planificada desde el interior con el apoyo de fuerzas extranjeras. No en vano parecía que Ahmadineyad se enfrentaba con el reto del mundo en estas elecciones, la unanimidad en occidente era absoluta contra el actual presidente. El atentado de un grupo ligado a Al Qaeda en Teherán en el día de ayer apunta igualmente en esa dirección.

37 Comentarios

  1. Más claro no se puede decir, lo pongo entero…

    Las elecciones iraníes: el timo del robo electoral

    James Petras
    Rebelión

    Traducido para Rebelión por S. Seguí

    “Para los pobres, el cambio significa alimento y empleo, no un código más permisivo en el vestir o el ocio… La política en Irán tiene mucho más que ver con la lucha de clases que con la religión.” Financial Times, editorial (15.6.2009)

    Introducción

    No hay prácticamente unas elecciones en las que la Casa Blanca tenga algo en juego, en las que la derrota electoral del candidato pro estadounidense no sea denunciada como ilegítima por toda la élite política y de los medios de comunicación. Últimamente, la Casa Blanca y sus seguidores proclamaron que había fraude en las elecciones libres (y supervisadas) celebradas en Venezuela y Gaza, a la vez que celebraban alegremente el éxito electoral en Líbano, a pesar de que la coalición liderada por Hezbolá recibió más del 53% de los votos.

    Las elecciones iraníes del pasado 12 de junio son un ejemplo clásico: el candidato nacionalista-populista, Mahmoud Ahmadineyad, recibió el 63,3% de los votos (24,5 millones), mientras que el candidato de la oposición, apoyado por los países occidentales, Hosein Musaví recibía el 34,2% (3,2 millones). Estas elecciones alcanzaron una participación récord de más del 80% del electorado, con un número de votos provenientes del extranjero de 234.812, de los que 111.792 fueron a parar a Musaví y 78.300 a Ahmadineyad. La oposición liderada por Musaví no aceptó la derrota y organizó una serie de manifestaciones masivas que desembocaron en actos de violencia, como quema y destrucción de automóviles, bancos, edificios públicos y confrontaciones armadas con la policía y otras autoridades. Casi todo el espectro de comentaristas occidentales, entre otros los de los principales medios impresos y electrónicos, y los principales sitios Internet de tendencia liberal, izquierdista, libertaria y conservadora, se hicieron eco de la afirmación de la oposición de fraude electoral a gran escala. Los neoconservadores, los conservadores libertarios y los trotskistas se unieron a los sionistas para aclamar a los manifestantes de la oposición como avanzadilla de una revolución democrática. Demócratas y republicanos condenaron al gobierno iraní, se negaron a reconocer los resultados de la votación y dieron respaldo a los esfuerzos de los manifestantes por revocar el resultado electoral. El New York Times, la CNN, el Washington Post, el ministerio de Asuntos Exteriores de Israel y todos los líderes de las principales organizaciones judías estadounidenses pidieron sanciones más duras contra Irán y anunciaron la defunción del diálogo propuesto por el presidente Obama con Irán.

    El timo del fraude electoral
    Los líderes occidentales rechazaron los resultados porque sabían que su candidato reformista no podía perder… Durante meses publicaron diariamente entrevistas, editoriales e informes desde el terreno detallando los fallos del gobierno de Mahmoud Ahmadineyad y citando el apoyo aportado por los clérigos, ex funcionarios, comerciantes y sobre todo mujeres y jóvenes urbanos que hablan inglés, con el fin de probar que Hosein Musaví iba a ganar con toda facilidad. La victoria de éste se describía como la de las voces de la moderación, es decir, la versión de la Casa Blanca de este vacío tópico. Destacados académicos progresistas dedujeron que el recuento de los votos fue fraudulento porque el candidato de la oposición, Musaví, perdió en su propio enclave étnico azerí. Otros académicos aseguraron que el voto joven –basándose en entrevistas con jóvenes universitarios de clase media y alta de los barrios del norte de Teherán– estaban abrumadoramente a favor del candidato reformista.

    Lo que resulta asombroso de la condena occidental general de los resultados electorales por fraude es que no hay ni asomo de pruebas sobre papel o fruto de la observación presentadas antes o una semana después del recuento. Durante toda la campaña electoral, no hubo ninguna acusación creíble (o incluso dudosa) de manipulación de votos. Mientras los medios occidentales creían su propia propaganda de una inminente victoria de su candidato, describían un proceso electoral altamente competido, con encendidos debates públicos y niveles sin precedentes de actividad pública, sin ningún obstáculo para el proselitismo. La creencia en una elección libre y abierta era tan fuerte que los líderes y los medios occidentales estaban convencidos de que ganaría su candidato favorito.

