Obama nunca cumple sus promesas, pero sí sus amenazas

Aunque no quedaba duda alguna, si hay algo que esta última crisis palestina ha puesto en evidencia es que EEUU no puede seguir queriendo ser mediador en el conflicto árabe israelí. Obviamente, como superpotencia hegemónica tendrá mucho que decir, pero si una parte del problema pretende erigirse en juez, sólo pueden esperarse dos cosas, o que el problema se eternice para siempre, o que se imponga una salida unilateral por la fuerza. Los palestinos han dado muestras de plegarse a centenares de exigencias de Israel desde hace decenas de años, sin embargo no están dispuestos a ceder lo que en justicia les pertenece a cambio de nada. Hoy por hoy Palestina es un proyecto inviable por causa de la colonización. La tan cacareada salida de dos estados, pronunciada a modo de mantea por los líderes internacionales es poco más que una falacia imposible sobre el terreno. Israel lo sabe perfectamente, por eso hará todo lo posible por no sentarse a una mesa de negociación que lo pueda poner negro sobre blanco.

Lo que Israel ofrece es un estado basado en carceles al aire libre, una especie de bantustanes como los que creó Sudáfrica en tiempos del apartheid para garantizar la supremacía blanca y quitarse a zonas donde vivía la mayoría de la población de raza negra y así no tenerla que integrar en su abominable estado racista. Es lo que ahora llaman el archipiélago palestino. Nada que ver con un estado: ni control de fronteras, ni espacio aéreo, ni control de los recursos esenciales, ni ejército, ni retirada de los ejércitos de ocupación… eso es lo que el gobierno racista de Israel pone encima de la mesa y lo que EEUU ha ido aceptando como bases de la negociación, como líneas rojas que nunca sobrepasarán los sionistas.

Quizá se atrevan a decir de nuevo que del lado palestino no hay con quien negociar, cuando lo que realmente quieren decir es que no tienen a un interlocutor que este dispuesto a traicionar a su pueblo hasta el punto de vender su alma al diablo. Ahora tiene enfrente a Abbás, el mas dócil de los líderes que podrían encontrar, pero ni por esas se deciden a buscar una salida medio digna que pudiera aceptar el presidente palestino en nombre de su pueblo. De ahí el hartazgo y la decisión de llevar el caso al templo del multilateralismo, el mismo lugar en el que Israel, por una injusta y arbitraria decisión, vio la luz como estado.

EEUU ha montado en cólera, su doble juego ha salido a la luz con claridad meridiana. Es, sin duda, el mayor enemigo del pueblo palestino y de los pueblos árabes. A pesar de prometer un giro a sus posiciones clásicas en política internacional en aquel aclamado discurso en Egipto, a las primeras de cambio a vuelto a las andadas. Los esfuerzos para impedir la aprobación del estado Palestino en el Consejo de Seguridad de la ONU lo han desenmascarado ante la opinión pública árabe. Sea necesario o no utilizar el derecho de veto, sólo los manejos entre bastidores para abortar esta oportunidad histórica, conocidos por todos, desacreditan a Obama y lo sitúan como el gran fraude que es y que ha sido siempre.

Pero no queda ahí la cosa, como parte de los intentos de bloqueo al estado palestino, EEUU ha paralizado una partida de 200 millones de dólares en concepto de asistencia a la Autoridad Nacional Palestina, gestionada por la USAID, para la ejecución de infraestructuras básicas en Cisjordania. Obama no cumplirá sus promesas pero sí cumple sus amenazas. Ya dijo que si Abbas no desistía de su intención y planteaba la admisión en la ONU retiraría las ayudas en una especie de chantaje inadmisible. Aun hay más. Palestina ha presentado formalmente su solicitud de ingreso como estado de pleno derecho en la UNESCO donde no existe derecho de veto. ¿El resultado? Victoria arrolladora para palestina, 40 votos favorables de los 58 posibles y sólo 4 en contra: Estados Unidos, Alemania, Rumania y Letonia. La mayoría de los países europeos se abstuvieron, entre ellos España en una acción vergonzosa de nuestro ministerio de exteriores que acaba de traicionar el sentimiento mayoritario de los españoles e incluso el reciente discurso de Chacón en la ONU. La reacción de EEUU no se ha hecho esperar, ha amenazado con retirar los fondos que aporta al organismo (alrededor del 20% del total) si no se revoca la decisión. Esta vez ha sido la sionista Hillary Clinton quien ha oficiado su descontento.

Quien siga pensando en que Estados Unidos puede ejercer de mediador en el conflicto es un completo iluso o no tiene ni idea de lo que acontece en el mundo. Ante el envite de Abbás, el imperio no tiene nada que ofrecer a Palestina, sólo unas vagas negociaciones como las que se suceden sin ningún resultado durante los últimos 20 años mientras el sionismo culmina sus planes de limpieza étnica de Jerusalén y el robo del agua y las tierras ?árabes, partiendo de cero y sin respeto alguno por las resoluciones dictadas por la ONU ni por acuerdos previos como el de Oslo. Con la sumisión absoluta de EEUU a los espurios intereses de lo peor de lo peor de Israel, este conflicto no acabará nunca y probablemente con mucho más derramamiento de sangre. Sólo el boicot masivo a Israel, el aislamiento internacional y un bloqueo comercial relevante hará entrar en razón a los dementes que gobiernan a ese estado fallido, le podría hacer volver a la legalidad internacional y a firmar la paz con sus vecinos. Mientras tenga el apoyo incondicional del imperio no habrá salida posible. Obama, el supuesto izquierdista demócrata, aliado con la extrema derecha fascista, racista e integrista de Israel. ¿Quién lo iba a decir? Pues justamente no fueron pocos los que avisaron de su laxitud ideológica y de su endeblez política. Hombre negro hablar con lengua de serpiente, que diría el rapsoda.