Vaya pasada de Keynote!

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(Sobre la conferencia inaugural de la MacWorld Expo de 2007)

Hacía tiempo que no posteaba nada de informática, los biTs se parecen cada día más a Guerra Eterna en Oriente Medio. Lo que sigue en adelante es sólo para frikis. Y es que uno tiene sus contradicciones… 😉

El artículo lo tenéis igualmente en Macuarium, el mayor —y mejor— site en castellano no oficial de Macintosh.

Para la mayoría de las gentes de buena voluntad las navidades no acaban hasta que vienen los reyes magos con su sacas repletas de juguetes. Pero para muchos otros, entre los que me encuentro, no es así. Lo que marca el fin de las vacaciones y la triste vuelta a la realidad cotidiana es la conferencia —Keynote, para los amigos— de Steve Jobs en la MacWorld Expo de San Francisco. El evento es la fecha más esperada para los usuarios de Macintosh de todo el mundo, el lugar donde se presentan las novedades más significativas del universo Apple y el momento en el que los frikis de la manzana esperamos a ver qué sucede para aflojar o no la cartera.

Para los que no pertenecen a la secta makera es difícil entender la expectación de ese día que debía estar en la onomástica o el santoral de todos los fieles que se precien. Pero sencillamente es así, conozco gente que ha hecho miles de kilómetros sólo para ver una de esas legendarias charlas del CEO de Apple y comprobar si su aura produce el tan cacareado campo de distorsión de la realidad. Y es que Jobs ha dotado de un halo de misterio y secretismo tal a cada Keynote que las semanas o meses previos a la misma se convierten en un cúmulo de rumores, fakes, prototipos imposibles , nervios, intoxicaciones esperadas, filtraciones de secretos sumariales, denuncias a los insiders lenguaraces, retiradas de supuestos robados —o posados—, de pantallazos anticipados, etc.

Sin embargo, este año todo ha sido mucho más brutal aún. Periódicos como El País, el Washington Post, New York Times, el Herald Tribune y otros quisieron esta vez jugar al juego favorito de Apple y no cesaron de especular en sus páginas tecnológicas o en las secciones color salmón sobre la Keynote y sus repercusiones. Las acciones de AAPL se dispararon hacia el cielo. La Macworld de este año trascendió los sites makeros, la blogosfera y las webs de geeks tecnológicos para asaltar todo el orbe mediático global. Las expectativas generadas habían situado el listón muy alto, tanto que la posibilidad de un batacazo postkeynote era muy grande, algo a lo que los seguidores de la manzana estamos más que acostumbrados.

Se esperaba, entre otras cosas, la presentación de un gadget que uniera al ordenador con la televisión, producto inusualmente anunciado previamente en septiembre del pasado año que apenas despertó emoción, algo que se mide por los gritos y aplausos de los asistentes o por las interjecciones de las salas de chat e IRC en torno a las cuales se reune el clan de la manzana para asistir virtualmente a la cita. La única novedad es que soporta un nuevo WiFi ultrarrápido diseñado expresamente para permitir el streaming de vídeo (802.11n) del cual se presentó simultáneamente una estación base emisora sin siquiera anunciarla. Habrá que verlo en acción para ver cuál será su impacto, pero no era nada revolucionario, un pasito más en la estrategia de colonización del salón de casa.

También se habló mucho de la renovación de la gama alta de los iPod para competir con el engendro de Microsoft, el Zune. Lo normal es que se hubiera hecho antes de las navidades para aprovechar la agitada campaña de ventas. Pero ni antes ni después. ¿Por qué? —se preguntará mucha gente. Pues simplemente porque el Zune no ha resultado el competidor que algunos esperaban. Sólo ha atraído al 2% del mercado de los reproductores mp3 frente al 62% que posee Apple. Imagino que como era esperable algo similar, la empresa ha optado por no responder con la presentación de nuevos modelos. Así que el iPod vídeo con pantalla panorámica tendrá que esperar algún tiempo, no sabemos cuándo o si saldrá algún día de la manera que se esperaba.