    Los medios occidentales confiaban en sus reporteros que cubrían las grandes manifestaciones de los seguidores de la oposición, a la vez que ignoraban o quitaban importancia a las favorables a Ahmadineyad. Peor aún, los medios occidentales no prestaban atención a la composición de clase de las diferentes manifestaciones, sin percatarse de que el candidato presidente recibía el apoyo de la mucho más numerosa clase trabajadora pobre, los campesinos, los artesanos y los funcionarios, mientras que el grueso de las manifestaciones de la oposición estaba formado por estudiantes de clase media y alta y miembros de la clase profesional y de negocios.

    Además, la mayor parte de las proyecciones de los líderes de opinión y reporteros occidentales basados en Teherán eran extrapolaciones de sus observaciones en la capital, y pocos fueron los que se aventuraron en las provincias, las poblaciones pequeñas y medias y los pueblos, donde Mahmoud Ahmadineyad tiene su base de apoyo. Asimismo, los seguidores de la oposición eran una minoría de estudiantes fácilmente movilizables para realizar actividades de calle, mientras que el apoyo de Mahmoud Ahmadineyad contaba con la mayoría de los jóvenes trabajadores, hombres y mujeres, y amas de casa, que expresaron su opinión ante las urnas y no tenían tiempo o ganas de participar en la política de la calle.

    Una serie de expertos periodísticos, entre otros Gideon Rachman del Financial Times, afirma como evidencia del fraude electoral el hecho de que Mahmoud Ahmadineyad consiguiera el 63% de los votos en una provincia de lengua azerí, contra su oponente Musaví, de la etnia azerí. La suposición simplista es que la identidad étnica o la pertenencia a un grupo lingüístico es la única explicación posible del comportamiento electoral, y no otros intereses sociales o de clase. Una mirada más atenta al comportamiento electoral en la región de Azerbayán oriental iraní revela que Musaví ganó sólo en la ciudad de Shabestar entre las clases alta y media (y solo por un estrecho margen), mientras que fue derrotado estrepitosamente en las zonas rurales, en las que las políticas redistributivas del gobierno han contribuido a que los azeríes se librasen de las deudas, obtuviesen créditos asequibles y préstamos para los campesinos. Musaví ganó, es cierto, en la región de Azerbayán occidental, donde utilizó sus vínculos étnicos para conseguir el voto urbano. En la provincia de Teherán, densamente poblada, Musaví ganó a Mahmoud Ahmadineyad en los centros urbanos de Teherán y Shemiranat gracias a los votos de los distritos de clase media y alta, mientras que perdió por mucha diferencia en los suburbios cercanos de clase trabajadora, las pequeñas ciudades y las zonas rurales.

    El énfasis en el voto étnico, superficial y distorsionado, que aportan los colaboradores del Financial Times y del New York Times para justificar que la victoria de Ahmadineyad se debe al “robo de votos” es equiparable a la negativa deliberada de los medios de comunicación a reconocer una encuesta de opinión, rigurosa y de ámbito nacional, llevada a cabo por dos expertos estadounidenses tres semanas antes de las elecciones, que mostró que Mahmoud Ahmadineyad tenía a su favor un porcentaje de votos de dos a uno, más incluso que el obtenido en su victoria electoral del 12 de junio. La encuesta reveló que entre los azeríes Ahmadineyad superaba en una proporción de dos a uno a Musaví, demostrando así cómo los intereses de clase representados por uno de los candidatos pueden vencer la identificación étnica del otro candidato (Washington Post 15.6.2009). El único grupo que apoyó decididamente a Musaví fue el de los estudiantes y licenciados universitarios, los comerciantes propietarios y la clase media alta. El voto de los jóvenes, que los medios occidentales presentaron como pro reformistas, fueron una clara minoría inferior al 30%, pero venían de un grupo privilegiado, conocedor de la lengua inglesa y con capacidad para hacerse oír, que gozó del monopolio de los medios occidentales. Su presencia abrumadora en las noticias de prensa occidentales creó lo que se ha calificado de síndrome del norte de Teherán, en referencia al confortable enclave de la clase alta de donde vienen muchos de estos estudiantes. Aunque sepan expresarse, vistan bien y hablen inglés correctamente, fueron vencidos con claridad en el secreto de la cabina de voto.

