Se puede decir que personalmente no viví la pasada dictadura, si acaso sólo pude ser consciente de los primeros años de la transición. Pero no se me olvidan algunos coletazos del franquismo en mis tiempos de estudiante. Recuerdo como si fuera ayer cómo en los campamentos organizados por el Ministerio de Educación y Ciencia al final de cada curso las enseñas fascistas estaban bien presentes. Todas las mañanas izábamos la bandera perfectamente formados y descubiertos mientras cantábamos el himno nacional, los vivas a España y el «una, grande y libre» eran la señal para que pudiésemos romper filas y correr hacia los comedores para devorar la rebanada de pan con foie y el vaso de colacao. Fue ahí donde aprendí el himno —con su antigua letra— junto a otras cancioncillas que se vendían en el mismo LP: el himno del legionario, la canción del flecha en un campamento, el cara al sol y el viva España de Manolo Escobar. Todo muy edificante para un crío de 10 u 11 años.
Todavía recuerdo la monumental bronca que recibí una mañana que poté durante los minutos matutinos de ensalzación del espíritu nacional, imagino que un empacho nocturno furtivo de las chuches compradas en el pueblo cercano tuvo la culpa de mi oportuno desequilibrio gastrointestinal. Poco después, ya con plena consciencia ingresé en un instituto donde la ultraderecha nostálgica mantenía una fuerte presencia. La ropa de determinados modelos y marcas muy reconocibles, las banderitas de España en los relojes y el oficio de delatores de aquellos profesores que se desviaban del espíritu nacional y los valores tradicionales eran sus enseñas y comportamientos. Con la consolidación democrática, los más recalcitrantes ingresaron en grupos neonazis marginales liderados por alguna «vieja gloria» de las de siempre. Estos eran los valedores de los símbolos patrios.
Como se podrá comprobar, no profeso grandes simpatías hacia la bandera y el himno. Por tanto que los de siempre traten de usar lo que siempre ha sido suyo es algo bastante natural, lo que no lo es tanto es que el PSOE trate de agarrarse a ellos con tanta vehemencia. Lógicamente, desde el 78 aquellos que votaron la constitución se supone que también aprobaron estos símbolos, pero huelga decir que el paquete venía bastante cocidito y no había posibilidad de comer a la carta. Del mismo modo que nos tragamos a un rey colocado por la dictadura, nos comimos un montón de asuntos, bien impuestos por los poderes fácticos —como se los llamaba entonces—, bien surgidos de la autocensura por miedo a esas personas e instituciones que fácilmente podían hacer revertir la naciente democracia hacia otra dictadura fascista, negra y sanguinaria como la que acababa de terminar con la muerte del tirano. Entiendo que el PSOE, como partido del gobierno tenga que defender la legalidad vulnerada por la derechona cavernaria en cuanto al uso del himno en la última manifestación de castellers, entiendo también que así se habla más del tema que la de la propia manifestación contra Zapatero y el PSOE pero es algo que no deja de ser raro, por lo menos entre personas de nuestra edad. Imagino que si algún día se produce la segunda transición de la que tanto se habla, habría que poner sobre el tapete la discusión sobre ambas enseñas. Y desde luego no porque me gusten mucho los trapos de colores, pero es que ese trapo es de infausto recuerdo para muchas personas que sufrieron al dictador caminando bajo palio eclesial y envuelto en la rojigualda. Si los PPeros las quieren, todo para ellos, así se retratan.
jeje ventajas de ser joven. El no tener problemas de infancia con aguiluchos en mitad de unos trapos rojigualdas y demas simbolos. Ni saberse cancioncillas extrañas, que debieron traumatizar a mas de uno.
😉
A ver si nos cuentas mas historietas de cuentame 🙂
todo se andará… ðŸ˜†
El tema de la bandera sigue y seguirá coleando mucho tiempo. La gente de la derecha la emplea en todo tipo de actos partidistas con una correlación directa clara: cuanto más se escora el acto a la extrema derecha mayor es el número de rojigualdas al aire.
No se dan cuenta de que los que no somos de su cuerda percibimos esa asociación de forma diáfana. Si a esto sumamos la carga simbólica proveniente del pasado que para muchas personas tiene la bandera, el rechazo aumenta. Que no se equivoquen. Será la bandera constitucional y todo lo que quieran a nivel legal, pero en el (in)consciente colectivo tiene otro significado muy distinto y como comentaba al principio, con el uso que acostumbran a hacer del símbolo en cuestión, no parece que nuestro (in)consciente colectivo vaya a cambiar a corto plazo…
naa na naa na nanananana na na na…na. Esto es más o menos lo que dice el himno patrio, creo que es el único pais donde la canción para inflar el pecho no tiene letra.
Solo vive los últimos coletazos del Franquismo y una transsición donde coleccionaba prensa, pasquines y El Viejo Topo.
En fin, menos banderitas sean estas las que sean y más justicia social que buena falta hace.
Abrazos
Nuevamente la derecha haciendo lo poquito que sabe hacer, disfrazarse de españa y apropiarse de un patriotismo mal entendido donde solo caben ellos. Es cierto que los simbolos como la bandera de españa, provocan rechazo en mucha gente y uno de los motivos es este, lo consideran algo suyo, por mi parte como si se hacen un traje con los colores, espero que algun día podamos tener simbolos que no representen épocas pasadas, y por supuesto impliquen un cambio rotundo en este pais, unos coleres que quedaria muy monos puenden ser rojo, amarillo y moradito….