Lo que todo el mundo daba por supuesto era una demo del próximo sistema operativo con nombre en clave de felino que será coetáneo con Windows Vista una temporadita. Jobs ya presentó en último cuarto de 2006 un impresionante aperitivo de Leopard (Mac OS X 10.5), pero agregó que muchas de sus bondades no fueron mostradas para evitar que la competencia las copiara e implementara, en una clara alusión a lo que Microsoft ya ha hecho con el súper retrasado Vista. Pero tampoco ha sido así, lo dejaron para un próximo evento sin especificar. Durante unas cuantas semanas volveremos a especular con la nueva interficie «Iluminous» —que parece que sustituirá a Aqua— y nuevas implementaciones que desconocemos, como la renovación incluso de la metáfora de escritorio que lleva una eternidad informática en todos los sistemas operativos desde que Apple la incluyó en el primer Mac. Un buen momento para hacerlo sería cuando Vista esté por fin disponible en el mercado e intenten convencernos de que las novedades absolutas que va a poner en el mercado, la mayoría de las cuales llevan años o casi un lustro en nuestros escritorios. Así se le respondería a Gates con la misma moneda, pues últimamente se va a aficionando a tratar de aguar las keynotes con presentaciones y declaraciones casi simultáneas para reducir el impacto mediático de las mismas.

La misma mala suerte corrieron las aplicaciones o conjuntos de ellas que vienen con algunos macs o se venden a precio de shareware. Ni se presentó la hoja de cálculo para incluir en iWork (¿Numbers?), ni nuevas transiciones en el programa de presentaciones que deja a Power Point en la prehistoria (por cierto, de nombre Keynote), ni se detuvo en la nueva suite de iLife donde se esperaban muchas novedades interesantes, alguna de las cuales surgirían de la colaboración con Google, como la posibilidad de posicionar geográficamente las imágenes de la biblioteca de iPhoto o cosas similares.

¿Ha defraudado pues la charla de Jobs de enero de 2007? Es lo que podría pensarse con tantas carencias en el guión preestablecido por la audiencia y por los medios. Pero no, todo lo contrario. Ha sido una Keynote de las más explosivas que se recuerdan. Y sólo con la presentación de un producto, de un pequeño gadget: el iPhone. Ahí si que acertaron todos los oráculos, Apple se pasa al mercado de los teléfonos móviles. El movimiento era el esperado, las empresas de móviles estaban sacando teléfonos con capacidad de reproducir música y sólo era cuestión de tiempo que canibalizaran la venta de ipods. Así que lo normal era que el contraataque de la empresa del iPod se produjera en aras a la integración de los dos aparatos en uno, ¿quién quiere llenar los bolsillos con iPod y teléfono cuando es posible combinar ambos?

Pero Apple no se conformó con eso, era demasiado obvio, tan obvio como ponerle números a la rueda táctil del reproductor de música tal y como bromeó Jobs con un jocoso prototipo ortopédico. Como siempre, han ido mucho más allá, hasta el punto de que la publicidad propia y muchos medios han dicho que Apple ha reinventado el móvil. Exageraciones aparte, ¿ha sido para tanto? Es posible que sí, desde luego ha fijado un nuevo estándar en el mercado al que todo el mundo tendrá que tender si quiere estar presente en él. De lo contrario, serán historia en las gamas media y alta.

El iPhone es la conjunción de un iPod más un teléfono, pero además integrando una PDA y, casi, un verdadero ordenador. De hecho el cacharrito corre el mismo sistema operativo que la gama Macintosh más actual, eso sí con algunos recortes para no colapsar la memoria Flash interna de 4 u 8 Gb. La proverbial optimización de los sistemas operativos de los macs es bien conocida, ordenadores de hace más de un lustro son bien capaces de correr los sistemas más actuales, ¿por qué no habría de hacerlo un dispositivo de mano cuando existen procesadores lo suficientemente potentes para ello? Así que tenemos que el iPhone es todo un ordenador mac que cabe en la palma de la mano. Las posibilidades que ofrecerían serían infinitas salvo por un par de cuestiones fundamentales: el tamaño de la pantalla y la duración de las baterías. Parece que las promesas de duración de la carga es mucho más de lo que estamos acostumbrados, al menos en los teléfonos móviles, aunque nunca será suficiente. El tamaño de la pantalla está condicionando la usabilidad del iPhone, así que por mucho que pidamos no era probable que Apple quisiera repetir la experiencia del malogrado Newton, la revolucionaria PDA adelantada a su tiempo, pero con un peso y tamaño inadecuado para la necesaria portabilidad que requiere un gadget de esta naturaleza. Realmente lo que han hecho en el iPhone ha sido sustituir el teclado numérico por más pantalla, entendida como una superficie en la que reflejar cualquier interface dependiendo del programa con el que se trabaje y hacerla toda ella táctil y digital, es decir, que se maneja con el dedo, un extra que suele venir de serie con nuestro equipamiento natural. Así se pueden tener tres productos en uno ocupando el mismo espacio. Simple a la par que genial, ¿no?