    En general, Ahmadineyad obtuvo buenos resultados en las provincias petroleras y de la industria petroquímica, lo que podría ser un reflejo de la oposición de los trabajadores de esta industria al programa reformista, que incluye la privatización de empresas públicas. Del mismo modo, el presidente tuvo buenos resultados en las provincias fronterizas con su énfasis en el reforzamiento de la seguridad nacional ante las amenazas estadounidenses e israelíes, a la vista de una escalada de ataques terroristas patrocinados por Estados Unidos a partir de Pakistán, y de incursiones israelíes desde el Kurdistán iraquí, que han matado a docenas de ciudadanos iraníes. El patrocinio y la financiación masiva de los grupos que realizan estos ataques forma parte de la política oficial de EE UU desde el gobierno Bush, que no ha sido repudiada por el presidente Obama, al contrario, se han incrementado en el periodo previo a los comicios.

    Lo que los comentadores occidentales y sus protegidos iraníes han ignorado es el fuerte impacto que las devastadoras guerras y ocupación de Iraq y Afganistán han tenido en la opinión pública iraní. La decidida postura de Mahmoud Ahmadineyad en materia de defensa contrasta con las adoptadas por muchos de los propagandistas de campaña de la ocupación, débiles y pro occidentales.

    La gran mayoría de votantes de Ahmadineyad probablemente pensaron que los intereses de seguridad nacional, la integridad del país y el sistema de seguridad social, con todos sus defectos y excesos, estarían mejor defendidos y mejorarían con éste que con unos tecnócratas de clase alta apoyados por una juventud privilegiada pro occidental que anteponen los estilos de vida individuales a los valores comunitarios y la solidaridad.

    La demografía de la votación revela una auténtica polarización de clase que ha enfrentado a un grupo de individualistas capitalistas de alto nivel de ingreso y orientación librecambista con una clase trabajadora de bajos ingresos, defensores de base de la economía moral en la que la usura y el beneficio están limitados por preceptos religiosos. Los abiertos ataques por parte de economistas de la oposición a los gastos sociales del gobierno, el crédito fácil y las altas subvenciones para los productos básicos de alimentación no han contribuido a congraciarlos con la mayoría de los iraníes que se benefician de dichos programas. Del Estado persiste la imagen de protector y benefactor de los trabajadores pobres contra el mercado, que representa la riqueza, el poder, el privilegio y la corrupción. Los ataques de la oposición contra la intransigente política exterior y posiciones que alienan a Occidente sólo fueron bien acogidos entre los estudiantes universitarios liberales y los grupos de negocios de importación y exportación. Para muchos iraníes, el rearme militar del régimen es visto como lo que impide un ataque estadounidense o israelí.

    La escala del déficit electoral de la oposición debería indicarnos hasta qué punto está fuera de contacto con las preocupaciones vitales de su propia gente. Debería recordarles también que al acercarse a la opinión occidental se han alejado de los intereses cotidianos de seguridad, alojamiento, empleo y alimentos subvencionados que hacen la vida tolerable a los que viven por debajo del nivel de la clase media y fuera de las privilegiadas puertas de la Universidad de Teherán.

    El éxito electoral de Ahmadineyad, visto en una perspectiva histórica comparada, no debería ser una sorpresa. En competiciones electorales similares en que se han enfrentado nacionalistas-populistas contra liberales pro occidentales, los populistas han ganado. Ejemplos del pasado serían Juan Domingo Perón, en Argentina, y, más recientemente, Hugo Chávez, en Venezuela, Evo Morales, en Bolivia, e incluso Lula da Silva, en Brasil, todos los cuales han demostrado su capacidad para conseguirse en torno o por encima del 60% de los votos en elecciones libres. Las mayorías votantes de estos países prefieren la seguridad social a los mercados sin trabas y la seguridad nacional al alineamiento con los imperios militares.

