Reporteros sin Fronteras ha denunciado que la policía iraquí detuvo violentamente el pasado miércoles a 60 periodistas que pretendían informar desde Nayaf con la excusa de que no decían la verdad. Si unimos este hecho a los castigos continuados a Al Yazira, a la orden de expulsión previa de Nayaf y a los bombardeos por error de cadenas árabes, tenemos claras las intenciones de transparencia del gobierno provisional iraquí y de su padrino norteamericano. Mientras que en las declaraciones públicas de los nuevos gobernantes del país se les llena la boca de democracia, en su quehacer diario sólo son una panda de tiranos que han aprendido bien pronto las tácticas de sus amos, bien durante su paso como agentes de la CIA, bien directamente del plantel de políticos y militares norteamericanos desplazados allá para destruir, matar, torturar y robar.