Otra una característica del iPhone ha llamado poderosamente la atención. Desde hace meses se conocían en la web las pantallas multitáctiles como curiosas experiencias que podrían revolucionar en el futuro la forma de interactuar con los ordenadores. Apple, como ha hecho otras veces, la ha implementado en un producto comercial y afirma que posee la patente. Desde que la vi en acción no dejo de pensar en productos de tamaño mayor, quizá como el Origami o las Tablets, productos frustrados en el mundo de los PCs que aún no han encontrado un hueco adecuado en el mercado quizá esperando a soluciones como las que el iPhone ya implementa.

En definitiva, Apple ha conseguido relegar a los teléfonos que ahora usamos a piezas de arqueología industrial. Personalmente uso un Sony, en el trabajo una Blackberry, ninguno de las dos teléfonos tienen futuro inmediato tal y como lo conocemos. Desde luego, el que suscribe no piensa invertir un solo céntimo en nada que no sea un iPhone o algo que lo supere, no tiene sentido. De hecho las acciones de las empresas de hardware telefónico bajaron ostensiblemente ese fatídico día de enero a la par que Jobs jugaba con su nueva joyita y consultaba on-line las acciones de Apple en permanente subida. Muchos analistas han criticado que el iPhone se presente en enero para que finalmente vea la luz en junio, pero creo que se equivocan de plano, aun cuando contravenga nuestros incontenibles deseos. Para empezar, han evitado las filtraciones sobre las características del mismo y que la competencia pudiera recuperar parte del tiempo que Apple le ha metido por delante en I+D+I mandando ahora el aparato a registrar ante el organismo encargado de autorizar su distribución. La expectación generada le va a servir para que mucha gente no le pille a trasmano con un teléfono recién comprado o con un contrato de permanencia firmado con una compañía diferente a la que lo va a comercializar en exclusiva (Cingular en los EEUU, Movistar? en España). También será cuestión de ir desarrollando más aplicaciones en los meses que dure su puesta de largo, no olvidemos que es un auténtico ordenador, no una PDA o un smartphone con Windows Mobile, Palm OS o Symbian, mucho más limitados.

Se me ocurren miles de usos para el iPhone distintos al de hablar por teléfono. Confieso que ese es el que menos usaré de todos. Llevar guías de viaje en el bolsillo, claves para determinar flora y fauna, tener un navegador de mano con mis favoritos de Google Earth, ver alguna peli o documental para mis frecuentes viajes en bus y tren, tener una libreta en la que escribir y publicar vía web o email en mi blog con inmediatez absoluta y la certeza de estar conectado permanentemente con posibilidad de acceso a internet con una calidad de lectura más que aceptable gracias a la brutal resolución de pantalla que exhibe son las primeras que se me ocurren. Sin duda habrá muchas más, sólo es cuestión de tiempo e imaginación. El soporte lo ha puesto Apple sobre la mesa. ¿Comprenden ahora la relevancia de las Keynotes de la Macworld? Yo ya espero la próxima… es sólo la primera versión de un nuevo concepto. Permaneceremos atentos.

4 Comentarios

  1. Como siempre, amigo Juanlu, el problema son los precios de Apple. Sé que hablamos de buena calidad. Yo empecé con el tema informático por allá en el 86 que aún no existía internet. Lo más revolucionario eran las máquinas electrónicas para escribir que reemplazaban a las eléctricas porque podías escribir textos largos, en una pantalla pequeñita, bueno incluso libros, como aquel que dice, formateárlos previamente y luego la máquina se ponía a escribir sola. Mi primer contacto fue un Mac de 128 k, puede ser?, con una disquetera, sin disco duro, y con una disquetera externa, una maravilla aquel compacto, que con un disquet chiquitco de 3 y medio tenías el sistema operativo, el File Maker de microsoft, el Word de Microsoft, el Mac Works, el Excel, etc. Una maravilla de aplicaciones. Que fantásticos programas tenía entonces microsoft para apple, entonces trabajaban para ellos porque ni siquiera existía el windows 3 y toda la gente trabajaba en dos y con aquella horrorosa aplicción de texto que no me acuerdo ahora del nombre, si word perfect. Los productos de Microsoft eran excelentes para mac y solo necesitabas copiar el icono para tener en marcha toda la maravilla. Y una maravilla de macs. Durante años he ido pasando por todos los modelos de apple en la universidad y era una maravilla.