    Las consecuencias de la victoria electoral de Mahmoud Ahmadineyad están abiertas a discusión. Estados Unidos puede sacar en conclusión que seguir apoyando a una minoría dotada de voz pero duramente derrotada tiene pocas perspectivas de conseguir concesiones en materia de enriquecimiento nuclear o de abandono del apoyo de Irán a Hezbolá y Hamás. Un enfoque realista sería abrir unas conversaciones amplias con Irán, y reconocer, tal como el senador John Kerry destacó recientemente, que el enriquecimiento de uranio no constituye una amenaza existencial para nadie. Este enfoque sería radicalmente diferente del de los sionistas estadounidenses instalados en el gobierno de Obama, que siguen la línea de Israel de promover una guerra preventiva con Irán y utilizar el espúreo argumento de que no hay negociación posible con un gobierno ilegítimo en Teherán, que ha robado las elecciones.

    Acontecimientos recientes sugieren que los líderes políticos europeos, y algunos de Washington, no aceptan la argumentación de los medios sionistas de que ha habido elecciones robadas. La Casa Blanca no ha suspendido su oferta de negociaciones con el gobierno recién reelegido, pero se ha centrado en cambio en la represión de los opositores (y no en el recuento de votos). Del mismo modo, los 27 países que forman la Unión Europea han expresado su “seria preocupación por la violencia” y han instado a que “las aspiraciones del pueblo iraní se cumplan por medios pacíficos y se respete la libertad de expresión.” (Financial Times, 16.6.2009, p.4). Excepto Nicolas Sarkozy, ningún líder de la UE ha puesto en cuestión el resultado de los comicios.

    El comodín en este epílogo de las elecciones es la respuesta israelí: Netanyahu ha indicado a sus seguidores sionistas estadounidenses que deben utilizar el timo del fraude electoral para ejercer una presión máxima sobre el gobierno de Obama para que ponga fin a todos sus planes de reunirse con el gobierno reelegido de Ahmadineyad.

    Paradójicamente, los comentadores de Estados Unidos –de izquierda, derecha y centro– que se han tragado el timo del fraude electoral proporcionan, sin proponérselo, a Netanyahu y sus seguidores estadounidenses argumentos y mentiras: donde ven guerras religiosas, nosotros vemos lucha de clases; donde ven fraude electoral, vemos desestabilización imperial.

    James Petras es especialista de la política sionista estadounidense y analista de la prensa judía israelí y estadounidense. Es también autor de Zionism, Militarism and the Decline of US Power, Clarity Press 2008

    S. Seguí es miembro de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.

  2. Hola.

    Creo que tienes razón en que, realmente, nuestro conocimiento es escaso sobre la realidad de Irán y de las preferencias políticas de sus habitantes.
    No obstante me gustaría hacer el análisis que hice el primer día.
    Que Ahmadineyad saque el doble de votos que Musaví es extraño. Pero más extraño todavía es que, en una primera vuelta electoral, el tercer candidato haya sacado menos de un 1% de los votos. En los países que tienen sistemas a dos vueltas, se suele usar la primera para votar al candidato que más te gusta,y la segunda para el voto útil. ¿En qué país el tercer candidato de las presidenciales en 1º vuelta saca menos del 1%? La respuesta es en ninguno. Conclusión: Es bastante probable que las elecciones hayan sido manipuladas.

    Yo no puedo caer, ni puedo entender, como hay gente que cae en la simplísima dicotomía de apoyar a un ultraconservador como Ahmadineyad simplemente porque está contra EEUU. Para mi, quien hace este tipo de argumentos (o se le sobreentienden) pierde la credibilidad.

    Por otro lado, y como dices, Musaví no es ningún candidato revolucionario. Está dentro del régimen, y en el mejor de los casos será un Hatamí. De hecho, quizá esta situación puede llevar a que los reformistas del régimen viren a la oposición. Creo que sería interesante con vistas a acabar con un régimen teocrático.

    Te invito a pasar por mi blog.

    Un saludo.

  3. Hola Pedro, la verdad es que pensé también en los otros dos candidatos y su nula representación pero, este tipo de cosas pueden pasar cuando se polariza mucho una situación. Si el único con posibilidades era Moussavi es lógico que aglutinara toda la oposición en un intento de echar a Ahmadineyad. De todas maneras habrá que esperar a la resolución de las denuncias en estudio y el reconteo al azar de un número significativo de votos para ver por dónde van los tiros. Pero es probable que en occidente nos hayan engrandecido a Moussavi a cosa hecha y hayamos creído más en sus posibilidades de lo que realmente era capaz de concitar. Como decía, encuestas previas a las elecciones daban una amplísima victoria al actual presidente..

