Angela Merkel es la virtual presidenta de Alemania. El pasteleo con los socialdemócratas ha permitido que, a pesar de un claro triunfo de la izquierda, la candidata conservadora alcance el poder. Resulta patético ver cómo la socialdemocracia, en momentos delicados, busca aliados entre los partidos de la derecha antes de mirar a sus compañeros naturales. Así las cosas, este extraño gobierno de concentración nacional seguro que se marcará como objetivo llevar a cabo las reformas —los recortes— del estado del bienestar por las que Schröder fue apeado de la cancillería y que conllevaron la fuerte irrupción del partido de Lafontaine en la escena del Bundestag.
La coalición antinatura SPD-CDU es probable que no supere el ecuador de la legislatura, este tipo de cosas nunca sale bien. Muchos socialdemócratas no están cómodos con la actual línea adoptada por su partido y seguro que forzarán la escenificación de una ruptura por alguna cuestión social para recuperar la credibilidad perdida en esta estúpida aventura. Cuanto antes mejor.
pues me parece que ese «cuanto antes» puede ser ya mismito… 🙂