    Pero cuando microsoft inventó NT todo cambió, amigo, a partir de entonces el 2000 y no te digo XP permiten una monstruosidad de ventajas de programas, herramientas que te permiten actuar con tu máquina que apple no ha tenido nunca. La fleixibilidad de Windows, copiando y mejorando a Mac OS es terrible. En el mac puedes ver lo que tienes dentro, en perfil del sistema, en xp lo puedes ver y modificar, adaptar, etc. Con herramientas de comprobación del software y del hadware, con un servicio en línea increible y que te revisa gratuítamente todo tu ordenador, tu sofware, te limpia troyanos, virus, etc, GRATIS, GRATIS, GRATIS.

    Hace años que trabajo con los dos, tengo un PC tipo kit en mi casa y un eMac. Me encanta el eMac menos cuando necesito entrar a mi panel de control de telefónica, a mi cuenta bancaria, a entrar en la oficina virtual con certificado de la Seguridad Social, etc. porque Safari es nulo el pobre, Opera consigue mejores cosas. Netscape, más o menos. Firefox es sin duda la apuesta definitiva pero su manera de funcionar no implemente los códigos necesarios para ser compatible con funciones de IE, navegador que va muy mal por cierto, especialmente en su última edición, la 7.

    Bueno, soy un mackero clásico de todas formas, a pesar de que mi eMac se cuelga constantemente y tengo que reiniciarlo a lo bestia, via botón de apagado/encendido y mi pc, aunque con una placa base de 37 euros, va algo más lento, también con menos memoria RAM, la justita, 517 o algo asi, no soy experto con los números, no se me cuelga jamás.

    El problema de MAC es que has de ser millonario para sacarle partido, el PC no. Para mis programas de música, siempre utilizo mac, lo tengo clarísimo, pero con el garage band que va en el 10.3.9. NO puedo gastarme 199 euros en pasarme ni al 10.4, y encima las empresas de software lo hacen todo para el 10.4 Eso es una putada. Por cierto tengo un pc con los primeros pentiums que salieron, que no eran ni pentium 1, por allá por la época de los romanos, con un disco duro de 1 giga y corre perfectamente con windows 2000, con XP no porque necesita más disco duro, sino también, que me dices de eso? Tengo un iMac mucho más moderno que apenas puede con la última versión 7 de apple, con un disco duro muchísimo mayor, con muchísima mayor RAM, etc., y también se cuelga contínuamente.

    Cuidadín, cuidadín….

    Salud y anarquía y un mejor mac cada día, porque si tienes uno justito te quedas muy colgadito

    Chao, compañero

  2. ‘You had me at scrolling’ xD

    Resulta increíble la capacidad del campo de distorsión de la realidad de Steve para crearnos necesidades.

    Yo soy tengo y uso el teléfono móvil más barato y sencillo, que existe actualmente, de Nokia (mi plan de llamadas mensula cuesta el doble de lo que cuesta el aparato). Y lo uso para lo que usa un teléfono (llamo y me llaman mucho).

    Ahora, gracias a Steve, ‘necesito’ un iPhone xD

    Casi me da verguenza tener tales necesidades :-/

    Un abrazo,

    Antonio.

  3. Hola compis, yo empecé con una máquina de escribir electrónica con un poquitín de memoria que es donde escribía los comunicados de prensa de mi grupo ecologista, era un hippie vegetariano y no quise tocar la informática que veía como un invento del diablo para anular al ser humano. Pero encontré que necesitaba capacidad de almacenamiento y teníamos campañas recurrentes donde podíamos utilizar la información de un año para otro. Así que me pillé un Amstrad sin disco duro.

    Un poco más adelante, nos propusimos sacar una revista. La primera con Letraset en pegatinas, la segunda en clichadora electrónica, una pasada de la hostia, la tercera la encargamos a una imprenta. Recuerdo que la maquetación nos costó más de 200.000 pelas. Trabajaba de copy en una empresa de comunicación e imagen. Así conocí al Page Maker, me pillé un LCII y me convertí al poco en el diseñador gráfico de la Federación Ecologista Pacifista Gaditana: logos, boletines, exposiciones… mucho después webs. Luego más y más cosas para Ecologistas en Acción, incluso diseñé el logotipo estatal ahora vigente.