    Por cierto, buen blog

  4. Cambio de estrategia

    La «revolución de los mártires»: El sistema imperial quiere muertos en Irán

    (IAR Noticias) 21-Junio-09

    Habían fracasado; el blindaje, la mano dura, la advertencia a EEUU y las potencias, el cierre de fronteras internas y los controles a la prensa internacional le habían quitado el sustento operativo al «golpe reformista», pero el viernes, cuando la operación «caballo de Troya» agonizaba, el ayatola Jamenei les dio la clave: El «baño de sangre».

  5. ¿En qué país el tercer candidato de las presidenciales en 1º vuelta saca menos del 1%? La respuesta es en ninguno. Conclusión: Es bastante probable que las elecciones hayan sido manipuladas.
    O sea que, como hace la prensa occidental, deducís el fraude de que los resultados no se parecen a lo esperable. No digo que no haya razones para sospechar, pero hay que ser prudente. Yo he sido autoridad de mesa en varias elecciones nacionales (de Argentina) y «delegado electoral» en mi gremio. Te digo que si bien se puede considerar la posibilidad de un fraude cuando los candidatos se llevan un 1% de diferencia, el hablar de fraude cuando un candidato duplica a otro en votos es una burrada
    De todos modos, si la sospecha de fraude deslegitima, no ya al gobierno electo, sino a todo el estado, tarde se acordaron los USAmericanos que estuvieron ocho años llamando Mr. President a George II ¿Les aplicamos la misma regla a todos?
    como hay gente que cae en la simplísima dicotomía de apoyar a un ultraconservador como Ahmadineyad simplemente porque está contra EEUU.
    ¿A quién te referís? Acá nadie apoya a Ahmadineyad, ojalá Irán fuera una república socialdemócrata laica (y ojalá lo fueran Argentina, España, «Norteamérica» y Palestina), pero no lo es. Apoyamos la no intromisión extranjera porque las interferencias USAmericanas en Irán en particular (promover el golpe del Shá primero y después la Revolución Islámica cuando este se les fue de las manos) y en la región en general (Irak, Afghanistán, Palestina) han terminado siempreen desastre
    ¿Al pueblo de Irán en particular? Es hasta esperable que en una situación de amenaza exterior el pueblo llano se vuelque al gobierno que le ofrece seguridad dejando de lado por un momento los conflictos internos. Si un marido y una esposa están discutiendo adentro de la casa por cuestiones de presupuesto familiar o porque a él no le gusta que ella salga a la calle en minifalda y en eso descubren a un ladrón tratando de tirar la puerta desde fuera, lo normal será que dejen las duscusiones de lado y se unan en repeler la agresión exterior. Es así como piensa la mayoría del pueblo llano en la mayoría de los países, no hay que sorprenderse.

  6. Cierta parlamentaria del PP se ha ido de la boca reconociendo manipulación en la ETB vasca para deslegitimar el nacionalismo y relacionarlo con el terrorismo.

    Y ha ido más alla «hay que ver las cosas con absoluta normalidad» y a cantinuación ha agregado: «una cosa positiva del cambio que hemos tenido en Euskadi es que se están viendo muchas cosas con normalidad que antes no se veían normales».

  7. 🙂

    Me gustaría realizar un enfoque distinto.

    Es imposible desear un cambio en la sociedad civil Iraní porque este ya se ha producido. Si os sirve de algo hace un par de años un amigo estuvo en Teherán invitado por el director Iraní…xxxxx para que realizase la banda sonora de su película. Irán sin duda con un 70% de la población menor de 35 años es el foco cultural más activo y dinámico de Asia Central y mucho más occidentalizado de lo que la prensa bastada y distorisionadora vomita.

    Tan solo hay que escuchar a los adoradores de la muerte, bien sean periodistas o políticos occidentales, para darnos cuenta de su irresponsabilidad y su falta de rigor a la hora de abordar la realidad y el actual conflicto interno Iraní. Quieren sangre y dividir el Pais al precio que sea. Contemplemos el genocidio Irakí por si nos entra las dudas, contemplemos el genocio Palestino por si tenemos dudas, contemplemos los campos de concentración en Libia pagados por la UE para retener la inmigración… Es decir, lo fácil y demagógico es desear mayores libertades en Irán,todos lo deseamos, pero no a cualquier precio y menos alimentando un enfrentamiento civil.

    La vieja estrategia de divide y vencerás.

