Acción contra la SGAE: Siempre Ganamos Algunos Euros

No entiendo la reacción mojigata de la blogosfera ante este acto reivindicativo que ha sido denostado también en prensa y foros de Internet. Parece que estamos perdiendo las buenas costumbres de acciones directas o que estas sólo valen cuando las practica Greenpeace y son contra la caza de ballenas. Como saben perfectamente los activistas de todo cuño, cualquier campaña que se precie debe conjugar diferentes tipos de actos, desde aquellos de carácter informativo, de concienciación… hasta otros más mediáticos, impactantes que sitúen al leit motiv de la misma en el primer plano de la actualidad. El enemigo, o el antagonista, siempre va a tratar de desprestigiar argumentos y métodos, lo malo es cuando las críticas vienen de tus supuestas filas, provoca confusión y desaliento.

Por supuesto que todos somos libres. Ya se que esto no es una campaña unitaria, que no es propiedad de nadie, que es de todos y todas las que nos sentimos avasallados por la SGAE, el canon a los soportes digitales o la gestión actual de los derechos sobre la propiedad intelectual, pero habría que pedir a todos y sobre todo aquellas personas que tienen capacidad de influencia o generación de opinión, que se lo pensaran bien antes de hacer daño a compas de viaje. Personalmente pienso, por ejemplo, que el berrinche de Ramoncín nos ha beneficiado colectivamente a pesar de las mentiras que ha vertido por su boquita y el eco que algunos medios le han proporcionado.

En solidaridad con los protas de la historia, os dejo aquí el vídeo que, entre otras cosas demuestra lo pacífico —y mal organizado ;)— de la protesta que, para refrescar la memoria, resumo con un texto sacado de Barrapunto:

Unas 60 personas han realizando una acción directa no violenta entrando en la sede de la SGAE. Ocultando sus rostros con caretas de Ramoncín han tratado de desplegar una pancarta desde un balcón pero les ha sido imposible, han modificado la placa de la fachada con el logo de la SGAE por uno en el que se podía leer «Siempre Ganamos Algunos Euros», han pegado céntimos en el suelo y lanzado billetes falsos de cién euros. La acción se enmarca dentro de una semana de actividades del colectivo Rompamos el Silencio que anteriormente habían ocupado el cine Bogart y anunciaron que se llevarían a cabo diversas ‘actuaciones directas’ no violentas.