A pesar de que ni Bush ni Jiménez Losantos quieren reconocerlo, las academias de ciencias de los países más industrializados han lanzado un mensaje conjunto de alarma en vísperas de la cumbre del G8 que se celebrará a primeros de julio en Escocia. Es la primera vez que esto ocurre, nunca antes se habían puesto de acuerdo tantos científicos para dictaminar una resolución tan comprometedora para tantos gobiernos. Pero si las declaraciones iban dirigidas hacia algún país en concreto, era para Estados Unidos, que se niegan sistemáticamente a firmar el Protocolo de Kioto porque se no qujieren ver las pruebas que los científicos llevan aportando desde decenios.
Pero claro, hoy mismo se ha destapado que un alto funcionaro de la Casa Blanca, abogado por más señas y miembro del lobby petrolero, como casi todos los que actualmente gobiernan en los EEUU, se permitió tachar frases de un memorándum que alertaba de los peligros del cambio climático para descafeinarlo antes de que llegara a los medios de comunicación. Aquí podéis consultar una noticia relacionada este hecho de las muchas que circulan por los medios de comunicación electrónicos.
El problema para Bush y para muchos «liberales» es que el cambio climático pone en grave crisis el actual modelo de producción capitalista, algo que su religión les impide cuestionar bajo ningún concepto y que, tarde o temprano, tendrán que cuestionarse so pena de acabar con el propio mundo y sus negocios.