    Todos sabemos que la vida y los derechos de nuestros hermanos Iranies a los lideres y medios Occidentales les importa una mierda pinchada en un palo.

    Este repentino interes de los derechos humanos me gustaría verlo con el jucio al Estado genocida de Israel o viendo a los aseinos en serie que han provocado un millón de muertos en Irak o sencillamente realizando un referendum sobre el Tratado de Lisboa 🙂

  8. Lo que esta claro es que hay una manipulacion brutal de los medios a favor de Mousavi.Una cosa que me ha dado especial asco es esta:
    «En un acto cargado de simbolismo, un suicida con bomba se inmoló el sábado en el mausoleo del padre de la revolución islámica iraní».Se puede leer aqui: http://lta.reuters.com/article/topNews/idLTASIE55H0OZ20090620?sp=true
    No hablan de terrosista,fanatico,asesinato ni nada de lo habitual sino de un acto cargado de simbolismo.Cosas veredes….

  9. Realmente lo que le interesa a Occidente es que el regimen irani se fracture, pero en realidad, no hay grandes diferencias entre Musavi y Ahmadineyad.

    Antes de las elecciones bastantes opinologos hablaban que a Netanyahu le interesaba que ganase Ahmadineyad y ahora resulta que interesa que gane Musavi.

  10. Buena observación Mezque, Irán deparará al mundo muchas sorpresas en el futuro inmediato, seguro.

    Perro, lo que decían muchos observadores de la corte imperial es que a Netanyuhu le vendría muy bien seguir la tensión con Irán para no abordar el caso palestino, de hecho Bibi no para de mezclarlos y condicionarlos en sus alocuciones píublicas

  11. Mi querido Juanlu hay muchas claves internas de Irán que se me escapan. En cualquier caso Irán vive una esquizofrenia social y aunque en menor medida tambien se vive en Marruecos como bien sabes…

  12. juanlu ,todo esto me hace acordar a lo q paso en venezuela .la clase media pro liberal protestando por q perdio .el desmadre de las fuerzas represivas contra estos manifestantes pro golpistas .no tengo evidencias para afirmar q usa e israel estan alentando a potenciales golpistas ,es muy grave y repudiable la represion policial.es evidente q cuando un gobierno pro yankee es derribado por el pueblo ,el pueblo es una turba de malvados .cuando el pueblo quiere derrocar a un gobierno hostil a los yankees ,son todos buenos y democraticos ….el asunto es el componente socio economico de dichos «pueblos «.sin caer en simplificaciones con lo de iran podemos deducir q la fraccion mcdonaldera y privatizadora de iran esta detras de todos estos incidentes ,apoyados por usa e israel.aunque no deja de ser lamentable la muerte de civiles .

  13. Pues sí Chaparro, quien está detrás de todo esto es Rafsanyani, del que se dice que es el hombre más rico de Irán y con negocios en el sector de los hidrocarburos…

  14. Perro verde dejemos a los iranies resolver sus problemas internos. Si tenemos tanto interes por averigüar cuantas publicas comencmos por nuestra propia casa. Tras el plan de rescate a la banca de 50.000 millones en compra de activos y 200.000 más en avales ahora sumemos otros 90.000 millones de € para rescatar las cajas. Todo ello es deuda que todos vamos a pagar por rescatar a una cuadrilla de estafadores.Vemos el pelo en ojo ajeno y no la viga delante de nuestros morros.

  15. Mezquetillas:
    Las acusaciones contra la oposicion a Ahmadineyad son de corrupcion Rafsanjani ha sido acusado de corrupto lo mismo que Mousavi, pero es que el problema de la corrupcion tambien esta en el lado de Ahmadineyad.

  16. En la encuesta mundial de corrupción que anualmente hace una ONG por la transparencia ¿sabéis cuál era el país cuyas gentes consideraban que su clase política era más corrupta? ¿A que lo adivináis?: Israel. Y no es coña, el pdf anda por ahí colgado para quien quiera consultarlo

  17. Si Israel es muy malo, corrupcion hay en todos lados, pero esto iba sobre Iran.
    Mezque parece que la solucion que estan dando los ayatollahs a sus problemas internos es muy parecida a lo que daban falangistas y grises hace muy poco tiempo por aqui, bueno hace poco los mossos se liaron a hostias con los estudiantes en Cataluña y todos nos escandalizamos las imagenes que llegan de las manis en Iran son mas escalofriantes y la verdad no veo que os escandaliceis de la misma manera.

