Aunque la resistencia iraquí está centrando sus empeños contra las fuerzas colaboracionistas ya que, entre otras cosas, los invasores están cada día más atrincherados en sus bases y cuarteles para evitar más bajas, la violencia se ha recrudecido en Irak. Sólo en el último mes han sido asesinadas alrededor de 600 personas, la mayoría pertenecientes o aspirantes a formar parte del nuevo ejército y policía bajo las órdenes de Estados Unidos. De ellos 67, segun la web de Irak Coalition Casualties, son miembros de los ejércitos ocupantes. Mucha gente ya opina que, de hecho, hay una guerra civil en curso con uno de los bandos apoyados por tropas extranjeras. Pero lo peor es que no se vislumbra ninguna luz al final del túnel. La guerrilla cada vez elige a víctimas de más responsabilidad dentro del gobierno títere. Partes enteras del país, incluída zonas de Bagdad, están fuera de control. Muchos países y sus opiniones públicas están dando síntomas de agotamiento en su apoyo a Bush y sus neocons. Pero también se están aburriendo los medios de comunicación. Antes de ayer, en un sólo día, murieron 7 soldados norteamericanos y la noticia no obtuvo ni un mísero hueco en las principales páginas de los medios de comunicación norteamericanos ni españoles. Sitomático ¿no?