    Todo eso en mis macs, cuando todo el mundo manejaba código yo tenía ventanas y un ratón. Todo el mundo decía que eso no era serio, que no era informática. Pero mientras que la gente escribía textos yo hacía diagramas profesionales que nadie había visto antes. En tiempos chungos, el uso del mac me salvó el pellejo un par de veces. Me hice un evangelista que ni Guy Kawasaki. Y todo con un ordenador creado por unos Hippies en un garaje con una visión fordiana de las máquinas y de la información, rebeldes, alternativos… me sentía cómodo lejos del lado oscuro de la fuerza, de Windows y Gates, que apoyaba encuentros de la OTAN, ferias de innovación en armamento. Era mucho más que informática.

    Sé que las cosas ya no son tan así, pero si viste la Keynote, Jobs visitó con su teléfono la foto de Nancy Pelosi, el documental del cambio climático de «Una verdad Inconveniente» y una reseña de guerra y petróleo. Quien tuvo, retuvo. No soy tan ingenuo, se trata de empresas y de dólares, pero la manzanita me ha aportado bastante en mi vida, he crecido con ella y en cierto modo sigue siendo un icono de rebeldía ligado a las artes, al mundo creativo y a la gente con inquietudes.

    En el trabajo uso Windows 2000 y NT, pero eso para trabajar. No obstante cuando no tengo que usar aplicaciones corporativas me llevo mi portátil. Windows me da urticaria y además están más agujereados que un queso gruyere. Vista ha sido diseñado junto con el espionaje gringo, he estado toda mi vida libre de virus, malware, spyware, troyanos, sin preocuparme de la informática, usando máquinas que funcionan, aunque no sepa cómo. Pero además divirtiéndome. El mac es ante todo divertido. No tengo ni idea de informática, ni quiero. Pero cuando hago una presentación en Keynote, he oído exclamaciones en los auditorios acostumbrados a las cutre transiciones de PowerPoint. En algún turno de preguntas en una Universidad algún alumno me pedía por favor una copia del programa. Elegancia, calidad, finura, suavidad, diseño dentro y fuera de las carcasas… un poco más de precio, sí pero amortizado en pocos días. El mac desde el que escribo no se me ha colgado NUNCA y eso que se me ha caído 3 veces al suelo desde una mesa o el sofá.

    Y eso sí, siempre que puedo uso soft libre: FireFox, gvSIG, GanttProject, qGIS, CyberDuck, WordPress, mlnet… a la vez que la suite completa de Apple, algo sin parangón en el mundo windows y que viene en ese sobrecoste que no es tal. Muchos usuario no necesitan nada más que lo que viene de serie junto al sistema: iTunes, iPhoto, Safari, iDVD, iMovie, iWeb, iCal, iChat…

    Ahora busco un par de artículos que describen qué es eso de ser makero.

    Y desde luego Antonio, reconozco que me da vergüenza necesitar un iPhone o un Apple TV (cuando tenga una tele moderna), pero es casi consustancial a mi persona desde que era adolescente. ¡Qué le voy a hacer!

  4. He escrito algunas cosas sobre el mundillo mac y la informática en general, sobre todo en Macuarium, pero también en Rebelión y otras webs. Os dejo una selección:

    Están locos estos romanos. Soy makero por la gracia de Jobs. Este, tras Macu, lo sacaron en MacSurfer y MacObserver. Esta última web me lo pidió en inglés, pero no tuve valor para hacerlo. Trata de explicar el nivel de empatía de los usuarios con los macs, algo inaudito en la informática y muy extraño en otros ámbitos. ¿Quizás los de las Harleys?

    El otro “programa” de Microsoft, las conexiones políticas del gigante de la informática. Windows no es neutral, ni mucho menos. Además de Rebelión, se movió bastante por ahí.

    Stallman en Cádiz. Unas horas en petit comité con el santón anarca, el gurú de los gurús del soft libre, me encantó verle de cerca, saludarle y escucharle. Una mente clarividente de las que hacen falta hoy en día. No en vano es asesor de algunos presidentes latinoamericanos en materia de informática.

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