  18. perro verde ,al margen de q vos no te escadalizaste nada cuado se mataban y herian a miles de palestinos ,muchisimos ,niños y mujeres ,aca la noticia se la toma con repudio a la represion y con sumo cuidado .sospechamos q detras de esta violencia estan usa e israel,q , como siempre , apoyaran a las oligarquias locales ,para primero pactar el derrocamiento de un gobierno hostil a los intereses yankees y despues despojar a esas oligarquias q los apoyaron ….de sus riquezas ….petroleo por hamburguesas ¡¡¡FUERA MC DONALD DE IRAN!!!!!

  19. Washington Post: el Pueblo Iraní Reeligió a Ahmadineyad

    24/06/2009 El Washington Post publicó un artículo la pasada semana en el que señaló que los resultados en Irán pueden reflejar con exactitud la voluntad del pueblo iraní. El artículo indicó que aunque muchos expertos están afirmando que el margen de la victoria del actual presidente Mahmud Ahmadineyad fue el resultado del fraude o la manipulación, “nuestra encuesta sobre la opinión pública de los iraníes a nivel nacional publicada tres semanas antes de las elecciones mostraba a Ahmadineyad ganando por un margen de 2 a 1 – una proporción mayor que su actual margen de victoria en las elecciones del viernes.”

    «Mientras los informes de varios medios occidentales procedentes de Teherán en los días que precedieron a la votación mostraban un público iraní entusiasta hacia el principal oponente de Ahmadineyad, Mir Hussein Musavi, nuestra muestra científica realizada en 30 de las provincias de Irán mostró que Ahmadineyad iba en cabeza.”

    El Washington Post añadió: “La encuesta realizada por nuestra organización desde el 11 de Mayo al 20 de Mayo fue la tercera de una serie realizada en los pasados dos años. La extensión del apoyo a Ahmadineyad resultaba aparente en nuestra encuesta preelectoral. Durante la campaña, por ejemplo, Musavi enfatizó su identidad como azerí, el segundo mayor grupo étnico en Irán después de los persas, para atraerse a los votantes azeríes. Nuestra encuesta indicó, sin embargo, que los azeríes favorecieron a Ahmadineyad por 2 a 1 frente a Musavi.”

    “Muchos comentarios han presentado a los jóvenes iraníes y a los usuarios de Internet como promotores del cambio en estas elecciones. Sin embargo, nuestra encuesta subraya que sólo un tercio de los iraníes tienen acceso a Internet, mientras que el grupo situado entre los 18 a los 24 años supuso el bloque electoral más fuerte a favor de Ahmadineyad entre todos los grupos de edad. Los únicos grupos sociales que en nuestra encuesta mostraron su preferencia por Musavi o al menos un equilibrio entre ambos candidatos eran los estudiantes y licenciados universitarios y los iraníes de rentas más altas. Cuando la encuesta fue realizada, un tercio de los iraníes aún se mostraban indecisos. Sin embargo, la distribución de los votos que descubrimos se corresponde con los resultados ofrecidos por las autoridades iraníes, lo que apunta a la posibilidad de que los resultados electores no sean el producto de un fraude masivo como algunos afirman,” dijo el reportaje.

    El artículo continuaba diciendo: “Los iraníes ven su apoyo a un sistema más democrático y unas relaciones normales con EEUU como algo en consonancia con su apoyo a Ahmadineyad. Ellos no quieren que él continúe con sus políticas de línea dura. Más bien, los iraníes ven a Ahmadineyad como un firme negociador; la persona mejor posicionada para conseguir un acuerdo más favorable.”

    El artículo del Washington Post concluyó diciendo: “Las alegaciones de fraude y manipulación electoral servirán para aislar aún más a Irán y es probable que incrementen su beligerancia e intransigencia frente al mundo exterior. Antes de que otros países, incluyendo EEUU, se lancen a extraer conclusiones apresuradas de que las elecciones presidenciales iraníes fueron fraudulentas, con las graves consecuencias que estas alegaciones podrían conllevar, ellos deberían considerar todas las informaciones de fuentes independientes. El hecho puede ser simplemente que la reelección del presidente Ahmadineyad es lo que el pueblo iraní quería.”

  20. juanlu, los medios de comunicacion andan bastante mal ultimamente.todavia se esta en la duda si murio o no michael jackson .no tienen certezas de lo q pasa ni en su propio pais …..

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.